Don Lucho, el "buen jefe" que sali¨® el ¨²ltimo del agujero
Luis Urz¨²a, que lider¨® a los mineros durante su cautiverio, es la persona que ha pasado m¨¢s tiempo atrapado a esa profundidad
Tras 69 d¨ªas en una c¨¢rcel de roca a 700 metros bajo tierra, uno piensa que habr¨ªa tortas por salir los primeros. Pero fue al rev¨¦s, todos quer¨ªan ser el ¨²ltimo. En las horas previas al exitoso rescate, el presidente de Chile, Sebasti¨¢n Pi?era, explic¨® que, "como buen capit¨¢n", los 33 mineros pidieron el "privilegio" de ser los ¨²ltimos. Pero como s¨®lo uno pod¨ªa serlo, la l¨®gica dictaba que lo fuera el capataz y jefe de turno en el momento del siniestro, Luis Urz¨²a Iribarren, de 54 a?os. A Urz¨²a le aguarda una fama que nunca ha buscado tras ser elegido por sus compa?eros l¨ªder en medio de la tragedia, ocasionada por un derrumbe que los sepult¨® el 5 de agosto y que tuvo 17 d¨ªas a sus familias sin saber si estaban vivos o muertos.
Es persona educada y de car¨¢cter firme a la que nunca se escuch¨® una mala palabra
"?l siempre ha sido l¨ªder, por eso cre¨ªamos que si no era el primero, ser¨ªa el ¨²ltimo", dice uno de sus primos
Urz¨²a, conocido por ser educado y de car¨¢cter firme, se ha convertido en el ser humano que m¨¢s tiempo ha permanecido a tanta profundidad y que ha vivido para contarlo. Un r¨¦cord para el libro de Guiness en el que no parece que estuviera pensando a la hora de insistir en quedarse hasta el final. Apodado Don Lucho y padre de dos hijas, naci¨® en la des¨¦rtica ciudad de Vallenar, perdi¨® a su padre cuando era ni?o, ayud¨® a criar a sus seis hermanos menores, se educ¨® por esfuerzo propio y, seg¨²n quienes han trabajado bajo sus ¨®rdenes, es un jefe al que nunca nadie ha escuchado una mala palabra.
"Esperando que usted nos rescate"
Llegado hace tan s¨®lo dos meses antes del accidente al yacimiento San Jos¨¦ pero con 31 a?os de experiencia en la mina, este jefe de turno tranquiliz¨® y organiz¨® a los atrapados, impuso disciplina, racion¨® la comida, distribuy¨® tareas para soportar mejor el encierro y, lo m¨¢s importante, les infundi¨® esperanza. Las autoridades y equipos de rescate reconocen que todas estas decisiones fueron vitales para la supervivencia de los 33, sobre todo en los primeros d¨ªas, cuando los dominaban la incertidumbre y el miedo. Urz¨²a encabez¨® tambi¨¦n los intentos de los mineros para encontrar una salida en los primeros d¨ªas tras el accidente. Cuando fracasaron, dio esperanza a sus compa?eros bas¨¢ndose en su experiencia en situaciones parecidas, ya que no era su primer accidente en la mina. En enero de 2006, vivi¨® un incendio en la mina Carola, tambi¨¦n en norte de Chile, donde tras la explosi¨®n de un cami¨®n murieron tres trabajadores.
En la profundidad de la mina San Jos¨¦, Urz¨²a ide¨® en los primeros 17 d¨ªas de encierro una rutina alimentaria que se repet¨ªa cada 48 horas: los mineros inger¨ªan dos trozos de jurel en lata y media taza de leche. Tambi¨¦n racion¨® los paquetes de galletas y melocotones en conserva que hab¨ªa en el refugio. El 23 de agosto, un d¨ªa despu¨¦s de que se supiera que estaban vivos a trav¨¦s de un escueto mensaje escrito en rojo por Jos¨¦ Ojeda, "Estamos bien en el refugio los 33", Urz¨²a fue quien respondi¨® la primera llamada telef¨®nica del ministro de Miner¨ªa, Laurence Golborne: "Estamos bien, esperando que usted nos rescate". Al d¨ªa siguiente respondi¨® una llamada de Pi?era: "Bajo un mar de rocas, estamos esperando que todo Chile haga fuerza para que nos puedan sacar de este infierno". En otra ocasi¨®n, este top¨®grafo, tambi¨¦n fan¨¢tico del f¨²tbol y organizador de "pichangas" (partidos informales), dijo al psic¨®logo que los atend¨ªa, Alberto Iturra, que redujera el tiempo de las entrevistas con los mineros. "Aqu¨ª abajo tenemos mucho trabajo que hacer", aleg¨®.
El propio Iturra dijo de ¨¦l: "El tipo debe de tener algo extraordinario". "No debe de haber sido f¨¢cil mantener el orden ah¨ª abajo durante 17 d¨ªas cuando hab¨ªa que alimentarse con dos cucharadas de at¨²n cada 48 horas. Yo lo ve¨ªa tan volcado en todo que le dije: 'Dese un respiro, don Luis, reparta las responsabilidades entre su gente. Necesito tenerle bien entero hasta el final". Las dotes de liderazgo de Urz¨²a han sido destacados hasta por los expertos estadounidenses de la NASA que llegaron a la mina para asesorar a los encargados del rescate en t¨¦cnicas de supervivencia. "?l siempre ha sido l¨ªder, por eso cre¨ªamos que si no era el primero, ser¨ªa el ¨²ltimo", dijo a los periodistas su primo Orlando Rivera Iribarren, que al igual que los dem¨¢s parientes de Urz¨²a hab¨ªa evitado hasta ahora a la prensa. "?l fue el que dirigi¨® a los mineros d¨¢ndoles valor", destac¨® Jos¨¦ Astorga, otro primo. "Saber que (Luis) ser¨ªa el ¨²ltimo fue una alegr¨ªa, nosotros ten¨ªamos la ilusi¨®n de que saldr¨ªa al ¨²ltimo, porque es el jefe del turno", indic¨® Juan Carlos, uno de los hermanos del top¨®grafo.
Walter Carrizo trabaj¨® con ¨¦l desde 1981 hasta 1990 en la que antes era la mina Agustina y ahora Carolina. "Como a todos los mineros, le gustaba carretear [salir de farra], un asa¨ªto, unos traguitos de vez en cuando... En aquella ¨¦poca no era jefe, solo top¨®grafo. Pero ya ten¨ªa car¨¢cter de l¨ªder; aunque no fuera jefe, siempre hab¨ªa gente alrededor de ¨¦l. Adem¨¢s de que hab¨ªa estudiado, ten¨ªa mucha experiencia, porque el cerro ense?a mucho". Pero como todo l¨ªder, tambi¨¦n se enfrent¨® a un conato de rebeli¨®n cuando un grupo de trabajadores intentaron abrirse camino hacia la superficie por su cuenta y riesgo. Finalmente, obedecieron a Urz¨²a. Ahora, el top¨®grafo, como sus 22 compa?eros, ha vuelto a nacer. Su madre, Nelly Iribarren, est¨¢ convencida de ello."Claro que ahora no ser¨¦ yo, sino la Madre Tierra", coment¨® antes del rescate.
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