Exportando nuestro camino hacia la estabilidad
Mientras Estados Unidos se recupera de esta recesi¨®n, el peor error que podemos cometer ser¨ªa el de reconstruir nuestra econom¨ªa sobre el mismo mont¨®n de deuda o sobre los beneficios de papel de la especulaci¨®n financiera. De cara al crecimiento econ¨®mico necesitamos reconstruir sobre unos cimientos nuevos y m¨¢s fuertes. Y parte de esos cimientos consiste en hacer lo que los norteamericanos siempre hemos hecho mejor: descubrir, crear y construir productos que se venden en todo el mundo.
Queremos que se nos conozca no solo por lo que consumimos sino por lo que producimos. Y cuanto m¨¢s exportemos m¨¢s puestos de trabajo crearemos en nuestro pa¨ªs. De hecho, con cada mil millones de d¨®lares que exportamos sustentamos 5.000 puestos de trabajo nacionales. Por esa raz¨®n me propongo el objetivo de duplicar el volumen de exportaciones de Estados Unidos en el plazo de cinco a?os. Para hacerlo necesitamos encontrar nuevos clientes en nuevos mercados para los productos norteamericanos. Y algunos de los mercados de m¨¢s r¨¢pido crecimiento se encuentran en Asia, adonde voy a viajar esta semana.
No es exagerado hablar de la importancia de Asia para nuestro futuro econ¨®mico. En Asia est¨¢n tres de las cinco mayores econom¨ªas del mundo, as¨ª como una clase media que se expande con rapidez y con ingresos crecientes. Mi viaje me va a llevar a cuatro democracias de Asia -India, Indonesia, Corea del Sur y Jap¨®n?cada una de las cuales es un socio importante para Estados Unidos. Tambi¨¦n participar¨¦ en dos reuniones en la cumbre -el grupo de las 20 naciones m¨¢s industrializadas y el foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico (APEC)? que se centrar¨¢n en el crecimiento econ¨®mico. Durante mi primera visita a India celebrar¨¦ encuentros con cientos de importantes hombres de negocios norteamericanos y con sus hom¨®logos de India para darles a conocer nuestro concreto objetivo exportador -miles de millones de d¨®lares en contratos que sostendr¨¢n decenas de miles de puestos de trabajo norteamericanos. Tambi¨¦n exploraremos los medios de reducir las barreras a las exportaciones estadounidenses y de ampliar los accesos al mercado indio.
Indonesia es un miembro del G-20. El a?o que viene asumir¨¢ la presidencia de la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN), un grupo cuyos miembros constituyen un mercado de m¨¢s de 600 millones de personas que se est¨¢ integrando progresivamente en un ¨¢rea de libre comercio y al que Estados Unidos exporta por valor de 80.000 millones de d¨®lares en bienes y servicios cada a?o. Mi administraci¨®n ha profundizado en nuestro compromiso con la ASEAN y durante los ocho primeros meses de 2010 la exportaci¨®n de productos norteamericanos a Indonesia se ha incrementado en un 47% respecto al mismo per¨ªodo de 2009. Aprovecharemos ese impulso para tratar de desarrollar una nueva cooperaci¨®n integral entre Estados Unidos e Indonesia.
En Corea del Sur, el presidente Lee Myung-bak y yo trabajaremos para formalizar un pacto comercial que podr¨ªa alcanzar un valor de decenas de miles de millones de d¨®lares por el incremento exportador y miles de puestos de trabajo para los norteamericanos. Otras naciones como Canad¨¢ y algunos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea est¨¢n tratando de cerrar pactos comerciales con Corea del Sur, con lo que hay empresas norteamericanas que est¨¢n perdiendo oportunidades de vender sus productos en ese mercado en expansi¨®n. Antes ¨¦ramos los primeros exportadores a Corea del Sur; ahora ocupamos el cuarto lugar y durante la ¨²ltima d¨¦cada hemos visto caer a la mitad la parte que nos corresponde compartir en las importaciones de Corea.
Pero todo acuerdo debe hacerse en sus justos t¨¦rminos. Por esa raz¨®n tendremos que resolver temas pendientes en nombre de los exportadores norteamericanos, incluidos los fabricantes de autom¨®viles y los trabajadores. Si lo logramos, seremos capaces de cerrar un acuerdo que mantenga los trabajos y la prosperidad en nuestro pa¨ªs. Corea del Sur es tambi¨¦n el anfitri¨®n del foro econ¨®mico del G-20, la organizaci¨®n que hemos convertido en el punto focal de la cooperaci¨®n econ¨®mica internacional. El pasado a?o, las naciones del G-20 trabajaron juntas para detener la expansi¨®n de la peor crisis econ¨®mica desde los a?os treinta. Este a?o nuestra primera prioridad es la de conseguir un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado. Ello requerir¨¢ la cooperaci¨®n y la responsabilidad de todas las naciones, las de econom¨ªas emergentes y las de econom¨ªas avanzadas; de las que tienen d¨¦ficit y de las que tienen super¨¢vit.
Finalmente, en la reuni¨®n de la APEC en Jap¨®n continuar¨¦ buscando nuevos mercados en Asia para las exportaciones norteamericanas. Queremos expandir nuestras relaciones comerciales en la regi¨®n, incluso a trav¨¦s del Partenariado Trans-Pac¨ªfico, para asegurarnos de que no estamos cediendo a otras naciones mercados, exportaciones y los puestos de trabajo que conllevan. Igualmente expondremos el trabajo preliminar realizado con vistas a albergar la reuni¨®n de la APEC en Hawaii en 2011, la primera que se celebra en territorio americano desde 1993.
El gran desaf¨ªo de nuestro tiempo es el de asegurarnos de que Estados Unidos est¨¢ preparado para competir por los trabajos y las industrias del futuro. En tiempos de dificultad econ¨®mica puede resultar tentador ensimismarse, lejos de los intercambios comerciales con otras naciones. Pero en nuestro mundo interconectado ese no es el camino del crecimiento, y ese no es el camino para crear trabajo. No podemos cerrarnos a esos mercados. Nuestro gobierno, juntamente con empresarios y trabajadores, debe dar pasos en la direcci¨®n de promover y vender nuestros bienes y servicios en el extranjero, particularmente en Asia. Es as¨ª como crearemos trabajos, prosperidad y una econom¨ªa que se sustente sobre unos cimientos m¨¢s s¨®lidos.
? The New York Times - Traducci¨®n de Juan Ram¨®n Azaola
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.