Obama choca con el aislacionismo de EE UU
La preocupaci¨®n por satisfacer a sus electores impide al presidente una pol¨ªtica exterior m¨¢s ambiciosa - Asia observa con recelo los movimientos de Washington
Este es un gran momento para estar en Asia, la regi¨®n de la que ya depende el futuro de la econom¨ªa mundial. Pero este es un p¨¦simo momento para que Barack Obama est¨¦ en Asia. La visita del presidente norteamericano, que continu¨® ayer en India, choca cada d¨ªa en Estados Unidos contra una fuerte corriente aislacionista y populista que las recientes elecciones estatales y legislativas han puesto crudamente de manifiesto.
La declaraci¨®n m¨¢s reveladora sobre el contexto de este viaje no la ha hecho Obama en India, sino, desde otro punto de Asia, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que est¨¢ en Hong Kong al frente de un congreso internacional de grandes ciudades. "Si te fijas en Estados Unidos y en quienes est¨¢n eligiendo para el Congreso, es gente que apenas sabe leer. Apuesto a que un mont¨®n de ellos ni siquiera tienen pasaporte. Si no tenemos cuidado, estamos a punto de empezar una guerra comercial con China, y estoy seguro de que muchos no saben siquiera donde est¨¢ China", dijo ayer el respetado empresario y pol¨ªtico republicano a The Wall Street Journal.
"Obama ya tiene los contratos, el resto no le importa", dice un analista indio
Hay una dura pugna en EE UU sobre los riesgos y ventajas de la globalizaci¨®n
El alcalde alude en parte a las dur¨ªsimas cr¨ªticas que durante la reciente campa?a electoral estadounidense se han hecho contra China, a la que los candidatos republicanos, y muchos dem¨®cratas, demonizaron como la nueva amenaza contra el bienestar de los norteamericanos, el principal culpable de que desaparezcan puestos de trabajo en Ohio y desciendan las expectativas de progreso de las pr¨®ximas generaciones.
El caso de India es similar. Varios comentaristas, tambi¨¦n en la izquierda, han reprochado a Obama que escoja como primer destino de su gira tras el fracaso electoral un pa¨ªs que los estadounidenses identifican con el trasvase de empleos, con la utilizaci¨®n maliciosa por parte de las empresas de este mercado barato de mano de obra para situar aqu¨ª sus centros de comunicaci¨®n y sus plantas de producci¨®n, privando de ellos a sus compatriotas.
El propio Obama no ha sido completamente ajeno a la promoci¨®n de esos miedos provincianos, con una defensa proteccionista en muchos de sus discursos de medidas que favorezcan a las empresas que creen puestos de trabajo dentro de EE UU. Ahora, su viaje se ve perjudicado por esa postura y sus opciones de conseguir alianzas estrat¨¦gicas de largo plazo se ven considerablemente disminuidas. India se siente perjudicada por esa imagen, China se prepara para lo peor y toda Asia observa con recelo los pr¨®ximos movimientos en Washington.
El presidente derrocha en esta gira gestos para aliviar esas sospechas. Ayer bail¨®, junto a su esposa, Michelle, con los ni?os de una escuela de Bombay para celebrar una fiesta y particip¨® en una charla con estudiantes, que le preguntaron abiertamente sobre los asuntos m¨¢s delicados. Obama admiti¨® que uno de los retos m¨¢s dif¨ªciles para EE UU en estos momentos es "ver c¨®mo es capaz de responder, desde una situaci¨®n de crisis econ¨®mica, a los desaf¨ªos de la globalizaci¨®n. (...) EE UU estaba acostumbrado a ser, sin contestaci¨®n, la mayor econom¨ªa del mundo; ahora lo sigue siendo, pero tiene que competir con pa¨ªses como India, China o Brasil". Obama pronostic¨® una dura pugna en su pa¨ªs "entre aquellos que ven la globalizaci¨®n como una amenaza y los que lo ven como una oportunidad".
De momento, parecen imponerse los que lo consideran un peligro, incluso en la Casa Blanca. Tras los resultados electorales, este viaje fue promocionado en Washington -as¨ª lo dijo el propio Obama antes de subirse al avi¨®n en la base de Andrews- como una iniciativa para responder a las dificultades econ¨®micas de los norteamericanos, relegando a un lugar secundario los graves problemas propios de esta regi¨®n.
No se puede hacer una gran pol¨ªtica internacional con el ¨²nico prop¨®sito de satisfacer a los votantes en casa. Pese a la cortes¨ªa oficial que domina este tipo de acontecimientos, los indios perciben esta visita como una oportunidad perdida, o al menos devaluada. "Obama ya ha conseguido los contratos y el titular sobre los 54.000 puestos de trabajo; el resto del viaje no le importa lo m¨¢s m¨ªnimo", dec¨ªa ayer el comentarista de una cadena de televisi¨®n local aludiendo a los 10.000 millones de d¨®lares firmados por empresas norteamericanas para la venta de sus productos en el mercado indio.
Quiz¨¢ sea un juicio exagerado, pero no se aleja mucho del inter¨¦s que la prensa norteamericana demuestra en este viaje, casi un¨¢nimemente concentrado en estos primeros d¨ªas en el encuentro que el presidente tuvo en Bombay con 200 ejecutivos de algunas de las principales firmas de Estados Unidos.
India est¨¢ interesada en las inversiones norteamericanas, pero tambi¨¦n tiene otras preocupaciones de car¨¢cter econ¨®mico, pol¨ªtico y de seguridad sobre las que le gustar¨ªa ver mayor inter¨¦s de parte norteamericana.
De todos esos asuntos empezaron a tratar anoche en una cena en Nueva Delhi el presidente estadounidense y el primer ministro indio, Manmohan Singh. Es la sexta vez que se re¨²nen desde que Obama es presidente. Tantas como con el presidente de China. Singh fue el primer jefe de Estado extranjero que hizo una visita oficial a Washington durante esta Administraci¨®n y siempre ha recibido un trato muy deferente de Obama, que una vez dijo de ¨¦l: "Cuando Singh habla, todo el mundo escucha". Hay que ver si esa autoridad sirve ahora para que EE UU se tome a India en serio, no en la ret¨®rica sino en los hechos.
Mensaje de paz para India y Pakist¨¢n
Barack Obama hizo ayer un llamamiento al inicio de un di¨¢logo entre Pakist¨¢n e India, los archienemigos regionales, sobre la base de que ambos pa¨ªses se ver¨ªan beneficiados de un clima m¨¢s estable y seguro. El presidente norteamericano no precis¨®, sin embargo, si ten¨ªa alguna propuesta espec¨ªfica que presentar al respecto y advirti¨® que correspond¨ªa a los dos pa¨ªses dise?ar el contenido y los plazos de esa negociaci¨®n.
Obama se refiri¨® al asunto durante la conversaci¨®n que mantuvo en Bombay con estudiantes universitarios, y es muy probable que lo abordara m¨¢s en detalle durante su cena anoche con el primer ministro indio, Manmohah Singh, y en la reuni¨®n que ambos sostendr¨¢n hoy en Nueva Delhi.
"Mi esperanza es que, con el tiempo, se desarrolle confianza entre los dos pa¨ªses, que empiece el di¨¢logo, quiz¨¢ sobre los asuntos menos controvertidos al principio, para abordar posteriormente los temas m¨¢s delicados", manifest¨® el presidente norteamericano.
Poco despu¨¦s de esa declaraci¨®n, el portavoz del Ministerio de Exteriores paquistan¨ª dijo en Islamabad que EE UU "puede jugar un papel eficaz para una soluci¨®n amistosa del largo conflicto de Cachemira", una dividida regi¨®n fronteriza con el norte de India que ambos pa¨ªses se disputan.
El papel de EE UU, si lo llega a tener en alg¨²n momento, no es tan sencillo. Durante su visita a India, Obama ha caminado por una l¨ªnea muy fina en este asunto para no irritar a Pakist¨¢n sin decepcionar a India, que responsabiliza a sus vecinos de los ataques de 2008 en Bombay.Obama aconsej¨®, no obstante, a India que rompa ese largo ciclo de hostilidad con su vecino. Record¨® a los indios que su meta es ahora el desarrollo y el progreso, y que el conflicto con Pakist¨¢n solo constituye, en ese camino, "una distracci¨®n".
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