Las cr¨ªticas al est¨ªmulo monetario arrinconan a EE UU antes del G-20

La ventaja de tener varios viceministros de Finanzas es que hay personal de sobra para hacer la tradicional representaci¨®n poli bueno-poli malo. Si el s¨¢bado fue un viceministro chino, Wang Jun, el que se mostr¨® comprensivo con el pol¨¦mico est¨ªmulo monetario aprobado por la Reserva Federal la pasada semana, ayer Pek¨ªn volvi¨® a la ofensiva. "Hay m¨¢s dinero caliente dando vueltas ahora que al principio de la crisis, Estados Unidos no ha tenido en cuenta el impacto del exceso de flujos de capital en la estabilidad de los mercados emergentes", lanz¨® el viceministro Zhu Guangyao. La decisi¨®n de la Reserva Federal "ser¨¢ un golpe para los mercados financieros, en especial, para los de las econom¨ªas emergentes", remach¨®. El Eurogrupo, m¨¢s Alemania y Rusia se sumaron con entusiasmo a las cr¨ªticas a EE UU, que protagonizan los pre¨¢mbulos de la quinta cumbre de l¨ªderes del G-20.

Geithner propone que se vigile el saldo comercial en lugar de poner un l¨ªmite

Alemania dice que la pol¨ªtica monetaria estadounidense carece de rumbo

A cuatro d¨ªas del inicio de la cumbre de Se¨²l (Corea del Sur), la obra le est¨¢ saliendo a China a pedir de boca. En la cuarta cita del foro de pa¨ªses ricos y emergentes, celebrada a finales de junio en Toronto (Canad¨¢), el gigante asi¨¢tico eludi¨® una encerrona diplom¨¢tica al anunciar una apreciaci¨®n controlada de su moneda, el yuan, una exigencia un¨¢nime de los pa¨ªses avanzados, con EE UU a la cabeza. Tres meses despu¨¦s, la revalorizaci¨®n del yuan se ha quedado en an¨¦cdota (apenas un 2% respecto al d¨®lar), pero las ¨²ltimas decisiones estadounidenses han girado el punto de mira sobre Washington.

La propuesta del secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, de limitar al 4% del PIB el saldo exterior (super¨¢vit o d¨¦ficit) de cada econom¨ªa, ha cosechado un rechazo mayoritario. Tanto que el pasado viernes retir¨® la idea de un objetivo fijo en favor de "una serie de indicadores, que actuar¨ªan como una alerta temprana sobre grandes excedentes o d¨¦ficit para que puedan ser monitorizados", dijo ayer Geithner en Nueva Delhi (India).

Y ha gustado menos a¨²n el anuncio de la Reserva Federal de que volver¨¢ a generar d¨®lares para financiar la compra de t¨ªtulos de deuda p¨²blica (420.000 millones de euros) a los bancos de EE UU: la decisi¨®n busca incentivar el cr¨¦dito y la inversi¨®n en t¨ªtulos privados, pero de paso, deprime el tipo de inter¨¦s y el valor del d¨®lar. Y hace m¨¢s atractiva a¨²n las operaciones a corto plazo en pa¨ªses emergentes, temerosos de la formaci¨®n de burbujas en sus mercados financieros.

El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, critic¨® el paquete de est¨ªmulo monetario de EE UU porque en su opini¨®n conducir¨¢ a "una salida de la crisis inflacionista", informa Andreu Miss¨¦. En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Juncker expres¨® su temor porque las medidas adoptadas por Washington provocar¨¢n un "aumento de liquidez hacia los pa¨ªses emergentes que estos no podr¨¢n absorber". Reiter¨® su convicci¨®n de que "el d¨®lar no se encuentra al nivel en que deber¨ªa estar en relaci¨®n al euro", abogando impl¨ªcitamente por su apreciaci¨®n.

Alemania y Rusia (dos pa¨ªses con elevados super¨¢vit comerciales, como China) tambi¨¦n se liaron ayer a dar mamporros dial¨¦cticos contra Washington, bajo la agradecida mirada de Pek¨ªn. "No es justo que los americanos acusen a China de manipular los tipos de cambio y despu¨¦s le den a la impresora de billetes y rebajen la cotizaci¨®n del d¨®lar", lanz¨® el ministro de Finanzas alem¨¢n, Woflgang Sch?uble, para quien la pol¨ªtica estadounidense carece de orientaci¨®n. "El presidente ruso insistir¨¢ en Se¨²l en que acciones como la de la Reserva Federal deben consultarse antes con otros pa¨ªses del G-20", adelant¨® Arkady Dvorkovich, asesor del l¨ªder ruso, Dmitry Medv¨¦dev.

Y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de visita oficial en India, tuvo que levantar la guardia y defender el est¨ªmulo monetario con una advertencia: "El mandato de la Reserva Federal, que es tambi¨¦n mi mandato, es hacer crecer a nuestra econom¨ªa. Y eso no es solo bueno para Estados Unidos. Lo peor que pod¨ªa ocurrir a la econom¨ªa mundial es que nuestro pa¨ªs acabe estancado o con un crecimiento muy d¨¦bil". Para Obama, no es sostenible que haya pa¨ªses "con super¨¢vit masivos, mientras otros tienen d¨¦ficit masivos. Los ajustes en las monedas deben llevar a un esquema de crecimiento m¨¢s equilibrado".

El presidente de EE UU admite que "todos los pa¨ªses est¨¢n preocupados ahora por lo que hacen los otros, pero la l¨ªnea de flotaci¨®n debe estar en pensar que todos los pa¨ªses del G-20 se beneficiar¨¢n si la econom¨ªa de EE UU crece".

Lo que cada vez est¨¢ m¨¢s claro es que la controversia sobre los tipos de cambio y los desequilibrios externos restar¨¢ muchas energ¨ªas a las delegaciones del G-20 en Se¨²l. "Todo el mundo sabe ya que existe una guerra de divisas", indic¨® el presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, quien puso en pie de igualdad "la devaluaci¨®n de la moneda china y de la moneda estadounidense", otra muesca en el rev¨®lver de la diplomacia del gigante asi¨¢tico. Una "guerra de divisas" que oscurece otros asuntos en la mesa de la cumbre coreana, como el primer paso significativo en la reforma financiera o la cesi¨®n de poder a los emergentes en el FMI.