Emilio Massera, verdugo de la dictadura argentina
Intervino en el golpe militar junto a Videla y dirigi¨® uno de los mayores centros de tortura del r¨¦gimen
El almirante Emilio Eduardo Massera, de 84 a?os, el hombre que convirti¨® a la Armada argentina en sin¨®nimo de espanto y que anim¨® a muchos de sus oficiales a transformarse en torturadores, secuestradores y asesinos, falleci¨® el lunes en el Hospital Naval de Buenos Aires v¨ªctima de un derrame cerebral. Massera, integrante de las Juntas militares que gobernaron el pa¨ªs entre 1976 y 1983, sufri¨® en 2002 un aneurisma vascular que deriv¨® en un deterioro "cr¨®nico e irreversible" y termin¨® sus d¨ªas demente e incapaz.
Massera fue, entre todos los militares que protagonizaron el golpe de Estado de marzo de 1976 y el terrible "Proceso de Reorganizaci¨®n Nacional", el que m¨¢s aspiraciones pol¨ªticas aliment¨®. De hecho, pretendi¨® incluso presentarse como candidato a la presidencia de la naci¨®n, reci¨¦n acabada la dictadura militar. Su "carrera" y su incre¨ªble egolatr¨ªa fueron cortadas de cuajo, primero por la acusaci¨®n de haber tirado al mar, desde su yate oficial, al marido de una de sus amantes y luego, por la famosa causa judicial "Nunca M¨¢s" abierta por el Gobierno democr¨¢tico de Ra¨²l Alfons¨ªn, que termin¨®, en 1985, con la condena a cadena perpetua de los principales responsables de la dictadura militar. El llamado "Proceso" supuso la muerte y desaparici¨®n de unos 30.000 argentinos, seg¨²n los c¨¢lculos de los organismos de defensa de los derechos humanos.
Massera no pas¨® todos estos a?os en la c¨¢rcel, como orden¨® aquel tribunal, sino que sali¨® en libertad poco despu¨¦s, en 1990, gracias al indulto concedido por el presidente peronista Carlos Menem. En 1998 los jueces volvieron a imputarle por el delito de robo y secuestro de ni?os (hijos de mujeres desaparecidas tras pasar por instalaciones militares de la Armada) y en 2007, con el gobierno de N¨¦stor Kirchner, la Corte Suprema declar¨® "inconstitucionales" los indultos de Menem y las leyes de Obediencia Debida y orden¨® reabrir todos los casos de asesinatos ocurridos durante la dictadura. Para entonces, sin embargo, Massera ya estaba lo suficientemente enfermo y loco como para ser declarado "incapaz".
El marino que leg¨® a la Historia de la infamia las siglas de la ESMA (Escuela Superior de Mec¨¢nica de la Armada) como sin¨®nimo de horror, obtuvo el grado de almirante de manos de Juan Domingo Per¨®n en 1974, con 49 a?os de edad, quiz¨¢s el m¨¢s joven de la Historia argentina. De buena presencia, muy mujeriego (lo que no imped¨ªa su imagen de cat¨®lico fervoroso ni sus excelentes relaciones con la jerarqu¨ªa de la Iglesia) Massera acababa de cumplir 51 a?os cuando, junto con el general Jorge Rafael Videla, y el jefe de la Fuerza A¨¦rea, Orlando Ram¨®n Agosti, form¨® el primer triunvirato militar que dio el golpe de Estado y derrib¨® el ya tambaleante Gobierno de Isabel Per¨®n. Los tres oficiales decidieron repartirse el poder por tercios, una para cada arma, y se lanzaron a una represi¨®n feroz, primero contra los "subversivos", integrantes de los Montoneros y otros grupos armados de izquierda; "despu¨¦s contra los c¨®mplices; luego, contra sus simpatizantes; y, por ¨²ltimo, contra los indiferentes y a los tibios", seg¨²n explic¨® otro almirante de su misma ralea, Alfredo Oscar Saint-Jean.
Seg¨²n palabras del periodista Horacio Verbitsky, que dirige hoy el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el almirante Massera se caracteriz¨® por "su impostaci¨®n oper¨ªstica, su debilidad por las actrices m¨¢s j¨®venes y por las met¨¢foras m¨¢s arcaicas, b¨ªblicas, dentro de lo posible". Fue el menos gris de los integrantes de las Juntas militares, pero no porque fuera m¨¢s brillante o inteligente o menos cruel, sino porque disfrutaba con su papel p¨²blico y exhib¨ªa encantado su poder. Conspir¨® contra sus compa?eros militares, pero no para limitar la sangrienta locura en la que se hab¨ªan implicado, sino para reclamar mayor parte del bot¨ªn y de la "gloria".
Es dif¨ªcil describir las torturas, vejaciones y horrores que se cometieron en los centros clandestinos de detenci¨®n que control¨® el almirante Emilio Massera. El informe elaborado por la Comisi¨®n Nacional sobre la Desaparici¨®n de Personas (CONADEP), que cre¨® el presidente Alfons¨ªn y que presidi¨® el escritor Ernesto S¨¢bato, recogi¨® detalladamente la manera sistem¨¢tica, organizada y disciplinada en la que se tortur¨® y asesin¨®. La causa por los secuestros, quebrantos y asesinatos cometidos en el amplio grupo de edificios de la ESMA, a la salida de Buenos Aires, se est¨¢ llevando a cabo actualmente en el Tribunal Federal n¨²mero cinco, con 19 imputados. El tribunal tom¨® declaraci¨®n precisamente ayer al cardenal Jorge Bergoglio, en relaci¨®n con la desaparici¨®n de dos sacerdotes, "chupados" por un grupo de operaciones de la Armada.
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