Qu¨¦ debemos hacer ahora por Irak

Hace ocho d¨ªas, los l¨ªderes pol¨ªticos iraqu¨ªes se pusieron de acuerdo sobre un marco de formaci¨®n de un nuevo Gobierno que gu¨ªe su pa¨ªs durante los a?os cruciales que se avecinan. Desde las elecciones del pasado mes de marzo, Estados Unidos ha dicho que el pueblo iraqu¨ª merece un Gobierno que refleje el resultado de esas elecciones, que incluya a los grandes bloques que representan a las distintas comunidades del pa¨ªs y que no excluya ni margine a nadie. Eso es lo que ahora van a tener.
Aunque el presidente Obama y yo -junto con un extraordinario equipo de funcionarios estadounidenses en Washington y Bagdad- hemos contribuido activamente a apoyar estos esfuerzos, los pasos m¨¢s importantes los han dado los dirigentes de los principales partidos pol¨ªticos iraqu¨ªes. Su triunfo es la prueba m¨¢s reciente y m¨¢s firme de un hecho fundamental que se ha producido en Irak: durante los dos ¨²ltimos a?os, la pol¨ªtica se ha convertido en el instrumento predominante para resolver las diferencias y defender los intereses de cada parte.
En los ¨²ltimos meses, una y otra vez, los l¨ªderes iraqu¨ªes se han esforzado para resolver cuestiones muy delicadas, como las disputas sobre qui¨¦n tiene derecho a ser candidato a cargos p¨²blicos o a ocupar un puesto en el Gobierno, las discusiones sobre los resultados electorales y los acuerdos de reparto de poder, sin recurrir a la violencia. No siempre ha sido f¨¢cil, pero la pol¨ªtica no suele serlo, ni en Irak, ni en Estados Unidos ni en cualquier otro pa¨ªs. No obstante, al acordar la formaci¨®n de un Gobierno de unidad nacional, los l¨ªderes iraqu¨ªes han transmitido un mensaje inconfundible a sus ciudadanos, su regi¨®n y el mundo: despu¨¦s de m¨¢s de siete a?os de guerra y decenios de dictadura, los iraqu¨ªes desean una naci¨®n en la que se reconozcan los derechos de todos los ciudadanos y se aproveche el talento de todos para hacer realidad todas las posibilidades del pa¨ªs.
En un pa¨ªs al que a¨²n aguardan enormes retos en la v¨ªa hacia la seguridad y la prosperidad, ese ese objetivo es m¨¢s esencial que nunca. El siguiente paso es que los responsables del nuevo Gobierno de Irak cumplan su hist¨®rico compromiso de repartirse el poder, una promesa encarnada por el nuevo Consejo Nacional de Pol¨ªtica Superior, cuyas responsabilidades y cuya autoridad est¨¢n a¨²n por determinar pero que acabar¨¢n consagradas en forma de ley.
Estados Unidos tambi¨¦n debe seguir ayudando a fortalecer los avances de Irak. Por eso no vamos a abandonar el pa¨ªs; nuestro compromiso est¨¢ dejando de ser militar para convertirse en civil.
Desde que tom¨® posesi¨®n, el Gobierno de Obama ha retirado casi 100.000 soldados de Irak y ha puesto fin a las operaciones de combate. Los 50.000 soldados que permanecer¨¢n all¨ª hasta finales de 2011 tienen una nueva misi¨®n: asesorar y ayudar a sus hom¨®logos iraqu¨ªes, proteger a nuestro personal y nuestras propiedades y participar en operaciones antiterroristas. Mientras tanto, estamos estableciendo una presencia diplom¨¢tica en todo el pa¨ªs y, de acuerdo con las condiciones de nuestro Acuerdo Marco Estrat¨¦gico, construyendo una relaci¨®n din¨¢mica de colaboraci¨®n en diversos sectores de la administraci¨®n, como la educaci¨®n, la energ¨ªa, el comercio, la sanidad, la cultura, la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, el orden p¨²blico y el sistema judicial.
En un pa¨ªs en el que los extremistas siguen empe?ados en sembrar el caos y la poblaci¨®n civil inocente contin¨²a sufriendo penalidades incre¨ªbles, la transici¨®n a una sociedad m¨¢s segura depende de que sigan desarroll¨¢ndose las fuerzas del orden iraqu¨ªes, que hoy cuentan ya con m¨¢s de 650.000 miembros.
Durante las seis visitas que he hecho a Irak desde enero de 2009, he visto los extraordinarios avances que han hecho su polic¨ªa y su ej¨¦rcito. Irak, hoy, est¨¢ en su momento m¨¢s seguro y estable desde el comienzo de la guerra en 2003. Hace m¨¢s de un a?o, las fuerzas iraqu¨ªes asumieron las tareas de seguridad en las grandes ciudades, y el pasado mes de agosto, cuando termin¨® la misi¨®n de combate estadounidense, se convirtieron en principales responsables para todo el pa¨ªs.
En los ¨²ltimos meses, gracias a la labor de sus propios servicios de inteligencia, las fuerzas iraqu¨ªes han matado o capturado a docenas de altos jefes de Al Qaeda en Irak y otros grupos terroristas. La cifra semanal de incidentes violentos en el pa¨ªs ha pasado de casi 1.600 en 2007 a aproximadamente 160.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes no est¨¢n listas todav¨ªa para trabajar totalmente por su cuenta, y debemos seguir apoy¨¢ndolas. Debemos asimismo ayudar a los l¨ªderes iraqu¨ªes ante una serie de retos que les esperan: llevar a cabo un censo; integrar m¨¢s a fondo a las fuerzas de seguridad kurdas dentro de las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes; mantener los compromisos con los Hijos de Irak, los grupos sun¨ªes que se aliaron para luchar contra los insurgentes; resolver las disputas sobre l¨ªmites internos y el futuro de la ciudad de Kirkuk, en el norte, que reivindican tanto ¨¢rabes como kurdos; aprobar una ley de hidrocarburos que distribuya los ingresos del petr¨®leo y beneficie a todos los iraqu¨ªes; estabilizar la econom¨ªa a trav¨¦s de inversiones extranjeras, el desarrollo del sector privado y nuevas fuentes de ingresos aparte del crudo; aprobar un presupuesto fiscalmente responsable; y completar las obligaciones con Naciones Unidas contra¨ªdas tras la guerra del Golfo.
Aunque llegar¨¢ un d¨ªa en el que la vasta riqueza natural de Irak servir¨¢ para financiar por si sola su seguridad y sus necesidades inversoras, y en el que las instituciones civiles no necesitar¨¢n ya tanto apoyo, todav¨ªa no hemos alcanzado ese momento. Irak ha aumentado sus gastos en estas ¨¢reas y, con el respaldo de Estados Unidos, podr¨¢ superar la historia traum¨¢tica de generaciones para convertirse en un pa¨ªs estable y autosuficiente.
?se es el motivo por el que, a pesar de los dif¨ªciles tiempos econ¨®micos que vivimos, hemos pedido al Congreso que acepte nuestras solicitudes presupuestarias para poder seguir sosteniendo nuestra intervenci¨®n en Irak, que incluye una mayor presencia diplom¨¢tica, un plan de modernizaci¨®n para las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes y la financiaci¨®n de un programa de desarrollo de la polic¨ªa. La retirada parcial de tropas estadounidenses supondr¨¢ un ahorro de 15.000 millones de d¨®lares en el pr¨®ximo a?o fiscal; lo que pretendemos es destinar menos de un tercio de esa cantidad a ofrecer la ayuda necesaria a las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes y la labor civil de nuestro Departamento de Estado.
Nuestro pa¨ªs ha pagado un precio muy alto por la guerra de Irak, y el mayor precio de todos es el de los 4.430 h¨¦roes que han hecho el sacrificio supremo. Ahora, a Estados Unidos le interesa ayudar a que Irak conserve lo que ha conseguido, impedir la reaparici¨®n de la violencia extremista y animar a Irak a que se convierta en un aliado fundamental de nuestro pa¨ªs en una regi¨®n estrat¨¦gica crucial y un actor regional responsable por derecho propio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Retirada militar
- Derecho civil
- Pruebas judiciales
- Opini¨®n
- Resultados electorales
- Terroristas
- Estados Unidos
- Oriente pr¨®ximo
- Guerra
- Acci¨®n militar
- Espionaje
- Investigaci¨®n judicial
- Elecciones
- Gobierno
- Juicios
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos
- Proceso judicial
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Terrorismo
- Defensa
- Derecho
- Justicia