Aportaciones hist¨®ricas sobre la liberaci¨®n de Mandela, la Revoluci¨®n Isl¨¢mica o el conflicto de las Malvinas
El primer cable enviado desde la Embajada en Madrid expresa la indignaci¨®n de EE UU por la liberaci¨®n de dos libaneses condenados por terrorismo
El conjunto de documentos filtrados incluye varios cuyo valor principal es la luz que arrojan sobre acontecimientos hist¨®ricos cuyas consecuencias se prolongan en algunos casos hasta el d¨ªa de hoy. Los dos primeros son los m¨¢s antiguos del paquete que se hace p¨²blico: fueron enviados en 1966 y 1972 desde Argentina e Ir¨¢n. El tercero procede tambi¨¦n de Ir¨¢n, pero ocho a?os m¨¢s tarde, en plena Revoluci¨®n Isl¨¢mica. El cuarto, de 1986, es el primero en el que aparece Espa?a. Y el ¨²ltimo, de 1990, informa de la inminente liberaci¨®n de l¨ªder sudafricano Nelson Mandela, el principio del fin del apartheid.
1. Argentina y las Malvinas (Documento 1)
El 28 de diciembre de 1966, seis meses despu¨¦s del golpe de Estado del General Juan Carlos Ongan¨ªa y 15 a?os antes de la guerra que enfrent¨® a Inglaterra y Argentina por las islas Malvinas, la Embajada de Buenos Aires alerta de que Argentina planea aumentar sustancialmente sus aguas territoriales en las pr¨®ximas semanas, abarcando en su nueva configuraci¨®n a las Malvinas. "La prensa informa y diversas fuentes de la embajada confirman que la nueva legislaci¨®n argentina, que cambia de forma unilateral la jurisdicci¨®n mar¨ªtima, est¨¢ en avanzado estado de revisi¨®n", dice el documento, que achaca la urgencia de la decisi¨®n a la alarma suscitada en las fuerzas armadas del pa¨ªs por la aparici¨®n en aguas argentinas de nav¨ªos cubanos y sovi¨¦ticos. La embajada explica que ha intentado frenar la decisi¨®n informando a los oficiales argentinos de que tal cambio no solucionar¨¢ el problema y podr¨ªa crear "nuevas fuentes de malentendidos y conflictos". Argentina aprob¨® la nueva norma al d¨ªa siguiente. En marzo, EE UU protest¨® formalmente por la medida.
"[Los iran¨ªes] son proclives a asumir que decir algo es lo mismo que hacerlo"
"Mandela tiene una buena opini¨®n de De Klerk (...) aunque le considera el l¨ªder del Partido Nacional y poco m¨¢s".
2. Escuadrones para el sah (Documento 2)
El 25 de febrero de 1972, el embajador en Ir¨¢n informa de que el sah, a trav¨¦s de su ministro de Defensa, ha pedido a Estados Unidos que haga un esfuerzo y acelere la entrega de 16 escuadrones F-4ES. El motivo de la urgencia del monarca Reza Pahlevi es su preocupaci¨®n por "las ambiciones de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y por el reciente acuerdo de amistad firmado por la URSS e Irak". El embajador recomienda que se atiendan las peticiones del sah y que se le d¨¦ a Ir¨¢n prioridad en la entrega de escuadrones. El cable insiste en la "ansiedad" del sah ante la amenaza del eje Irak-URSS y pide que, dada la relevancia del pa¨ªs para los intereses nacionales, se haga "todo lo posible" para cumplir la petici¨®n.
3. Los persas y su "ego¨ªsmo desbocado" (Documento 13)
He aqu¨ª un ejemplo de cable de contenido "psicol¨®gico". El 13 de agosto de 1979, en plena Revoluci¨®n Isl¨¢mica, la embajada de Teher¨¢n env¨ªa un an¨¢lisis de la forma de ser de los "persas" -de sus "limitaciones"- dirigido a representantes del Gobierno y a ejecutivos de empresas que tengan que negociar con ellos. El an¨¢lisis incluye descripciones como las siguientes: "Quiz¨¢ la ¨²nica caracter¨ªstica dominante de la psique persa es el ego¨ªsmo desbocado". "Su larga historia de inestabilidad e inseguridad impulsa la autopreservaci¨®n". "Se preocupan de uno mismo y dejan poco espacio para entender los puntos de vista del resto". "Su mentalidad es de bazar (...) ignoran sus intereses a largo plazo a favor de ventajas inmediatas". "Tienen poca vista y usan t¨¢cticas de acoso". "Son incapaces de comprender la causa efecto". "Debido al islam y su ¨¦nfasis en la omnipotencia de Dios, incluso los persas educados al estilo occidental tienen problemas para entender la interrelaci¨®n de los eventos". "No aceptan las consecuencias de sus propios actos". "Son proclives a asumir que decir algo es lo mismo que hacerlo". "No acompa?an los compromisos de resultados". Tras la descripci¨®n se hace una serie de reflexiones: "No hay que asumir que un iran¨ª entiende las ventajas de una relaci¨®n a largo plazo basada en la confianza". "[En las negociaciones, el iran¨ª]. Intentar¨¢ maximizar los beneficios propios". "Las negociaciones pueden romperse en cualquier momento".
4. Espa?a libera a dos terroristas (Documento 129)
El 12 de julio de 1986 el Gobierno espa?ol indult¨® a dos terroristas chiitas libaneses, Mohamed Rahal y Mustaf¨¢ Ali Jalil, que hab¨ªan sido condenados a 23 a?os de c¨¢rcel por intentar asesinar, dos a?os antes, a un diplom¨¢tico libio en Madrid. Ese es el primer cable relacionado con Espa?a que aparece en la masiva filtraci¨®n de documentos del Departamento de Estado. Lleva la firma del embajador Thomas Enders y tiene fecha del 14 de julio de 1986. Para forzar su liberaci¨®n sus familiares secuestraron unas horas en Beirut al embajador de Espa?a y, m¨¢s tarde, a un polic¨ªa y a dos empleados de la embajada. "Nadie aqu¨ª se hace ninguna ilusi¨®n de que la liberaci¨®n de Rahal y de Jalil no se deba a la puesta en libertad, hace cinco meses, de los rehenes espa?oles", concluye Enders.
5. Mandela informa de su propia liberaci¨®n (Documento 333)
El documento 333, del 17 de enero de 1990, anuncia un momento hist¨®rico: la liberaci¨®n de Nelson Mandela tras 27 a?os en prisi¨®n. La fuente no es otra que el propio Mandela, quien a trav¨¦s del abogado Essa Moosa informa de que el 2 de febrero el presidente De Klerk anunciar¨¢ en el Parlamento su liberaci¨®n as¨ª como el levantamiento del Estado de emergencia, la legalizaci¨®n del Congreso Nacional Africano (CNA) y otras organizaciones pol¨ªticas, y el retorno de los exilados pol¨ªticos. El c¨®nsul en Ciudad del Cabo (Charles R. Baquet) recoge la preocupaci¨®n del Gobierno de Sud¨¢frica por las relaciones del CNA con el partido Comunista de Sud¨¢frica y por el desarrollo pr¨¢ctico del concepto "Un hombre un voto", as¨ª como por otros "miedos blancos". Mandela pide que se le transmita al reverendo Jesse Jackson, cuya visita se espera, que a su regreso a EE UU no defienda el levantamiento de las sanciones, pues podr¨ªa ser contraproducente. El cable recoge la opini¨®n de Mandela sobre De Klerk: "Tiene una buena opini¨®n de ¨¦l (...) aunque le considera el l¨ªder del Partido Nacional y poco m¨¢s". El c¨®nsul tambi¨¦n informa de que Mandela planea dar su primer discurso en Paarl, cerca de la c¨¢rcel de Victor Vester, a lo que el oficial comenta: "Pol¨ªticamente y en la pr¨¢ctica tiene poco sentido. Johannesburgo parece de lejos el lugar m¨¢s adecuado". (Finalmente Mandela dio su primer discurso en libertad el 11 de febrero de 1990 desde Ciudad del Cabo).
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