Polonia exige a EE UU un refuerzo de su seguridad para protegerse de Rusia

En paralelo a las negociaciones en el seno de la OTAN para garantizar la defensa de los pa¨ªses b¨¢lticos, la diplomacia norteamericana lidiaba con las presiones de Varsovia para que Estados Unidos reforzara su seguridad. Los despachos de la embajada en la capital polaca atestiguan durante todo el a?o 2009 que el temor a Rusia sigue siendo central en la pol¨ªtica exterior de Polonia y mucho m¨¢s expl¨ªcito de lo que sus l¨ªderes expresan en p¨²blico.

Hay una nueva Administraci¨®n en Washington y los dirigentes polacos temen que la presidencia de Obama olvide algunos de los compromisos de defensa adquiridos por su antecesor, el presidente George W. Bush, cuando proyect¨® un ambicioso escudo antimisiles. As¨ª, por ejemplo, un cable calificado de secreto y fechado en febrero de 2009 da cuenta de que cuando los funcionarios norteamericanos comunicaron que los misiles Patriot prometidos no se integrar¨ªan en el sistema de defensa a¨¦rea polaca, el viceministro de Defensa, Stanislaw Komorowski, respondi¨® de forma airada afirmando que Polonia esperaba contar con misiles operativos, no con "macetas".

M¨¢s adelante, en mayo de ese a?o, Slawomir Nowak, jefe de gabinete del primer ministro, Donald Tusk, traslada a los diplom¨¢ticos estadounidenses que conf¨ªa en que "EE UU honre sus compromisos" e instale los Patriot en su pa¨ªs. Otros altos funcionarios polacos sugieren que es Rusia y no Ir¨¢n la mayor amenaza para Polonia. El viceconsejero de Seguridad Nacional del presidente Kaczynski, Witold Waszczykowski, llega a poner en duda que el art¨ªculo 5 de la OTAN, que garantiza la defensa mutua entre los aliados, ofrezca seguridad y confianza a Polonia. "Todav¨ªa tenemos nuestras dudas", dice Waszczykowski, a?adiendo que algunos socios europeos, particularmente Francia, prefieren hablar a actuar, y acto seguido afirma: "Eso es porque compramos F-16 y no Mirages franceses".

Los pol¨ªticos polacos insisten en el "precio pol¨ªtico" pagado por su pa¨ªs por aceptar ser parte de la Defensa de Misiles proyectada por EE UU -especialmente en las relaciones con otros aliados europeos y con Rusia- y piden a cambio una gran implicaci¨®n militar de Estados Unidos en su seguridad. "Queremos botas norteamericanas sobre el terreno", llega a decir Waszczykowski.

Adem¨¢s de los misiles Patriot, Polonia quiere contar con cazas F-16, aviones de transporte C-130 y hasta con la presencia de fuerzas especiales norteamericanas de forma "estable, no temporal". El ministro de Defensa polaco, Bogdan Klich, informa a los diplom¨¢ticos norteamericanos de que ha decidido cerrar el 20% de las instalaciones de defensa, pero que salvar¨ªa tres complejos militares para las fuerzas estadounidenses.

Toda esta lista de la compra va acompa?ada por la preocupaci¨®n del ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, de que Washington haga concesiones a Rusia a expensas de Polonia para ganar su apoyo en el Consejo de Seguridad frente a China en el contencioso sobre las sanciones a Ir¨¢n. Sikorski propone a sus interlocutores un intercambio de informaci¨®n sobre las armas nucleares t¨¢cticas rusas en el enclave de Kaliningrado y se queja de la planeada venta de veh¨ªculos anfibios de asalto franceses Mistral a Rusia.

Al final, el proyecto de escudo antimisiles de Bush fue abandonado por Obama en septiembre del a?o pasado por una f¨®rmula m¨¢s realista y m¨¢s barata, y la primera bater¨ªa de cohetes Patriot lleg¨® a Polonia el pasado mayo.

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