Libia amenaz¨® a Londres si no trasladaba al terrorista de Lockerbie

El l¨ªder libio Muamar el Gadafi amenaz¨® en 2008 a Reino Unido con consecuencias "horribles" si no autorizaba el traslado a Libia del terrorista Abdel Basset al Megrahi, que sufr¨ªa un c¨¢ncer de pr¨®stata incurable. Asimismo, la diplomacia brit¨¢nica admiti¨® ante sus colegas estadounidenses que "oponerse al traslado de Megrahi habr¨ªa tenido efectos desastrosos para los intereses brit¨¢nicos en Libia". Megrahi hab¨ªa sido condenado en 2001 a 27 a?os de c¨¢rcel por la voladura el 21 de diciembre de 1988 de un Boeing 747 de Pan Am sobre el cielo de Lockerbie, al sur de Escocia, un atentado en el que murieron 243 pasajeros, 16 tripulantes y otras 11 personas alcanzadas en tierra por los restos del avi¨®n.

"Si muere en una c¨¢rcel escocesa, habr¨¢ un cese de cualquier actividad comercial brit¨¢nica"

Un alto cargo pr¨®ximo a Gaddafi admite que fue "un error" recibir a Megrahi como un h¨¦roe

El Gobierno de Escocia acept¨® en agosto de 2009 el traslado de Megrahi a Libia por razones humanitarias. Aunque en 2008 los estadounidenses pensaban que le quedaban menos de dos a?os de vida y en enero de 2010 los brit¨¢nicos llegaron a barajar que s¨®lo pod¨ªa vivir cuatro semanas m¨¢s, Megrahi sigue vivo en la actualidad.

El recibimiento de h¨¦roe que le brindaron a su llegada a Tr¨ªpoli el 20 de agosto de 2009 provoc¨® la indignaci¨®n de Washington y un enfriamiento del proceso de incorporaci¨®n de Libia a la comunidad internacional que se hab¨ªa iniciado en 2003. Los papeles del Departamento de Estado filtrados por WikiLeaks reflejan la preocupaci¨®n de Washington en los meses, d¨ªas y horas previos y posteriores a la liberaci¨®n, las presiones y amenazas de Tr¨ªpoli a Londres para forzar el traslado, las sospechas de que los intereses econ¨®micos pudieron tener tanto o m¨¢s peso que las razones humanitarias en la decisi¨®n final, las tensiones que enfrentaron esos d¨ªas a las autoridades brit¨¢nicas y escocesas y tambi¨¦n la que hab¨ªa entre los halcones y las palomas del r¨¦gimen libio, adem¨¢s de la frustraci¨®n de Gadafi al constatar la inutilidad de su empe?o en entrevistarse con el presidente Barack Obama y consolidar as¨ª su imagen internacional y dom¨¦stica. Un encuentro que ya era dif¨ªcil a priori y que el contencioso sobre la liberaci¨®n del terrorista convirti¨® en imposible.

Extradici¨®n

El cable confidencial 175039 enviado por la Embajada de Estados Unidos en Tr¨ªpoli a Washington el 24 de octubre de 2008 explica a los responsables del Departamento de Estado que la enfermedad de Megrahi fue diagnosticada "por primera vez el 23 de septiembre en el Inverclyde Royal Hospital, seg¨²n nos han dicho tanto el Foreign Office como el Scottish Crown Office; el segundo diagn¨®stico fue el 10 de octubre". "Los dos diagn¨®sticos coinciden: tiene c¨¢ncer de pr¨®stata que se ha extendido a los huesos, el c¨¢ncer ha avanzado con rapidez y es incurable. Megrahi puede tener hasta cinco a?os de vida, pero la media de esperanza de vida de alguien de esa edad y con esa enfermedad es de entre 18 meses y dos a?os. Los m¨¦dicos no est¨¢n seguros acerca de cu¨¢nto le queda de vida. Su estado se ha deteriorado visiblemente en las ¨²ltimas semanas, seg¨²n los que le han visitado. Sus visitas han incluido un onc¨®logo libio que ha quedado satisfecho con el tratamiento que ha recibido Megrahi", explica el cable, que a?ade que el preso libio "le ha dicho a su familia que est¨¢ muriendo y est¨¢ recibiendo regularmente visitas de un im¨¢n".

Los libios estaban intentando entonces obtener la liberaci¨®n del terrorista por tres v¨ªas: a trav¨¦s de un recurso contra la sentencia que le conden¨®, pidiendo su traslado a Libia por razones humanitarias debido a su enfermedad o por la aplicaci¨®n de un Tratado de Transferencia de Prisioneros (PTA en sus siglas en ingl¨¦s) que estaban negociando con Londres en virtud de los acuerdos alcanzados en 2003 con Gadafi para el acercamiento de Libia a Occidente. La extradici¨®n depend¨ªa en ¨²ltima instancia del jefe del Gobierno escoc¨¦s, el independentista Alex Salmond, porque las competencias en materia de Justicia en Reino Unido est¨¢n transferidas al ejecutivo aut¨®nomo. Washington ten¨ªa alguna esperanza, aunque no demasiadas, de que el hecho de que la pol¨ªtica exterior brit¨¢nica dependa enteramente del Gobierno de Westminster y del jefe del Foreign Office en aquel momento, Jack Straw, pudiera evitar la liberaci¨®n del hombre que mat¨® a 190 ciudadanos de Estados Unidos. Entre los fallecidos hab¨ªa un tripulante espa?ol y ciudadanos de un total de 20 pa¨ªses.

Acuerdo de transferencia

"Salmond le ha dicho a Straw que tomar¨¢ la decisi¨®n en base a criterios humanitarios y no criterios de pol¨ªtica exterior; Dixon [responsable de la secci¨®n Norte de ?frica del Foreign Office] nos dijo que el Gobierno de Su Majestad entiende que eso significa que Salmond se inclina por conceder la petici¨®n. En p¨²blico, Salmond se ha negado a especular sobre qu¨¦ decisi¨®n podr¨ªa tomar", se?ala el citado cable en tono pesimista. "Los libios todav¨ªa no han pedido la liberaci¨®n por razones humanitarias, pero han dado a entender al Foreign Office que lo van a hacer", informa. Y subraya que, aunque "la segunda v¨ªa que siguen los libios es obtener la liberaci¨®n de Megrahi a trav¨¦s del Acuerdo Reino Unido-Libia de Transferencia de Prisioneros (PTA), que a¨²n no est¨¢ concluido", en realidad "Megrahi no puede ser transferido a trav¨¦s del PTA mientras est¨¦ pendiente la resoluci¨®n de una apelaci¨®n". "Dixon nos dijo que Megrahi no est¨¢ mencionado espec¨ªficamente en el texto; sin embargo, no hay en la actualidad otros prisioneros libios en c¨¢rceles de Reino Unido a los que se les pueda aplicar el PTA", a?ade.

El cable revela que "el Gobierno de su Majestad est¨¢ en una posici¨®n delicada, seg¨²n nos han confesado Dixon y el funcionario para el Norte de ?frica del Cabinet Office, Ben Lyons". "Los libios le han dicho al Gobierno de su Majestad que va a haber 'enormes repercusiones' para las relaciones bilaterales Libia-Reino Unido si no se maneja de forma apropiada la puesta en libertad anticipada de Megrahi. Al mismo tiempo, debido a la autonom¨ªa, el Gobierno de Su Majestad ha dejado claro a los libios, a los medios y a nosotros que no va a tomar una posici¨®n oficial sobre la liberaci¨®n anticipada de Megrahi sino que va a dejar la decisi¨®n -tanto si es por razones humanitarias como a trav¨¦s del PTA- en manos del Gobierno escoc¨¦s. Pero el Gobierno de Su Majestad es consciente de que, a pesar de la autonom¨ªa, es Londres y no Edinburgo quien controla la pol¨ªtica exterior de Reino Unido".

En otro cable confidencial de la embajada en Tr¨ªpoli (189254), ya a finales de enero de 2009, los estadounidenses abordan los problemas que podr¨ªa generar una negativa de los escoceses a trasladar a Megrahi a Libia. "La Embajada brit¨¢nica espera una fuerte reacci¨®n negativa del Gobierno libio si Megrahi muere en prisi¨®n si el ejecutivo escoc¨¦s y/o el Foreign Office se oponen al traslado. La Embajada brit¨¢nica ha recomendado espectaculares medidas preventivas, que incluyen el cierre de su misi¨®n en Tr¨ªpoli, si se cumple alguna de esas posibilidades. Si el Gobierno de Estados Unidos se opone p¨²blicamente a la liberaci¨®n de Megrahi -o si existe la percepci¨®n de que est¨¢ implicado en una decisi¨®n que signifique que Megrahi siga en prisi¨®n- la Embajada de Estados Unidos y los civiles americanos en Libia pueden afrontar consecuencias similares", advierte el cable.

Y, significativamente, a?ade: "Funcionarios del Gobierno libio han advertido a funcionarios de la Embajada brit¨¢nica que las consecuencias para las relaciones bilaterales Reino Unido-Libia ser¨ªan 'horribles' si Al Megrahi muere en una c¨¢rcel escocesa. Las amenazas espec¨ªficas han incluido el cese inmediato de cualquier actividad comercial de Reino Unido en Libia, una reducci¨®n o ruptura de las relaciones pol¨ªticas y manifestaciones contra instalaciones oficiales brit¨¢nicas. Los funcionarios libios tambi¨¦n han dado por descontado, aunque no lo han manifestado directamente, que la seguridad de los diplom¨¢ticos y ciudadanos brit¨¢nicos en Libia podr¨ªa estar en peligro"

Una nota explicativa incluida en ese cable advierte que aunque las recientes manifestaciones ante las embajadas de Suiza (por un conflicto bilateral) y Egipto (por la crisis de Gaza) fueron controladas f¨¢cilmente por el r¨¦gimen, "el caso Megrahi es genuinamente emotivo para el hombre de la calle en Libia y las manifestaciones tienen muchas posibilidades de ser en¨¦rgicas y m¨¢s dif¨ªciles de controlar para el Gobierno libio"

Un r¨¦gimen "brutal en sus formas"

En el comentario final al cable 189254, la Embajada estadounidense en Tr¨ªpoli subraya: "A pesar de la decisi¨®n estrat¨¦gica del Gobierno libio en 2003 de dar pasos para facilitar su retorno a la comunidad de naciones, el r¨¦gimen sigue siendo esencialmente brutal en sus formas, especialmente en asuntos que cree que afectan los equilibrios de la pol¨ªtica dom¨¦stica. La reacci¨®n exagerada de Muamar el Gadafi en lo que era una cuesti¨®n de orgullo en un cruce verbal con el entonces pr¨ªncipe heredero Abdal¨¢ en la Cumbre de la Liga ?rabe en 2003, junto con el m¨¢s reciente deterioro de las relaciones Suiza-Libia, son ilustrativas de lo que puede ocurrir si Megrahi muere en prisi¨®n". La embajada en Tr¨ªpoli admite que el asunto de Megrahi "es tan sensible para el r¨¦gimen que puede tener repercusiones en nuestros intereses aqu¨ª incluso si nos mantenemos neutrales; tendr¨ªa consecuencias casi con toda seguridad si nos pronunciamos en p¨²blico en contra del traslado". Y a?ade que Megrahi "es visto sin duda como un h¨¦roe popular a ojos del r¨¦gimen y de muchos libios de a pie".

En agosto de 2009, una catarata de cables analizan la que ya se considera inminente liberaci¨®n del terrorista libio, su recibimiento como h¨¦roe en Tr¨ªpoli y el abrazo p¨²blico que le acabar¨ªa dando Gadafi en su pueblo natal, en Sebha. Los cables muestran el convencimiento de brit¨¢nicos y estadounidenses de que el l¨ªder libio est¨¢ jugando con dos barajas y para dos p¨²blicos: el dom¨¦stico y el externo, con "una pol¨ªtica oficial de no celebraciones", que se concretar¨¢ en la ausencia de miembros del Gobierno en el aeropuerto para recibir a Megrahi, y al mismo tiempo "un falso desmentido sobre cualquier participaci¨®n en celebraciones 'espont¨¢neas' que pueden estallar a su llegada".

El telegrama 220992 da cuenta el 16 de agosto, tan solo cuatro d¨ªas antes de que ocurra: "El embajador brit¨¢nico ha expresado su alivio de que Megrahi probablemente volver¨¢ a Libia por razones humanitarias. Subray¨® que oponerse a la petici¨®n de Megrahi habr¨ªa tenido efectos desastrosos para los intereses brit¨¢nicos en Libia. 'Nos habr¨ªan amputado por las rodillas, como le han hecho a los suizos', coment¨® [el embajador brit¨¢nico Vincent] Fean con toda franqueza. Expres¨® tambi¨¦n su esperanza de que el caso Megrahi no tenga un impacto negativo en las relaciones Estados Unidos-Reino Unido, comentando que 'hay muchas otras cosas en la agenda ahora mismo".

Otros cables en d¨ªas posteriores expresan el disgusto norteamericano por el recibimiento a Megrahi, sobre todo, por el abrazo que le dio Gadafi al d¨ªa siguiente en su casa de Sebha. Y tambi¨¦n la sorpresa y el disgusto de los brit¨¢nicos por el hecho de que el l¨ªder libio le diera las gracias por la liberaci¨®n de Megrahi a su "amigo Brown", primer ministro brit¨¢nico, a la reina Isbael y al pr¨ªncipe Andr¨¦s, quien "contra todos los pron¨®sticos alent¨® esta valiente decisi¨®n".

La negativa de brit¨¢nicos y escoceses

La posibilidad de que en la decisi¨®n hayan influido factores comerciales es analizada tambi¨¦n en otras comunicaciones del Departamento de Estado. El alivio mostrado por el embajador brit¨¢nico Vincent Fean es ya un indicio de los intereses econ¨®micos que hab¨ªan en juego. Brit¨¢nicos y escoceses negaron p¨²blicamente con grandes aspavientos cualquier paralelismo entre la liberaci¨®n y cualquier acuerdo de suministro de gas o petr¨®leo.

El emirato de Qatar se vio obligado a desmentir que su mediaci¨®n en el traslado del terrorista libio tuviera ninguna relaci¨®n con acuerdos comerciales secretos. El cable confidencial 231792 del 28 de octubre de 2009 da cuenta de las explicaciones que el ministro de Cooperaci¨®n Internacional de Qatar, Jalid al Attiyah, le da al embajador de Estados Unidos en Doha. El ministro le explic¨® que Qatar se involucr¨® porque as¨ª se lo pidi¨® la Liga ?rabe que el emirato presid¨ªa ese a?o. Y tambi¨¦n porque Megrahi le hizo una petici¨®n al emir , "aunque ese fue solo un factor secundario". El ministro asegura que Qatar tuvo buen cuidado de cumplir escrupulosamente la ley escocesa y, cuando el embajador le pregunta si Qatar ofreci¨® "incentivos financieros o comerciales" para favorecer la liberaci¨®n de Megrahi, "Al-Attiyah desminti¨® en¨¦rgicamente esa especulaci¨®n diciendo 'Eso es rid¨ªculo. No era necesario ofrecer dinero. Todo se hizo de acuerdo a la ley escocesa. No ofrecimos dinero, inversiones o pagos de ning¨²n tipo'".

En el cable confidencial 222002 enviado el 24 de agosto por la Embajada de Estados Unidos en Londres se da cuenta de las tensiones que el caso ha suscitado en el Reino Unido entre el Gobierno brit¨¢nico y el ejecutivo escoc¨¦s. Ese cable relata c¨®mo un representante del Gobierno escoc¨¦s en Washington, Robin Naysmith, le expres¨® a un diplom¨¢tico estadounidense en Edinburgo que el jefe del Ejecutivo escoc¨¦s, Alex Salmond, estaba "conmocionado" por una carta del director del FBI, Robert Mueller, y unas declaraciones del almirante estadounidense Michael Mullen, sobre el papel desempe?ado por el Gobierno escoc¨¦s. "Naysmith recalc¨® que Escocia no ha recibido 'nada' por liberar a Megrahi (como ha sido ampliamente sugerido por medios de comunicaci¨®n de Reino Unido y Estados Unidos), mientras que el Gobierno de Reino Unido lo ha conseguido todo - la oportunidad de darle un golpe al Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP) de Salmond y buenas relaciones con Libia".

En ese mismo cable, los americanos revelan que "Salmond ha reiterado que ¨¦l y su Gobierno 'han jugado limpio' frente a los Gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, pero dio a entender que el Gobierno brit¨¢nico no lo ha hecho. En el encuentro, que ocurri¨® antes de las manifestaciones de Mueller y Mullen, dijo que quer¨ªa superar el caso Megrahi y profundizar las relaciones de Escocia con el Gobierno de Estados Unidos. Dijo que el Gobierno libio ha ofrecido al escoc¨¦s 'un desfile de amenazas' y que las han rechazado todas. (Nota: Alrededor de la mitad de las exportaciones de Escocia van a Estados Unidos, y m¨¢s de 450 negocios de Estados Unidos emplean m¨¢s de 100.000 escoceses en Escocia. Fin de la nota.)".

Estados Unidos se opon¨ªa a la liberaci¨®n de Megrahi por principios, pero fue su utilizaci¨®n pol¨ªtica por Gadafi, el alto perfil p¨²blico de la bienvenida, lo que m¨¢s indign¨® al Gobierno norteamericano. Un cable de la embajada en Tr¨ªpoli fechado el d¨ªa 25 de agosto (222216) explica que en opini¨®n de un alto cargo libio muy pr¨®ximo a Gadafi, la recepci¨®n a Megrahi "ha sido un gran error", que varios ministros pensaban como ¨¦l y que era "importante evitar que las cosas vayan a peor". Tambi¨¦n expres¨® su convicci¨®n de que en la entonces ya cercana primera intervenci¨®n de Gadafi en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York el l¨ªder libio "pod¨ªa haberse reunido con el presidente Barack Obama y con numerosos congresistas pero ahora, s¨¦ que eso es imposible". Ese viaje acab¨® siendo un fiasco para Gadafi, que no pudo instalar su jaima donde quer¨ªa, no se entrevist¨® con Obama y acab¨® pronunciando un discurso de 100 minutos que socav¨® en parte el prestigio que hab¨ªa acumulado en el proceso de acercamiento de Libia a Occidente.

Cuatro semanas de vida

En enero de este a?o, los brit¨¢nicos llegaron a creer que apenas le quedaban cuatro semanas de vida, seg¨²n atestigua un cable secreto de le Embajada de Estados Unidos en Tr¨ªpoli (244573). "El Gobierno de Reino Unido cree que al terrorista de Lockerbie enfermo de c¨¢ncer Abdel Basset al Megrahi le quedan menos de cuatro semanas de vida. Nos dicen que Reino Unido ha pedido al Gobierno de Libia que el funeral tenga 'bajo perfil' pero no es muy optimista al respecto", reza el texto.

Los estadounidenses, sin embargo, son m¨¢s esc¨¦pticos porque las noticias sobre el estado de Megrahi proceden del entorno de su familia. "Esta informaci¨®n es especulativa y no procede de la profesi¨®n m¨¦dica", advierte una nota insertada en el cable. La realidad es que dos a?os largos despu¨¦s de que se le diagnosticara el c¨¢ncer de pr¨®stata, Abdel Basset al Megrahi sigue vivo.

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Gadafi felicita a Escocia por liberar a Al-Megrahi