Manuel Zelaya, "la caricatura del caudillo terrateniente"
El ex embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa describi¨® al entonces presidente hondure?o como "adolescente rebelde, err¨¢tico y siniestro"
Caricatura del caudillo terrateniente. Adolescente rebelde. Err¨¢tico en sus opiniones y comportamiento. Desconfiado. Encantador en las distancias cortas. Pero tambi¨¦n siniestro. Y corrupto. Un mes despu¨¦s de abandonar su puesto en Honduras, en abril de 2008, el embajador estadounidense Charles Ford dej¨® por escrito sus impresiones sobre el presidente Manuel Zelaya, que ser¨ªa derrocado y expulsado del pa¨ªs el 28 de junio de 2009, episodio que puso patas arriba la pol¨ªtica regional. Se trata de un retrato descarnado e ir¨®nico con el que Ford orienta a su sucesor en el trato con el personaje, al que sugiere hablar de forma directa y atraerlo "con la esperanza de minimizar el da?o a la democracia y a la econom¨ªa hondure?as".
El relato, fechado el 15 de mayo de 2008, est¨¢ clasificado como secreto. Zelaya llevaba casi dos a?os y medio en el poder, al que lleg¨® como abanderado del Partido Liberal. Para entonces, su inusitado giro hacia Hugo Ch¨¢vez y el eje bolivariano desconcertaba tanto a la comunidad internacional como a sus correligionarios.
Ford lo tiene claro: el principal objetivo de Zelaya es "enriquecerse, ¨¦l y su familia", y quedar al mismo tiempo como "el m¨¢rtir" que "intent¨® buscar la justicia social para los pobres", pero que se vio frustrado "por intereses poderosos no identificados".
El presidente presenta rasgos autoritarios: "Zelaya se siente c¨®modo con las Fuerzas Armadas y la Iglesia cat¨®lica, pero le molesta la mera existencia del Congreso, del Fiscal General y de la Corte Suprema", escribe Ford. Sus ataques a la prensa han puesto en peligro a varios periodistas cr¨ªticos. Su estrategia para "salirse con la suya es la intimidaci¨®n y el acoso". Lo peor, sin embargo, es que "est¨¢ cada vez m¨¢s rodeado por gente implicada en el crimen organizado".
Cort¨¦s y encantador
El embajador se precia de haber conocido bien a Zelaya, a quien define como cort¨¦s y encantador en sus frecuentes encuentros, "dispuesto", explica, "a decirme lo que ¨¦l cree que yo quiero o¨ªr en ese momento". Sus razonamientos, sin embargo, cambian de una cita a otra, ya sea a la hora de tratar sus relaciones con Hugo Ch¨¢vez o el nombramiento del embajador hondure?o ante la ONU. Y esto desconcierta al embajador estadounidense. "Era como si no recordara nuestra conversaci¨®n solo unos d¨ªas antes", escribe. "Las opiniones de Zelaya cambian de un d¨ªa para otro, e incluso de una hora para otra, dependiendo de su humor o de a qui¨¦n ha visto de ¨²ltimo".
Ejemplo de su comportamiento err¨¢tico, se?ala Ford, es su relaci¨®n con EE UU. A pesar de su ret¨®rica violenta, que le llevaba a calificar la pol¨ªtica migratoria estadounidense de "fascista", se mostraba m¨¢s que dispuesto a reunirse con el presidente George Bush "en el momento". Zelaya, recuerda el embajador Ford, "no solo permiti¨® la primera visita en 22 a?os de un buque de guerra de EE UU a Honduras, sino que pronunci¨® en cubierta un fogoso discurso ensalzando las relaciones bilaterales". Para despu¨¦s, eso s¨ª, expresar su orgullo por el papel de Honduras "en la captura y ejecuci¨®n del intervencionista estadounidense William Walker [filibustero y aventurero del siglo XIX fusilado en 1860]".
Esta dicotom¨ªa deja perplejo a Ford: "Siempre suspicaz hacia las intenciones de EE UU, se someti¨® inexplicablemente a un perfil psicol¨®gico en mi residencia. Dos veces".
La ambivalencia se refleja tambi¨¦n en sus actuaciones de Gobierno. "Alienta movilizaciones callejeras contra las pol¨ªticas de su propio Gobierno, solo para solucionar el conflicto que sea en el ¨²ltimo momento". Esto le sirve, supone el embajador, para "ganar aceptaci¨®n popular".
En opini¨®n de Ford, el presidente hondure?o "sigue teniendo mucho del adolescente rebelde que reta a la autoridad". Seg¨²n le confi¨® el Cardenal Andr¨¦s Rodr¨ªguez, que fue profesor suyo, no solo no se gradu¨® en la universidad, sino que de hecho no termin¨® la secundaria [su biograf¨ªa oficial dice que tuvo que abandonar sus estudios de ingenier¨ªa industrial para atender los negocios familiares tras la detenci¨®n de su padre, implicado en la tortura y asesinato de 14 campesinos].
Crimen organizado
"Pero tambi¨¦n existe un Zelaya siniestro, rodeado por unos pocos asesores vinculados tanto a Venezuela y Cuba como al crimen organizado", se?ala Ford. Esto lo convierte en alguien muy poco confiable. "Soy incapaz de poner a Zelaya al corriente de actuaciones delicadas en materia de seguridad y lucha antinarc¨®ticos por el temor a poner en peligro la vida de funcionarios estadounidenses".
El embajador confirma la imagen que Zelaya ha explotado, por otra parte, de "hijo de Olancho", su pueblo, apegado al terru?o y a su sombrero vaquero. "Al contrario que la mayor¨ªa de los presidentes hondure?os recientes, para Zelaya un viaje a la gran ciudad significa Tegucigalpa, y no Miami o Nueva Orleans". "Es un regreso a otra ¨¦poca de Centroam¨¦rica, casi una caricatura del caudillo terrateniente, por su estilo de liderazgo". Fuera de su familia, Zelaya no tiene amigos, porque maltrata a sus allegados. "En un almuerzo explic¨® que no confiaba en nadie de su Gobierno".
Ford se muestra pesimista sobre el futuro pol¨ªtico en Honduras y las relaciones con EE UU. "Su b¨²squeda de inmunidad para numerosas actividades del crimen organizado perpetradas en su Administraci¨®n lo convertir¨¢ en una amenaza para el Estado de derecho y la estabilidad institucional". La recomendaci¨®n que deja el embajador Ford es la siguiente: "Necesita espacio para moverse, pero debemos ser muy directos con ¨¦l". Hay que implicarle lo m¨¢s posible "para proteger nuestros intereses vitales" y "minimizar los da?os para la democracia y la econom¨ªa hondure?as".
En junio de 2009, Zelaya fue depuesto por la Corte Suprema, acusado de graves violaciones a la Constituci¨®n -que pretend¨ªa reformar para reelegirse- y expulsado manu militari de Tegucigalpa. La crisis abierta por el golpe se cerr¨® con la celebraci¨®n de las elecciones presidenciales, que fueron ganadas por Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional. Zelaya se ha refugiado en la Rep¨²blica Dominicana y en su calidad de ex presidente ocupa un esca?o en el Parlamento Centroamericano.
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