Ante una explosi¨®n nuclear, no corras, ref¨²giate
Frente al primer impulso de alejarse de la zona, quedarse en un edificio multiplica las probabilidades de supervivencia, seg¨²n el Gobierno de EE UU
Pasados los a?os de la guerra fr¨ªa, el temor a un ataque nuclear no viene ya tanto de otros pa¨ªses, sino de que alg¨²n grupo terrorista se haga con una bomba at¨®mica y la haga detonar en el centro de una gran ciudad. Ante esta posibilidad, el Gobierno de Estados Unidos se ha visto obligado a revisar su estrategia, con una conclusi¨®n sorprendente: lo mejor ante una explosi¨®n de este tipo no es seguir el primer instinto de huir, sino refugiarse en cualquier edificio estable, y no salir hasta que las autoridades declaren que ya es seguro.
"Hay m¨¢s posibilidades de sobrevivir de lo que la gente cree", asegura un funcionario de la Administraci¨®n estadounidense que participa en la planificaci¨®n de la respuesta civil a un ataque, citado por The New York Times bajo condici¨®n de anonimato. Los an¨¢lisis cient¨ªficos recientes muestran que, frente al sentimiento de fatalismo creado por la guerra fr¨ªa, es mucho m¨¢s probable salir con vida tras una explosi¨®n nuclear si se busca inmediatamente un refugio adecuado. "La clave es evitar la lluvia radiactiva", dice la fuente. Incluso unas pocas horas de protecci¨®n pueden incrementar las posibilidades de supervivencia.
Un aparcamiento subterr¨¢neo o el centro de un edificio grande son las opciones m¨¢s seguras frente a la lluvia radiactiva
Washington aconseja no salir del lugar en 24 horas a menos que as¨ª lo indiquen las autoridades
El problema para el Gobierno de Barack Obama es c¨®mo transmitir este mensaje a los ciudadanos sin parecer alarmista en un tema que pocos pol¨ªticos se atreven a discutir en p¨²blico. "Tenemos que superar el bloqueo mental de que es algo demasiado terrible para pensar en ello", dice al diario neoyorquino W. Craig Fugate, administrador de la Agencia Federal de Gesti¨®n de Emergencias. "Tenemos que estar preparados para manejarlo", y ense?ar a la gente "a protegerse a s¨ª mismos lo mejor posible".
Despu¨¦s de miles de millones invertidos en prevenir el terrorismo nuclear, ahora Washington busca preparar a los ciudadanos, a trav¨¦s de las autoridades locales y tambi¨¦n directamente. En junio pasado, el Gobierno envi¨® a los responsables de emergencia en todo el pa¨ªs una gu¨ªa de 130 p¨¢ginas sobre la respuesta a un ataque nuclear, en el que se subrayaba la importancia de preparar a la poblaci¨®n antes de cualquier incidente.
"Ref¨²giate donde est¨¦s. Ese es el mensaje", reitera Jonathan Fielding, director de Salud del Condado de Los ?ngeles, citado por USA Today. "Es la mejor forma de salvar vidas y de prevenir enfermedades relacionadas con la radiaci¨®n. Va en contra de tu instinto b¨¢sico de irte y reunirte con tu familia. Pero si los ni?os est¨¢n en el colegio o en la guarder¨ªa, ah¨ª es donde deben quedarse", a?ade.
Los primeros efectos de una bomba at¨®mica han quedado reflejados en multitud de pel¨ªculas: un rel¨¢mpago de luz cegadora, un calor abrasante y un enorme viento. La bola de fuego y el enorme hongo nuclear, cargado con part¨ªculas radiactivas, se expanden por el viento. En los a?os cincuenta, los cient¨ªficos que estudiaban los efectos de las explosiones comprobaron que esas part¨ªculas eran potencialmente letales.
La gu¨ªa publicada por el Gobierno explica que, al refugiarse, la gente debe esperar permanecer dentro entre 12 y 24 horas, tiempo durante el cual la intensidad de la radiaci¨®n ir¨¢ bajando de forma significativa. Aconseja no salir del lugar en las 24 horas siguientes a la detonaci¨®n a menos que as¨ª lo indiquen las autoridades, aunque en algunos casos, puede ser mejor evacuar el lugar, por ejemplo a las 12 horas, por necesidades m¨¦dicas. "Incluso en zonas donde no se advierte la lluvia radiactiva, es aconsejable refugiarse hasta que se conozcan claramente las ¨¢reas afectadas. De lo contrario, los evacuados pueden verse atrapados en el exterior cuando llegue la lluvia radiactiva o salir sin darse cuenta de un ¨¢rea no afectada y entrar en una afectada".
La capacidad de protecci¨®n de un refugio depender¨¢ de la cercan¨ªa de la zona cero y del material. Los m¨¢s recomendables incluyen hormig¨®n, ladrillo y piedra, mientras que la madera o las planchas met¨¢licas proporcionan una protecci¨®n m¨ªnima. Uno de los consejos llamativos del informe es que la "descontaminaci¨®n de las personas no es un asunto de vida o muerte. Simplemente, cepillar las prendas exteriores ser¨¢ suficiente para protegerse a s¨ª mismo y a los dem¨¢s hasta que se pueda llevar a cabo una descontaminaci¨®n m¨¢s exhaustiva".
El texto reconoce que refugiarse en el lugar m¨¢s cercano va "contra el instinto natural de huir del peligro y reunirse con la familia", una necesidad m¨¢s acuciante para los padres que no se encontraban con sus ni?os en el momento de la explosi¨®n. "La comunicaci¨®n dirigida a las familias y a aquellos que quieran irse ser¨¢ cr¨ªtica para mantener a la gente dentro con ¨¦xito. Despu¨¦s de una detonaci¨®n nuclear, la gente necesitar¨¢ entender por qu¨¦ ellos y sus familias est¨¢n m¨¢s seguras permaneciendo refugiados", explica. Para ello, recomienda que se trabaje de forma preventiva, de forma que los padres conozcan la pol¨ªtica de los colegios ante grandes desastres, y que las escuelas desarrollen planes de preparaci¨®n en caso de que tengan que dar refugio en sus instalaciones.
La buena noticia es que el mayor peligro de la lluvia radiactiva pasa entre las seis y las 24 horas tras la explosi¨®n, seg¨²n el experto en protecci¨®n radiol¨®gica Brooke Buddemeier, del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (California). Este cient¨ªfico ha dirigido un amplio estudio para el Departamento de Seguridad Nacional sobre qu¨¦ efectos tendr¨ªa una explosi¨®n nuclear en seis grandes ciudades: Nueva York, Los ?ngeles, Washington, San Francisco, Houston y Chicago. Para ello, se han creado modelos estad¨ªsticos a partir de los datos de un millar de pruebas nucleares llevadas a cabo en la guerra fr¨ªa y de reconstrucciones sobre el impacto de las bombas de Hiroshima y Nagashaki.
"No puedes correr m¨¢s que una nube radiactiva", dice Buddemeier, que afirma que las muertes por esa causa son "100% evitables". En caso de una explosi¨®n, si los habitantes de Los ?ngeles que est¨¢n a una milla o m¨¢s de la zona cero no se refugiaran, morir¨ªan o caer¨ªan enfermas unas 285.000 personas, calcula.
Simplemente refugi¨¢ndose en sitios de escasa protecci¨®n, como una casa de madera o un coche, se salvar¨ªan 160.000 personas. Un refugio adecuado, como un s¨®tano poco profundo o un edificio de dos o tres pisos, salvar¨ªa a unas 240.000, mientras que el resto sobrevivir¨ªa, aunque caer¨ªan enfermos. "Si puedes meterte en un aparcamiento subterr¨¢neo o en el centro de un gran edificio de oficinas, no estar¨ªas expuesto de forma significativa", explica.
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