La hija de Berlusconi intenta defender los esc¨¢ndalos sexuales de su padre
Barbara ataca a la ministra de Igualdad por tachar de machista al primer ministro italiano
Il Cavaliere y las mujeres: debilidades y machismo pol¨ªtico. Son los temas que centran la entrevista que Barbara Berlusconi, tercera hija del primer ministro italiano, ha concedido al semanario Vanity Fair, que le dedica su ¨²ltima portada (enfundada en un palabra de honor rojo Navidades). Hace poco m¨¢s de un a?o, en medio del esc¨¢ndalo sexual que arroll¨® al padre, con escuchas telef¨®nicas y fotos de sus fiestas en la mansi¨®n de Cerde?a, la joven hab¨ªa criticado la actitud libertina del padre con las mujeres, ali¨¢ndose virtualmente con su madre, Veronica Lario, que por aquella ¨¦poca, antes de divorciarse del magnate-pol¨ªtico, escribi¨® una carta al diario La Repubblica describi¨¦ndole como "un hombre enfermo que se acuesta con menores de edad".
Barbara (Mil¨¢n, 1984) vuelve ahora a tomar la palabra. En el peor momento pol¨ªtico para Il Cavaliere, con niveles m¨ªnimos de popularidad, titiritero de una mayor¨ªa tan ajustada que cada d¨ªa parece deshilacharse (salvo cuando cierra filas en las votaciones importantes), involucrado en el en¨¦simo esc¨¢ndalo por su movida vida nocturna, la hija sale en defensa del padre, o un intento de defensa, m¨¢s bien, justo en el terreno que hace torcer el gesto a la opini¨®n p¨²blica nacional.
Por ejemplo, a Mara Carfagna, ministra de Igualdad, que hace unas semanas se hab¨ªa quejado de sufrir las consecuencias de un difuso machismo pol¨ªtico, la hija de Berlusconi contesta: "Lo m¨¢s grave es que ella se atreva a quejarse. A veces hay que tener el pudor de callarse la boca. Si ella se siente discriminada, que ha pasado de los Telegatti (telebasura) a un ministerio, todo el asunto se convierte en grotesco". "Ver a ciertas se?oritas que viajan en coches oficiales compromete la imagen del pa¨ªs", a?ade para echar le?a al fuego.
Ruby, la menor marroqu¨ª
En la entrevista se le plantea a Barbara que en el fondo si "ciertas se?oritas" tienen hoy un esca?o en el Parlamento o incluso en el Gobierno, es por su padre, que las coloc¨® en las listas de su partido. "Bueno -discrepa ella- pero son los italianos quien las votaron. La democracia propone una opci¨®n, sobre la que luego pide el consenso. No me parece que Berlusconi tenga problemas de consenso. Sin embargo, no quiero zanjar el tema de esta forma. Por supuesto creo que se han hecho evaluaciones superficiales y que estas hayan disminuido la clase pol¨ªtica en su entereza".
Sobre Ruby, la menor marroqu¨ª que supuestamente particip¨® en fiestas er¨®ticas en casa del primer ministro (que es abuelo y tiene 74 a?os), Barbara dice: "Son cuestiones que me amargaron mucho. Me cuesta contestar serenamente. Me gustar¨ªa que vuestra lectora se pusiera en mis zapatos. Es obvio que no apruebo este tipo de conducta, pero tengo que creer tambi¨¦n en las verdades de mi padre".
El d¨¦bil muro de defensa se agrieta un poquito m¨¢s: "Las que mi padre llama p¨²blicamente 'debilidades' afectaron a su vida privada y a la pol¨ªtica. Mucho se hubiera podido evitar al pensar que comportamientos de ese tipo pueden hacerte m¨¢s fr¨¢gil. Ser¨ªa injusto si se recordara solo esta temporada de su extraordinaria aventura pol¨ªtica".
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