"La Iglesia ha capitulado"
EE UU dibuja una jerarqu¨ªa resignada a las concesiones del r¨¦gimen castrista
La Iglesia cat¨®lica ha renunciado al activismo pol¨ªtico en Cuba, e incluso opt¨® por distanciarse de los disidentes cat¨®licos, a cambio de que el r¨¦gimen le permita mantener un espacio para el culto y pueda reconstruir su infraestructura en templos y seminarios. "Desde el cardenal [Jaime] Ortega hasta las monjas de provincias, la iglesia cat¨®lica evita desafiar al gobierno", comunic¨® a Washington Jonathan Farrar, jefe de la Secci¨®n de Intereses de EE UU en La Habana en el a?o 2008 (cable 173884). La estrategia eclesial no ha cambiado, y los objetivos son conservar las concesiones recibidas, poner en marcha una emisora de radio, y rejuvenecer la feligres¨ªa tras a?os de ostracismo y empeque?ecimiento. Para ampliar su geograf¨ªa pastoral, el cardenal Ortega gestion¨®, sin ¨¦xito, una visita Cuba del papa Benedicto XVI en enero del 2009, seg¨²n revelan los cables de la oficina diplom¨¢tica (145976).
El papel del cardenal en defensa de los presos no convence al embajador
"El miedo a despertar la ira del Gobierno reduce los programas de la Iglesia a labores muy limitadas, como el cuidado de enfermos mentales", indica el cable, que dibuja una Iglesia acobardada, resignada a la caridad gubernamental y a una "m¨ªnima autonom¨ªa". La legaci¨®n diplom¨¢tica se reuni¨® con el cardenal Ortega y el obispo auxiliar de La Habana, con monjas de la provincia de Matanzas y sacerdotes de nueve parroquias de la capital y una de Santiago para conocer sus criterios. La conclusi¨®n de las conversaciones es que la Iglesia cat¨®lica no desafiar¨¢ al r¨¦gimen "ni siquiera m¨ªnimamente".
La percepci¨®n del jefe de la Secci¨®n de Intereses es demoledora al subrayar que la estrategia de la Iglesia es la sumisi¨®n en cualquier asunto: "Capitular a las posiciones del Gobierno cubano, con anticipaci¨®n si es posible. La prioridad del cardenal Ortega es aumentar el n¨²mero de sacerdotes, renovar las iglesias y completar el nuevo seminario". El objetivo parece ir cumpli¨¦ndose ya que el n¨²mero de religiosos ha saltado de 300 a 600 en el ¨²ltimo decenio, aunque la mitad son extranjeros. Las clases de catequesis para j¨®venes y menores son, sin embargo, poco concurridas.
"Siempre tienes que ceder", dijeron a funcionarios de la Embajada a sus interlocutores en la Iglesia cat¨®lica, que perdi¨® todas sus prerrogativas cuando triunf¨® la revoluci¨®n comunista de Fidel Castro, en 1959. Los templos albergaron museos o auditorios, y los curas fueron sometidos a estrecha vigilancia cuando no expulsados. Las complicadas relaciones entre la Iglesia y el Estado durante decenios han tenido sus consecuencias. Pero progresivamente convencido el r¨¦gimen de que la Iglesia ha renunciado al activismo pol¨ªtico, y gracias en parte a la visita de Pablo II a la isla en 1998, cedi¨® m¨¢s espacios para la actividad religiosa y asistencial.
La legaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana parece sorprenderse de que pese a todas las limitaciones sufridas "en lugar de guardar rencor al Gobierno, miembros de la jerarqu¨ªa le agradecen que no bloquee los fondos recibidos de fundaciones y otras fuentes para construir o reconstruir instalaciones". A nivel local, sin embargo, las dificultades contin¨²an: tres monjas que quisieron habilitar una nueva habitaci¨®n para la madre superiora y las visitas, compraron materiales de construcci¨®n, pero las autoridades locales les denegaron el permiso de obras. Los materiales contin¨²an apilados en un patio.
La emigraci¨®n al extranjero, por otra parte, diezma las filas de los laicos m¨¢s susceptibles a engrosar las filas de la Iglesia; tambi¨¦n los movimientos migratorios internos, principalmente el de afrocubanos no cat¨®licos, tienen su efecto en el "equilibrio natural" de las parroquias domiciliadas en los barrios m¨¢s pobres de la capital. El comportamiento de la Iglesia cat¨®lica en defensa de los presos pol¨ªticos no convence a Farrar, que abord¨® el asunto en una conversaci¨®n con el cardenal de La Habana. "Ortega dijo que la Iglesia prefiere interceder ante las autoridades entre bastidores. ?l tiene a la Iglesia como una de las pocas instituciones capaces de interceder, si bien silenciosamente, en tales asuntos. Es dif¨ªcil determinar la frecuencia o la efectividad de esa mediaci¨®n".
La Conferencia Episcopal de Cuba es definida por la misi¨®n diplom¨¢tica de EE UU (115593) como una instituci¨®n conservadora que "silencia su voz en asuntos pol¨ªticos a cambio de su supervivencia religiosa". La tendencia observada es la acentuaci¨®n de formato ya que dos obispos simpatizantes de la oposici¨®n, en Pinar del R¨ªo y Santiago, fueron sustituidos por otros dos de car¨¢cter manso. Un alto funcionario portugu¨¦s (216887) que se reuni¨® con el cardenal Ortega le caracteriz¨® como "alguien que no est¨¢ a favor, ni en contra del r¨¦gimen, sino alguien que anda por el medio de la calle en La Habana".
La visita a Cuba, en febrero del 2008, del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, recibi¨® las cr¨ªticas de la disidencia y de algunos sectores eclesiales, seg¨²n revelan los cables. Incluso Ortega lament¨® el tono ensay¨ªstico de los discursos de Bertone, impermeables para la feligres¨ªa de a pie, y algunas de sus visitas en la isla, que calific¨® de propaganda a favor del r¨¦gimen. "Pronto le dar¨¢n el carn¨¦ del partido comunista cubano", coment¨® a un funcionario de EE UU un sacerdote.
Monse?or Ortega trabaj¨® mucho para conseguir que el Papa Benedicto XVI visitase la isla, en 2009, emulando las movilizaciones conseguidas en 1998 por Juan Pablo II, pero no pudo conseguirlo. El cardenal esperaba convencer al Vaticano de que al Papa le ser¨ªa posible hacer una escala en Cuba a su regreso del programado viaje a M¨¦xico. Si el Vaticano le respond¨ªa que Su Santidad estar¨ªa muy fatigado despu¨¦s de la gira por M¨¦xico, el cardenal ten¨ªa previsto argumentar que el vuelo de M¨¦xico a La Habana es corto. El programa de actos se reducir¨ªa a la bendici¨®n de un seminario y una misa al aire libre.
En sinton¨ªa con otros despachos, ¨¦ste firmado por Michael Parmly, ex jefe de la Secci¨®n de Intereses, se dice que la jerarqu¨ªa cubana "ha sido famosa (o infame) por adoptar una muy suave posici¨®n ante el r¨¦gimen cubano. Su objetivo, y el del vaticano, ha sido proteger y cuidar una instituci¨®n que fue maltratada por la revoluci¨®n (...) Llev¨¢ndose bien con el r¨¦gimen la Iglesia espera conseguir peque?os ¨¦xitos".
De hecho, se ha distanciado de disidentes cat¨®licos "devotos" como Oswaldo Pay¨¢ y Dagoberto Vald¨¦s (220341). La misi¨®n diplom¨¢tica de EE UU nunca ha escuchado al episcopado comentar, "ni en p¨²blico, ni en privado", que sus mansas pol¨ªticas pretenden situarse durante el postcastrismo; tambi¨¦n se?ala que la amistosa aproximaci¨®n al r¨¦gimen y los peque?os ¨¦xitos podr¨ªan costarle a la Iglesia la confianza de la feligres¨ªa cat¨®lica, que pod¨ªa abrazar los movimientos evangelistas y pentecostales presentes en la isla al comprobar que la jefatura cat¨®lica no cumple con sus expectativas.
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