Miles de yemen¨ªes se manifiestan en contra del r¨¦gimen de Al¨ª Abdal¨¢ Saleh

"No a la corrupci¨®n, no a la dictadura", han coreado hoy decenas de miles de yemen¨ªes poco convencidos con las reformas que el presidente Ali Abdal¨¢ Saleh les prometi¨® la v¨ªspera. Tal vez no se alcanzaron los 100.000 manifestantes de los que alardeaban los organizadores, pero la participaci¨®n fue la m¨¢s nutrida desde que empezaron las movilizaciones contra el r¨¦gimen hace dos semanas. Desde el Gobierno, que observa con preocupaci¨®n la situaci¨®n de Egipto, se alent¨® una contramanifestaci¨®n y sus partidarios negaron a los opositores la plaza de Tahrir, en el centro de San¨¢, donde hasta ahora se han celebrado las protestas.

"Nuestra concentraci¨®n de hoy es un acto de lucha pac¨ªfica. Nos hemos reunido para hacer caer a un r¨¦gimen corrupto y tir¨¢nico", ha asegurado Najib Ghanem, un diputado del islamista Al Islah, ante las decenas de miles de congregados en los alrededores de la Universidad de San¨¢. "La revuelta por la justicia empez¨® en T¨²nez. Prosigue hoy en Egipto, y ma?ana Yemen se librar¨¢ de la injusticia", ha a?adido citado por la agencia France Presse. "Qu¨¦ Dios ayude al pueblo egipcio frente al tirano Hosni Mubarak", respondieron los asistentes.

"Vivimos al l¨ªmite como siempre. Lo que es nuevo es el coraje de la oposici¨®n para pedir la salida de Saleh. Es la primera vez que en Yemen ocurre algo as¨ª", analiza Abdullah al Faqih, un polit¨®logo de la Universidad de San¨¢. Considera, sin embargo, que el impulso es a¨²n t¨ªmido. "La ca¨ªda de Mubarak sin duda reforzar¨ªa la demanda para que Saleh se vaya", asegura en un correo electr¨®nico, en el que se muestra convencido de que "si Egipto sale adelante, Yemen ser¨¢ el siguiente".

Al Faqih recuerda que "hist¨®ricamente lo que ha sucedido en Egipto siempre ha tenido eco en Yemen". En su opini¨®n Saleh, al que califica de "mal alumno de Mubarak", se apoya para sobrevivir en t¨¢cticas similares manipulando el pa¨ªs, robando sus recursos y concentrando el poder y la riqueza en miembros de la familia y del clan. "Si Mubarak sobrevive, los resultados ser¨¢n desastrosos para la regi¨®n, y la juventud tal vez recurra al terrorismo al ver que los medios pac¨ªficos de cambio no funcionan", concluye.

Y con un ojo puesto en Egipto, Saleh anunci¨® el mi¨¦rcoles ante una sesi¨®n extraordinaria de las dos c¨¢maras del Parlamento que no ten¨ªa intenci¨®n de prolongar su mandato m¨¢s all¨¢ de su t¨¦rmino constitucional que concluye en 2013, ni de pasar la vara de mando a su hijo Ahmad, como la oposici¨®n sospecha que preparaba. El presidente, que se hizo con el poder en un golpe de Estado incruento en 1978 en lo que entonces era Yemen del Norte, tambi¨¦n invit¨® a la oposici¨®n a un Gobierno de unidad nacional y prometi¨® retrasar las elecciones legislativas convocadas para abril.

Pero no es la primera vez que Saleh, un astuto pol¨ªtico y un superviviente nato, ofrece reformas que se desvanecen. Su tono conciliador no persuadi¨® a la oposici¨®n, encabezada por los islamistas de Al Islah y los socialistas y agrupada en el Foro Com¨²n. Se negaron a desconvocar las movilizaciones previstas para ayer y que adem¨¢s de en San¨¢, tuvieron una importante repercusi¨®n en Taif, la segunda ciudad del Norte; Ad¨¦n, la antigua capital del Sur y primer puerto del pa¨ªs; e Ibb, la llamada ciudad verde, situada entre las dos anteriores.