Santos no autorizar¨¢ m¨¢s liberaciones de las FARC hasta que haya garant¨ªas
La entrega frustrada de dos secuestrados el pasado domingo cuestiona la continuidad del proceso
De la alegr¨ªa al desconcierto y la decepci¨®n: Colombia sufri¨® el domingo un tobog¨¢n emocional. El d¨ªa empez¨® con la previsi¨®n de tres liberaciones de miembros de la fuerza p¨²blica secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Termin¨® con la entrega frustrada de dos de ellos. Los agentes, en cautiverio desde hace dos y tres a?os largos, no estaban en el sitio acordado al que lleg¨® la misi¨®n humanitaria a recogerlos.
Tras el incidente, hoy el presidente colombiano Juan Manuel Santos ha anunciado que su Gobierno s¨®lo autorizara m¨¢s liberaciones de secuestrados por las FARC cuando haya garant¨ªas y dijo que, por ahora, prosigue analizando la situaci¨®n despu¨¦s de que el pasado domingo se frustrara la liberaci¨®n del polic¨ªa Guillermo Sol¨®rzano y del cabo del Ej¨¦rcito Sal¨ªn Sanmiguel porque la guerrilla dio coordenadas err¨®neas.
"No queremos improvisar y tomaremos una decisi¨®n cuando estemos seguros, s¨®lo cuando estemos seguros, de que la liberaci¨®n pueda llevarse a cabo", declar¨® el presidente a los periodistas congregados en la Casa de Nari?o, sede del Ejecutivo. Agreg¨® que lo ocurrido el domingo fue grave porque las FARC "incumplieron con las coordenadas, incumplieron con las entregas, y propusieron a ¨²ltima hora, cuando ya no era posible, realizar la entrega en un lugar que estaba fuera de las ¨¢reas previamente acordadas".
Esto es "algo que ni el Gobierno ni el CICR (Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja) pod¨ªamos aceptar", agreg¨® para remarcar despu¨¦s que el cumplimiento de la palabra es de vital importancia. "En este preciso momento estamos evaluando la situaci¨®n para la continuaci¨®n del proceso de liberaciones. Estamos incluso considerando la posibilidad de hacerlo por tierra", adelant¨® Santos, quien, sin embargo, se expres¨® en desacuerdo con las "liberaciones a cuentagotas", como ya lo hizo hace unos d¨ªas.
"Las FARC han cometido un acto que nos escandaliza", dijo indignado -y en la misma l¨ªnea en la que hoy se ha expresado Santos- Eduardo Pizarro, delegado gubernamental para este proceso, en el aeropuerto de Ibagu¨¦, cuando llegaron los helic¨®pteros militares que facilit¨® el Gobierno de Brasil sin traer a todos los esperados.
Ya m¨¢s calmado, Pizarro cont¨® este lunes que los miembros de la misi¨®n aterrizaron en varios sitios, donde los guerrilleros los recibieron con un "aqu¨ª no es". Finalmente, al caer la tarde les contaron que estaban al otro lado de la cordillera, en otro departamento. A esa hora resultaba imposible ir hasta all¨¢.
La confusa situaci¨®n dej¨® al Gobierno en una encrucijada. Ayer esperaba una explicaci¨®n de lo ocurrido por parte del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), que act¨²a como mediador, para tomar una decisi¨®n. La reuni¨®n del delegado del CICR con delegados oficiales empez¨® a mediod¨ªa (hora local) con la creencia de que fuese probable que, por respeto al dolor de los familiares de los secuestrados, contin¨²e la misi¨®n si existe la certeza de que esta vez se cumplir¨¢ lo acordado. Algo que a¨²n no se sabe con certeza.
Desde la semana pasada, el presidente, Juan Manuel Santos, hab¨ªa manifestado su malestar por estas entregas a cuentagotas de cautivos por el espect¨¢culo medi¨¢tico que generan y por el "doble juego" de las FARC: sueltan a unos y secuestran a otros. Dos trabajadores fueron tomados como rehenes el mi¨¦rcoles, aunque uno de ellos fue liberado d¨ªas despu¨¦s.
Se desconoce qu¨¦ pas¨® realmente en el sur del Tolima, una zona monta?osa al sur de Colombia donde el Ej¨¦rcito trata de cercar desde hace meses a Alfonso Cano, comandante de la guerrilla.
Piedad C¨®rdoba, ex senadora y gestora de estas entregas unilaterales, ha guardado silencio. Tampoco han hablado los miembros de la organizaci¨®n Colombianos y Colombianas de la Paz, que C¨®rdoba lidera. Quieren mantener la cautela y, ante todo, que los dos secuestrados regresen a casa. As¨ª lo declar¨® a este peri¨®dico el congresista Iv¨¢n Cepeda. "Todo proceso de paz, o de ambientaci¨®n de un proceso de paz, tiene dificultades. Las liberaciones son operaciones complejas, implican suspensi¨®n de actividades militares, movimiento de la guerrilla. No son, como creen muchos, viajes de turismo".
El delegado de la Cruz Roja ha sido tambi¨¦n diplom¨¢tico. Pero cree que pudo tratarse de un error, quiz¨¢s un cambio de un n¨²mero de las coordenadas, pues el proceso de entrega de estas es complejo: le llegan a la exsenadora y ella solo las pasa a los pilotos de los helic¨®pteros cuando alzan el vuelo.
Pero otros analistas creen que las FARC, como en otras ocasiones, se burlaron del pa¨ªs. Que quisieron aprovechar el cese de operaciones militares en la zona durante 36 horas para hacer alg¨²n movimiento, como, por ejemplo, sacar de all¨ª a Cano, su comandante m¨¢ximo.
As¨ª piensa Alfredo Rangel, experto en seguridad: "Quer¨ªan utilizar las liberaciones para darse un aire en t¨¦rminos militares en zonas cr¨ªticas". Y ser¨ªa un golpe demasiado duro para la esperanza de paz que se estaba generando alrededor de estas liberaciones y de la posibilidad ?dada por la senadora C¨®rdoba como un hecho cierto antes de julio? de entrega de los 16 polic¨ªas y militares canjeables que aun tienen en sus manos las FARC. Todos ellos llevan m¨¢s de 10 a?os pudri¨¦ndose en las c¨¢rceles de la selva.
El ¨²nico que volvi¨® el domingo con su familia fue el patrullero de la polic¨ªa Carlos Alberto Ocampo. Su libertad fue anunciada la v¨ªspera, y se recibi¨® como un regalo para cerrar la serie de liberaciones de la semana pasada. En dos operaciones distintas en dos puntos del pa¨ªs fueron liberados dos pol¨ªticos y dos miembros de la fuerza p¨²blica.
Ocampo fue secuestrado a finales de diciembre, d¨ªas despu¨¦s de que las FARC anunciaran estas liberaciones, planteadas como gestos humanitarios y unilaterales. ?Entregaron al cabo para calmar los ¨¢nimos porque ya sab¨ªan que incumplir¨ªan con lo prometido? Es uno de los muchos interrogantes sin respuesta que ha dejado este confuso episodio.
Fallecen dos marines colombianos tras un ataque de las FARC
Las autoridades colombianas han encontrado los cad¨¢veres de dos marines despu¨¦s de que miembros de las FARC activaran un explosivo a orillas del r¨ªo Putumayo cuando efectivos de la Armada desembarcaban en esa zona fronteriza con Ecuador. Tras el ataque siguen desaparecidos tres militares y otros cuatro han resultado heridos, seg¨²n han informado fuentes oficiales.
Dos de los cuatro militares heridos fueron trasladados al Hospital Militar Central, en la ciudad de Bogot¨¢, mientras los otros dos se recuperan en el Hospital de Puerto As¨ªs, la capital departamental.
"Las cargas son sembradas habitualmente a orillas de los r¨ªos de la regi¨®n por terroristas del frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que esperan a las unidades militares para activarlas", han asegurado fuentes del Comando de la Fuerza Naval del Sur desde la sede de esa unidad en Puerto Legu¨ªzamo.
Este nuevo ataque se produce el mismo d¨ªa en que el presidente colombiano ha asegurado que no se van a llevar a cabo m¨¢s liberaciones de rehenes sin que haya garant¨ªas de ¨¦xito. Para el Comando de la Armada, esta nueva acci¨®n "representa una grave violaci¨®n a los principios del Derecho Internacional Humanitario, los derechos humanos y la Convenci¨®n de Ottawa" por el uso de minas antipersona prohibidas.
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