La oposici¨®n argentina, sin candidato ¨²nico a¨²n para las presidenciales

Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner contra Ricardo Alfons¨ªn o contra Mauricio Macri. Faltan ocho meses para las elecciones de octubre y lo ¨²nico claro es que la actual presidenta argentina ser¨¢ quien eche el puso final al que consiga imponerse de entre esos dos candidatos opositores. Carlos Reutemann, el peronista en el que algunos confiaron hasta el ¨²ltimo minuto como "tapado" para hacer frente a Cristina Fern¨¢ndez, se ha retirado por completo de la batalla. El actual gobernador de Santa Fe anunci¨® el pasado viernes que no ser¨¢ candidato. Por el momento, las encuestas dan a Cristina como clara favorita, sin que nadie vaya a disputarle el liderazgo dentro del Partido Justicialista (PJ). Los ¨²ltimos datos publicados por consultoras privadas indican que ha experimentado una ca¨ªda sobre el 51% de popularidad que lleg¨® a alcanzar a ra¨ªz de la repentina muerte de su esposo, en octubre, pero que a¨²n con ese deterioro, sigue yendo muy por delante en todos los sondeos de intenci¨®n de voto.

La presidenta no ha anunciado todav¨ªa oficialmente su candidatura. Sus partidarios intentan garantizarle que no estar¨¢ obligada a enfrentarse en una segunda ronda a un ¨²nico candidato de la oposici¨®n, lo que supondr¨ªa achicar mucho las diferencias. El PJ se ha lanzado ya a una dura campa?a para ara?ar posibles votos, pero para ganar en primera vuelta la presidenta necesitar¨ªa obtener mas del 40% del voto y quedar, adem¨¢s, 10 puntos por encima de su inmediato seguidor, algo que, ahora mismo, la mayor¨ªa de los analistas duda de que est¨¦ a su alcance.

Por el momento, Cristina Fern¨¢ndez se beneficia de la dispersi¨®n de los distintos grupos opositores que en muchos casos ni tan siquiera han decidido todav¨ªa quien ser¨¢ su candidato. Las encuestas indican, sin embargo, que sus m¨¢s probables contendientes ser¨¢n el radical Ricardo Alfons¨ªn (UCR), de 59 a?os, y el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, de 52, de origen peronista pero con su propio partido (PRO). La pol¨ªtica argentina es, sin embargo, tan fluida que todav¨ªa queda espacio para algunas sorpresas.

Una ley aprobada en esta misma legislatura obliga a todos los partidos a celebrar, el mismo d¨ªa y a la misma hora, en todo el pa¨ªs, unas elecciones internas en las que pueden votar todos los ciudadanos que lo deseen. Esta especie de ensayo general "con todo" tendr¨¢ lugar el 14 de agosto, en pleno invierno austral. Algunos partidos esperan llegar a ese momento con el candidato ya decidido y se preparan a toda m¨¢quina para presentar una imagen s¨®lida, sin peleas ni discusiones internas.

As¨ª suceder¨¢, por ejemplo, con el partido m¨¢s cl¨¢sico de Argentina, la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), que ha decidido celebrar sus propias internas en abril, a las que se presentar¨¢n dos seguros candidatos: el ya mencionado Ricardo Alfons¨ªn, hijo del ex presidente del mismo apellido, y Ernesto Sanz, que es senador y que ha dirigido el partido durante los ¨²ltimos y dif¨ªciles a?os. Alfons¨ªn (id¨¦ntico f¨ªsicamente a su padre) es m¨¢s popular y se presenta como alguien dispuesto a disputar voto de centro izquierda a los peronistas. Sanz, con una imagen m¨¢s conservadora, pero tambi¨¦n m¨¢s experimentada y s¨®lida, podr¨ªa, seg¨²n muchos analistas, disputar el voto de Macri y conseguir as¨ª pasar a esa anhelada segunda vuelta. Para colmo, sea quien sea, el ganador en abril tendr¨¢ que ver qu¨¦ hace para convencer al actual vicepresidente, Julio Cobos, un radical "traidor" que regres¨® al redil, para que no se presente "por fuera" a la interna "oficial".

Los problemas de la oposici¨®n (Macri tiene tambi¨¦n que buscar alianzas que completen sus opciones) son siempre bien venidos en el justicialismo, pero no ocultan las tensiones propias. El Frente para la Victoria que encabez¨® Cristina Fern¨¢ndez en 2007 contaba con la mano dura y la fuerte determinaci¨®n de N¨¦stor Kirchner, pero muerto el expresidente, la situaci¨®n interna es menos clara. La presidenta no tiene un grupo de colaboradores claramente identificados ni esta acostumbrada a lidiar con las feroces tensiones internas del peronismo. Tampoco dispone por el momento de un colaborador pr¨®ximo y con prestigio profesional al que encargar la direcci¨®n de la econom¨ªa, algo de lo que se ocupaba su marido.

Los partidarios de Cristina intentan movilizar a cada uno de sus posibles votantes, buscando sobre todo en la izquierda y en los movimientos sociales (fuertemente dependientes de las subvenciones gubernamentales). Eso alarma a sectores que apostaron por Kirchner en su momento, pero que no quieren "profundizar" en esa direcci¨®n.

Adem¨¢s, la presidenta tendr¨¢ que tener en cuenta la inquietud que ha despertado en un grupo de alcaldes del llamado conurbano bonaerense al permitir las "listas colectoras" (integradas por candidatos a alcalde o a gobernador de otros partidos pero que "colocan" en su propia papeleta a Cristina Fern¨¢ndez como "su" candidata presidencial). La idea, que tiene precedentes hist¨®ricos, a?ade votos a la actual mandataria, pero compromete a quienes cre¨ªan que contaban en exclusividad con su tir¨®n electoral.

Entre los perjudicados figura el actual gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, de un sector m¨¢s conservador del PJ, que ahora tendr¨¢ que "compartir" a Fern¨¢ndez con otro candidato a gobernador de Buenos Aires "m¨¢s a la izquierda", Mart¨ªn Sabattella, del grupo Nuevo Encuentro. Scioli permanece en silencio, pero muchos de los alcaldes peronistas que temen encontrarse en una situaci¨®n similar ya han empezado a moverse. Y, dentro del justicialismo, eso suele presagiar tormenta.