Concluye el juicio contra Charles Taylor
La defensa considera el caso politizado y la fiscal¨ªa le presenta como un l¨ªder carism¨¢tico
Tres a?os le ha costado a la justicia internacional dejar visto para sentencia el primer juicio contra un exjefe de Estado, en este caso el liberiano Charles Taylor, que llega a su fin. Acusado de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad ante el Tribunal Especial Internacional para Sierra Leona, Taylor ha sido presentado como un l¨ªder de extremos. Para la defensa, fue "un mediador que trat¨® de pacificar ?frica occidental". La fiscal¨ªa, por el contrario, lo califica de "jefe carism¨¢tico capaz de enga?ar a quienes le rodean, y de intentarlo incluso con los jueces".
El antiguo hombre fuerte liberiano respond¨ªa de haber armado al Frente Unido Revolucionario sierraleon¨¦s, a cambio de diamantes, para hacerse con el poder en el pa¨ªs vecino. "Gracias a Taylor, estos rebeldes protagonizaron una campa?a de violencia salvaje contra la poblaci¨®n civil", dice la acusaci¨®n. "El acusado plane¨® una guerra en Sierra Leona que caus¨® miles de muertos. Nada se hac¨ªa sin su consentimiento. Todo se lograba con sus ¨®rdenes", seg¨²n el fiscal Nicholas Koumjian.
"Nada se hac¨ªa sin su consentimiento. Todo se lograba con sus ¨®rdenes", asegura el fiscal
Los abogados de Taylor, por el contrario, han criticado la "politizaci¨®n de un proceso al que han llegado varios testigos dudosos (ha habido 115 en total), para los que no se han escatimado medios". El jueves, Courtenay Griffiths, defensor jefe, lleg¨® a decir que el juicio era "una forma de neocolonialismo". "Gadafi, el l¨ªder libio, nunca se sentar¨ªa en el banquillo. No lo permitir¨ªan las potencias occidentales con lazos econ¨®micos en Libia", asegur¨®.
Golpes de efecto aparte, Libia figura entre los miles de documentos generados en las pruebas. El tr¨ªo de magistrados, de Irlanda del Norte, Uganda y Samoa deber¨¢ llegar a una conclusi¨®n sobre el supuesto papel jugado por Tr¨ªpoli en Sierra Leona. Por un lado, se ha dicho que el propio Taylor fue adiestrado por hombres de Gadafi antes de lanzar al Frente Unido Revolucionario a la lucha. Por otro, tambi¨¦n se ha sugerido que Libia envi¨® armas a los insurgentes de Freetown, la capital sierraleonesa. La defensa argumenta que no fue Taylor, sino el jefe rebelde Foday Sankoh, un subordinado, el que arregl¨® la compra de armas a los libios. La acusaci¨®n sostiene que ambos personajes "eran dos iguales en la empresa criminal que se propusieron".
Una vez cerrado el caso, Taylor, que ha declinado intervenir al final, ha sido devuelto a la c¨¢rcel que el Tribunal para Sierra Leona (auspiciado por la ONU) tiene en La Haya. All¨ª esperar¨¢ la sentencia. De condenarle, cumplir¨¢ la pena en el Reino Unido.
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