Aristide: "El pueblo haitiano debe marcar el fin del exilio y de los golpes de Estado"
El regreso de Aristide amenaza las elecciones presidenciales en Hait¨ª. -El exmandatario goza a¨²n de apoyo popular y puede condicionar los comicios
Todas las im¨¢genes posibles del expresidente haitiano Jean-Bertrand Aristide las sacaron ayer a la calle miles de haitianos, para darle la bienvenida al Aristide de traje y corbata a rayas que, a las 9.40 de la ma?ana, aterriz¨® en el aeropuerto internacional de Puerto Pr¨ªncipe despu¨¦s de siete a?os de exilio.
Tan pronto como se detuvo el avi¨®n, toda la comitiva que esperaba a Aristide se abalanz¨® sobre la pista. Los miembros de su partido, los diplom¨¢ticos, las damas en tacones, los periodistas; la se?ora que, se supon¨ªa, deb¨ªa entregarle al expresidente un ramo de alcatraces. Jean-Bertrand Aristide salud¨® desde la escalerilla y, arropado entre el gent¨ªo, camin¨® hacia el ¨¢rea de desembarque para dar su discurso de llegada.
"En 1804 la revoluci¨®n de Hait¨ª marc¨® el fin de la esclavitud. Hoy el pueblo haitiano debe marcar el fin del exilio, de los golpes de Estado. Pac¨ªficamente debemos avanzar de la exclusi¨®n social hacia la inclusi¨®n social", dijo el expresidente Aristide en franc¨¦s y en ingl¨¦s, para subrayar cada palabra. Fue justamente un golpe de Estado el que lo sac¨® del poder por primera vez, en 1991, poco despu¨¦s de que ganara las primeras elecciones democr¨¢ticas convocadas en Hait¨ª tras d¨¦cadas de dictadura. Luego, en 1994, fue restituido en el poder y culmin¨® su mandato en 1996. En 2001 fue reelegido, pero no logr¨® culminar el periodo de cinco a?os para el que fue electo: otra revuelta lo sac¨® del Palacio Nacional el 29 de febrero de 2004 y, a bordo de un avi¨®n militar de Estados Unidos, fue enviado a Sud¨¢frica, donde hasta ayer estuvo exiliado.
Los ¨²ltimos a?os de gobierno de Aristide estuvieron marcados por la violencia contra sus opositores, liderada por su milicia de chimer¨¦s.
De momento, Jean-Bertrand Aristide no se ha referido a las elecciones presidenciales, a las que se presentar¨¢n el pr¨®ximo domingo los candidatos Mirlande Manigat, por la Reuni¨®n de los Dem¨®cratas Nacionales Progresistas (RDNP), y Michel Martelly, por el partido Respuesta Campesina. A pesar de que Manigat result¨® ganadora en la primera vuelta electoral, realizada el 28 de noviembre de 2010, una encuesta de la Oficina de Investigaci¨®n Inform¨¢tica para el Desarrollo Econ¨®mico y Social publicada la semana pasada indica que la intenci¨®n de voto favorece a Martelly, con el 50,8% de la preferencia de los electores.
Pero hay quienes piensan -entre ellos el presidente de Estados Unidos, Barack Obama- que la sola presencia de Aristide en Puerto Pr¨ªncipe puede cambiar el rumbo del proceso. Pero lo que ayer recordaban quienes fueron a verlo, quienes escoltaron su caravana bajo el sol, desde el aeropuerto hasta el portal de su casa, en el bulevar de Tabarr¨¦, era el alivio de su palabra: que ¨¦l "s¨ª sabe hablarle al pueblo".
El mensaje que su l¨ªder les ha enviado esta vez, el que leer¨¢n hoy en los diarios, dice que "la mayor esperanza para Hait¨ª, el mejor remedio, es el amor"; dice que "la humillaci¨®n de uno solo de los haitianos es la humillaci¨®n de todos los haitianos".
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