De esa agua no beber¨ªa
Algunos especialistas, incluyendo la OMS, no consideran "inminentes" los efectos negativos para la salud, pero otros reconocen que si estuvieran en Tokio tomar¨ªan agua embotellada
Los altos niveles de contaminaci¨®n radiactiva (160 veces por encima de lo habitual) detectados en verduras y leche procedente de las cercan¨ªas de la central nuclear de Fukushima en Jap¨®n han obligado a su primer ministro, Naoto Kan, a alertar a la poblaci¨®n para que no los consuma. En Tokio, se han encontrado part¨ªculas de yodo radiactivo en el agua del grifo y las autoridades han prohibido su consumo en beb¨¦s. Los expertos consultados no consideran "inminentes" los efectos negativos para la salud e insisten en que el riesgo viene de la acumulaci¨®n de contaminaci¨®n, pero otros, en todo caso, no beber¨ªan el agua de Tokio.
El doctor Joachim Breckow, profesor del Instituto de f¨ªsica m¨¦dica y de protecci¨®n radiol¨®gica de la Universidad de Ciencias Aplicadas (THM) de Alemania, experto independiente del OIEA, explica que una concentraci¨®n de hasta 100 becquerelios por kilo o litro de alimentos es pr¨¢cticamente normal. Como referencia, indica que el cuerpo humano tiene en total unos 10.000 becquerelios. "Solo se han encontrado niveles muy altos en puntos concretos, pero se ha decidido no comercializar estos alimentos por precauci¨®n", explica Breckow.
Para el profesor de ingenier¨ªa nuclear de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid Eduardo Gallego, los controles que est¨¢ llevando a cabo el Gobierno japon¨¦s son "una medida necesaria" aunque el riesgo para la salud "no es inminente" ya que lo peligroso no es consumir productos contaminados una sola vez, sino tener un consumo continuado. Adem¨¢s, los riesgos son siempre a largo plazo. "Las radiaciones de tipo beta y gamma pueden alterar el ADN de las c¨¦lulas y hacer que estas se degeneren y se produzca un c¨¢ncer con los a?os". Seg¨²n sus c¨¢lculos, el riesgo de padecer enfermedades comenzar¨ªa a producirse a partir de un a?o de consumo de, por ejemplo, verduras contaminadas.
Agua contaminada
Las autoridades han recomendado a los habitantes de Tokio que los beb¨¦s no consuman agua del grifo. Los ni?os, como detalla Jean Michel Poirson, especialista en Seguridad Alimenticia de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentaci¨®n (FAO), son m¨¢s sensibles a la radiaci¨®n con yodo y cesio. A los adultos, sin embargo, les piden que no hagan acopio de agua embotellada para no desabastecer a las zonas que m¨¢s la necesitan, que son las prefecturas cercanas a la central. El doctor Breckow opina sin embargo que 210 becquerelios -los que se han detectado- tampoco son buenos para los adultos, pero como dice "es una cuesti¨®n de alternativas". Personalmente, si existiese la posibilidad de tomar agua embotellada, ¨¦l lo har¨ªa.
El profesor Gallego tampoco beber¨ªa agua corriente si estuviera en Tokio, a pesar de que su visi¨®n sobre la situaci¨®n actual en Jap¨®n es tranquilizadora. "Beberla no es m¨¢s peligroso que ingerir otros productos qu¨ªmicos como los que se inhalan al fumar". Pero, a¨²n as¨ª, recomienda la prevenci¨®n: "Son tantos los frentes que las autoridades japonesas tienen abiertos que yo recomendar¨ªa autoprotegerse con medidas sencillas como la de no tomar agua del grifo".
Eduardo Rodr¨ªguez, investigador y profesor del CSIC y miembro del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la UE sobre nuevos riesgos para la salud es otro de los expertos que no beber¨ªa el agua corriente de Tokio. Afirma que "todo lo que est¨¢ pasando estaba previsto desde la semana pasada" y que Jap¨®n "minimiza los resultados" y ha hecho cosas "criticables" como aumentar los niveles de radiaci¨®n permitidos. "El problema es qu¨¦ medidas tomar en un pa¨ªs tan poblado", reflexiona, y remite al servicio meteorol¨®gico austr¨ªaco para obtener informaci¨®n fidedigna sobre los niveles de radiaci¨®n y su desplazamiento en el mundo.
Efectos a largo plazo
A largo plazo, la zona que rodea la central se enfrenta a una contaminaci¨®n del suelo de varias d¨¦cadas, que la inhabilitar¨¢ para la agricultura y ganader¨ªa, aunque los expertos coinciden en que es demasiado pronto para calcular durante cuanto tiempo. A d¨ªa de hoy, se han hallado niveles 400 veces superior a lo normal a 5 cent¨ªmetros de la superficie de la tierra en un ¨¢rea de 40 kil¨®metros alrededor de la central. Como explica Breckow, las dos part¨ªculas principales a vigilar son el yodo-131 y el cesio-137. El primero desaparecer¨¢ en cuesti¨®n de meses. El segundo, sin embargo, puede permanecer unos 30 a?os. La contaminaci¨®n ir¨¢ penetrando en la tierra hasta que ya no quede rastro en la superficie, pero el agua subterr¨¢nea podr¨ªa verse afectada. En el cuerpo, como explica Poirson, de la FAO, el yodo se elimina en unos d¨ªas, mientras el cesio pueden permanecer 17 d¨ªas.
Por eso, explica el doctor Rafael Herranz Crespo, jefe del servicio de Oncolog¨ªa Radioter¨¢pica del Hospital Gregorio Mara?¨®n, el Gobierno japon¨¦s ha puesto unos l¨ªmites mucho m¨¢s bajos para las cantidades contenidas de cesio que de yodo. Mientras que los l¨ªmites para el consumo en adultos de yodo est¨¢n en 300 bequerelios por kilo para la leche y el agua, en cesio est¨¢n en 200. Y, para los vegetales, el l¨ªmite de yodo es 2.000 y el de cesio 500 bequerelios por kilo. El doctor explica los efectos que estas sustancias podr¨ªan tener en la salud de las personas. "El yodo se fija en la gl¨¢ndula tiroides y podr¨ªa provocar a largo plazo un c¨¢ncer de tiroides, que es lo que pas¨® en Chern¨®bil con muchos ni?os que bebieron leche contaminada", apunta. El cesio, a su vez, es m¨¢s peligroso por su mayor duraci¨®n y podr¨ªa provocar a largo plazo osteoporosis porque se fija a los huesos.
A la OMS no le preocupa de momento la contaminaci¨®n
Mar¨ªa Neira, directora del departamento de Salud P¨²blica y Ambiental de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), ha declarado a este peri¨®dico que "a la OMS no le preocupa la presencia de radiactividad en el agua, aunque lo har¨ªa si continuase a largo plazo. La organizaci¨®n conf¨ªa en que las autoridades japonesas pondr¨¢n en marcha los m¨¦todos que existen para limpiarla".
Como otros expertos consultados, considera que la alerta para que los beb¨¦s solo beban agua embotellada se debe a lo que en medicina se denomina "principio de precauci¨®n", que no est¨¢ necesariamente basado en un estudio cient¨ªfico de causa-efecto. La doctora Neira coincide en que es la acumulaci¨®n, y no la sola presencia de yodo o cesio radiactivo, lo que aumenta el riesgo de padecer c¨¢ncer tiroideo.
"Las radiaciones han representado un beneficio enorme en el diagn¨®stico y tratamiento de enfermedades", subraya Neira, que advierte sin embargo de los efectos adversos del abuso, e insiste en la necesidad de que los profesionales de la salud hagan un uso muy racional de las radiaciones, como recomienda el programa de la OMS sobre radiaci¨®n y salud.
Jean Michel Poirson, de la FAO, recuerda a todos los pa¨ªses miembros de su organizaci¨®n que existen est¨¢ndares internacionales acordados por todos para vigilar y controlar la contaminaci¨®n en los alimentos, que deber¨ªan emplear en la importaci¨®n de alimentos provenientes de la zona de Fukushima.
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