Grietas en el partido de Sarkozy tras la derrota en las elecciones cantonales

La derrota de Nicolas Sarkozy y su partido, la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), en la segunda vuelta de las elecciones cantonales, celebradas ayer, con una abstenci¨®n del 55%, comienza a hacer mella en sus propias filas. A las cr¨ªticas de algunos aliados centristas por lo que consideran una deriva derechizante, se suma las del propio portavoz del Gobierno, Fran?ois Baroin. Hoy por la ma?ana, Baroin, en una emisora de radio, ha asegurado que no est¨¢ de acuerdo con el debate sobre el islam y la laicidad que la UMP va a organizar el cinco de abril y que, seg¨²n la oposici¨®n, s¨®lo trata de estigmatizar a los musulmanes. Sarkozy, horas despu¨¦s, ha precisado que el pol¨¦mico debate se va a llevar a cabo obligando a Baroin a anunciar posteriormente una rectificaci¨®n de sus declaraciones. Todo esto no es sino un s¨ªntoma de que algo no marcha en la formaci¨®n de Sarkozy, prisionera de sus propias contradicciones: si se escora muy a la derecha y convierte la inmigraci¨®n en uno de sus ejes electorales, corre el riesgo de hacer el juego al ultraderechista Frente Nacional, seg¨²n unos. Si no lo hace, deja todo el terreno libre a Marine Le Pen, seg¨²n otros.

La UMP obtuvo ayer poco m¨¢s del 20% de los votos. Y perder¨¢ varios departamentos, que pasar¨¢n a manos del Partido Socialista. Todo esto no ser¨ªa muy grave si no ocurriera a 13 meses de las elecciones presidenciales y si estas elecciones cantonales no constituyeran, de hecho, el ¨²ltimo escrutinio general antes de esa crucial votaci¨®n de 2012. Y si no confirmaran lo que los sondeos apuntan una vez y otra: Sarkozy, a pesar de su actividad internacional, se halla en el estadio m¨¢s bajo de su popularidad en Francia.

Por su parte, el Partido Socialista franc¨¦s (PS), con un 35,7% de los votos, es el vencedor de las elecciones. Entre ellos hay satisfacci¨®n, pero no euforia. Tambi¨¦n para esta formaci¨®n hoy empieza la cuenta atr¨¢s hacia las elecciones presidenciales de 2012. Lo avis¨® ayer su primera secretaria, Martine Aubry: "Los franceses han abierto ya la v¨ªa del cambio". Para ello, los socialistas deber¨¢n elegir en unas primarias antes a su candidato. Aubry, uno de los posibles, ha anunciado hoy que, pase lo que pase, no se enfrentar¨¢ en esas primarias al, en teor¨ªa, dirigente con m¨¢s posibilidades, Dominique Strauss-Kahn, director general del Fondo Monetario Internacional y favorito de los franceses en los sondeos. ?ste, por su parte, a¨²n no ha aclarado si se presentar¨¢ o no.

Pero la victoria de las elecciones se la ha adjudicado, a falta de otro m¨¢s euf¨®rico o m¨¢s convencido, Marine Le Pen. Con un 11,7% de los votos y dos consejeros generales elegidos (no contaban con ninguno), la presidenta de la ultraderecha francesa se mostraba ayer -y hoy- muy satisfecha. Los especialistas coinciden en que el resultado confirma que el Frente Nacional se instala definitivamente en la vida pol¨ªtica francesa y que la estrategia de desdiabolizaci¨®n de este partido emprendida por la hija de Le Pen ha dado su fruto. "Contrariamente a 2002, ya no hay un movimiento emocionado anti-FN en la sociedad civil. ?ste se vuelve, poco a poco, a los ojos de la gente como una formaci¨®n como las otras", aseguraba hoy en Le Parisien Daniel L¨¦vy, presidente de la empresa de sondeos Harris Interactive. Tambi¨¦n para Marine Le Pen, hoy comienza la carrera hacia las elecciones de 2012.