Musa Kusa, el liquidador del coronel
El ministro de Exteriores libio, que ha desertado del r¨¦gimen, oculta un pasado controvertido como jefe de los servicios secretos
La deserci¨®n del ministro de Exteriores libio Musa Kusa del r¨¦gimen de Gadafi marca un nuevo giro en la controvertida carrera del que fue durante 15 a?os el jefe de los servicios secretos de su pa¨ªs. Kusa lleg¨® ayer por sorpresa a Londres desde T¨²nez y las autoridades brit¨¢nicas est¨¢n tratando de averiguar si es cierto que quiere desertar. "Viaj¨® aqu¨ª por propia voluntad. ?l nos ha dicho que renuncia a su cargo", seg¨²n el comunicado del Ministerio de Exteriores Brit¨¢nico. Sin embargo, un portavoz del gobierno libio neg¨® que Musa haya desertado y asegur¨® que se encuentra en el Londres "en una misi¨®n diplom¨¢tica".
Musa no es ning¨²n desconocido para las autoridades del Reino Unido, donde fue enviado en 1979 como embajador de facto del r¨¦gimen libio. Pero su misi¨®n diplom¨¢tica acab¨® r¨¢pidamente, ya que fue expulsado al a?o siguiente por la pol¨¦mica generada tras sus declaraciones en el diario The Times, en las que apoyaba el asesinato de disidentes libios en suelo brit¨¢nico y de manifestar admiraci¨®n por los militantes del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA). En aquella entrevista, Musa declaraba sin tapujos desde la embajada de Libia en Londres: "El comit¨¦ revolucionario decidi¨® anoche asesinar a dos personas en el Reino Unido. Yo apruebo esa acci¨®n". Las autoridades brit¨¢nicas le dieron 48 horas para dejar el pa¨ªs y tuvo que volver a Libia, donde fue recibido en el c¨ªrculo de los estrechos colaboradores de Gadafi.
Cuenta Robert Joseph, alto funcionario del departamento de Estado norteamericano, que en los ambientes de los servicios de seguridad libios "se conoc¨ªa a Musa Kusa con el apodo de el enviado de la muerte", ya que se sospechaba que mandara sicarios a todo el mundo para eliminar los opositores libios en exilio. Tambi¨¦n se le ha acusado de ser uno de los cerebros del atentado contra un avi¨®n en Lockerbie (Escocia) que se cobr¨® 270 vidas en 1988, y por su cercan¨ªa con Abdelbaset al-Megrahi, el ¨²nico condenado por la justicia brit¨¢nica. Adem¨¢s se le acusa de estar relacionado con otro atentado en 1989 contra un avi¨®n franc¨¦s en Niger, que mat¨® a 170 personas.
La "columna vertebral del r¨¦gimen"
Seg¨²n un art¨ªculo del peri¨®dico brit¨¢nico The Observer, un perfil confidencial preparado por la inteligencia brit¨¢nica en 1995 lo describi¨® como "el jefe de los servicios de inteligencia de Libia, responsable de apoyar a organizaciones terroristas y de perpetrar actos de terrorismo patrocinados por el Estado". Sin embargo, nunca ha sido acusado formalmente de ning¨²n de los ataques contra objetivos occidentales atribuidos a Libia en la d¨¦cada de 1980. Con los a?os fue matizando sus m¨¦todos y desempe?¨® un papel clave en la negociaci¨®n de compensaciones para las familias de las v¨ªctimas de Lockerbie.
Kusa fue viceministro de Relaciones Exteriores de 1992 a 1994, cuando asumi¨® la jefatura del servicio de inteligencia, puesto que ocup¨® hasta 2009. Los esfuerzos de Kusa por rehabilitar la imagen de Libia a nivel internacional parecieron dar sus frutos: estableci¨® v¨ªnculos comerciales con compradores de petr¨®leo en toda Europa y le abri¨® las puertas a Gadafi en los paises occidentales. En Libia, el nombre de Musa Kusa era hasta ayer sin¨®nimo de lealtad al coronel y de una militancia implacable durante d¨¦cadas. "Un hombre fuerte de los comit¨¦s revolucionarios, columna vertebral del r¨¦gimen libio y asesor de confianza de Muamar Gadafi" es como lo describen fuentes diplom¨¢ticas a France Presse. Cualquiera que sea el papel futuro de Kusa, sin duda ser¨¢ una valiosa fuente de informaci¨®n para los gobiernos occidentales sobre el r¨¦gimen de Gadafi.
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