El ministro de Exteriores alem¨¢n renuncia a ser reelegido como presidente de su partido

Todo estaba tan claro de antemano que bastaron 13 frases. Con ellas ha renunciado Guido Westerwelle, ministro de Exteriores alem¨¢n, a la reelecci¨®n como presidente del Partido Liberal Democr¨¢tico (FDP). Las largas presiones que han llevado a la retirada de Westerwelle se agravaron con los recientes reveses electorales las ¨²ltimas semanas. El FDP ha quedado fuera de los parlamentos regionales de Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt, as¨ª como fuera del Gobierno regional de Baden-W¨¹rttemberg. El ministro es uno de los pol¨ªticos de primera fila peor valorados por los alemanes. El FDP elegir¨¢ al sucesor de Westerwelle en el pr¨®ximo Congreso Federal de mayo. No obstante su retirada de la presidencia del partido, Westerwelle conservar¨¢ de momento la cartera de Exteriores en la coalici¨®n de centro-derecha que preside la canciller Agela Merkel (CDU).

Termina para el FDP una etapa de 10 a?os de dr¨¢sticos altibajos liderados por Westerwelle. El ¨²ltimo gran ¨¦xito con su direcci¨®n fue el casi 15% de los votos obtenidos en las elecciones de 2009, que le permitieron expulsar a los socialdem¨®cratas del SPD del Gobierno federal y pactar con la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana de Merkel. Con su c¨®moda mayor¨ªa, la segunda legislatura de la canciller iba a servir para aplicar las reformas mil veces anunciadas por el centro-derecha, pero las desavenencias en el Gobierno comenzaron casi inmediatamente. El FDP fue incapaz de imponer su programa electoral en el Gabinete de Merkel, que no ha bajado los impuestos ni ha sido coherente en su pol¨ªtica energ¨¦tica ni en su colaboraci¨®n con los aliados occidentales. En el ¨²ltimo mes, el Ejecutivo ha pasado de defender la energ¨ªa nuclear a cerrar siete centrales at¨®micas y a introducir una moratoria en la ley con la que ampliaron hace seis meses la vida ¨²til de las centrales alemanas por una media de 12 a?os.

El FDP ha sufrido, con pocas excepciones como la de Hamburgo el pasado febrero, un descalabro tras otro en las regionales celebradas desde entonces.

El ruido de sables en el seno del FDP era bien audible desde hace meses. Las encuestas de intenci¨®n de voto se?alan que el partido se mueve al filo del 5% necesario en Alemania para acceder al Bundestag (Parlamento federal) y a los Landtage regionales. Despu¨¦s de los pobres resultados del pasado 27 en los parlamentos regionales de Stuttgart y Maguncia, las voces liberales que solicitaban su dimisi¨®n perdieron cualquier tipo de cautela y el debate paso a las portadas de los peri¨®dicos. Este domingo en Berl¨ªn, Westerwelle reconoci¨® la que la decisi¨®n de retirarse fue "muy dif¨ªcil, por una parte". Por otra, dijo estar aliviado porque el FDP cuenta con "un grupo de j¨®venes" preparados para "asumir el liderazgo del partido".

Dos de estas "j¨®venes personalidades" del FDP son el Secretario General Christian Lindner, de 32 a?os, y el ministro de Sanidad Philipp R?sler, de 38. Durante las pasadas semanas se baraj¨® tambi¨¦n a la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, que a sus 59 a?os queda probablemente descartada mediante las alusiones de Westerwelle a la "juventud" de sus sucesores.