Santos alaba la nueva actitud de Ch¨¢vez contra la guerrilla colombiana

El s¨¢bado pasado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llam¨® a su hom¨®logo Hugo Ch¨¢vez, le habl¨® de Joaqu¨ªn P¨¦rez Becerra, Alberto -seg¨²n el Gobierno, el cabecilla del frente internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Europa. y le pidi¨® que lo capturara. El guerrillero llegaba esa tarde a Caracas en un vuelo proveniente de Fr¨¢ncfort. Ch¨¢vez cumpli¨®, y hoy Alberto est¨¢ a punto de ser deportado a Colombia si no prosperan recursos de amparo interpuestos por abogados en Venezuela. El mi¨¦rcoles pasado se activ¨® la circular roja de Interpol, lo que permiti¨® la captura en Caracas. Aqu¨ª debe responder por varios delitos: concierto para delinquir, financiamiento del terrorismo y administraci¨®n de recursos relacionados con actividades terroristas. "Ch¨¢vez no titubeo", cont¨® luego Santos, al mostrar este hecho como un gesto m¨¢s de que el mandatario venezolano est¨¢ "cumpliendo su palabra" y est¨¢ dispuesto a colaborar en la lucha contra el terrorismo. "Est¨¢bamos detr¨¢s de ¨¦l hace mucho tiempo y por fortuna ya est¨¢ a buen recaudo", agreg¨® Santos satisfecho. Alberto sali¨® esta Semana Santa de Estocolmo ?donde viv¨ªa? despu¨¦s de recibir un correo de Iv¨¢n M¨¢rquez, miembro del secretariado de las FARC. "Es necesario reunirse cuanto antes para definir asuntos log¨ªsticos urgentes", le dec¨ªa. Seg¨²n informes de inteligencia, Alberto pensaba entrar clandestinamente en Colombia, como lo hab¨ªa hecho en repetidas ocasiones, la ¨²ltima en 2009. Para unos, esta detenci¨®n es la confirmaci¨®n del buen momento que viven las otrora deterioradas relaciones entre Colombia y Venezuela; en los ¨²ltimos meses, Ch¨¢vez ha deportado tres guerrilleros a Colombia. "Es algo muy importante. Es un signo de que el di¨¢logo entre los dos pa¨ªses est¨¢ funcionando", dice Mar¨ªa Luisa Chiappe, exembajadora en el vecino pa¨ªs. Para otros, es un intercambio de favores ?Colombia acaba de privilegiar, como quer¨ªa el Gobierno vecino, la extradici¨®n del presunto narcotraficante Walid Makled a ese pa¨ªs, dejando a un lado el inter¨¦s de EE UU?, y otros opinan, simplemente, que Ch¨¢vez no ten¨ªa otro camino que cumplir la petici¨®n del presidente Santos. Esa es la opini¨®n de Ariel ?vila, de la corporaci¨®n Arco Iris. Para este experto en historia y comportamiento de las FARC, resulta dif¨ªcil hacer un balance de la importancia de Alberto en la organizaci¨®n guerrillera. "No era el ¨²nico, ni el jefe del trabajo internacional de las FARC; pero s¨ª era un hombre de confianza del secretariado que hab¨ªa cobrado importancia luego de la muerte de Ra¨²l Reyes", declar¨® a este peri¨®dico. Reyes muri¨® en marzo de 2008 en un bombardeo a su campamento en Ecuador; era el segundo hombre de las FARC y el coordinador del trabajo internacional. Alberto, con 30 a?os de militancia guerrillera, viv¨ªa como refugiado en Suecia desde 1994. Pidi¨® asilo en medio del exterminio de la Uni¨®n Patri¨®tica, partido pol¨ªtico que naci¨® de los fallidos acuerdos de paz de 1984 y del que fue concejal. Desde Estocolmo coordinaba la Agencia de Noticias Nueva Colombia, Anncol, que divulga noticias farianas. Seg¨²n Santos, Alberto es responsable "de toda esa mala propaganda que le han hecho las FARC a Colombia en Europa." Para ?vila, es claro el inter¨¦s del Gobierno venezolano en limitar la presencia de la guerrilla en su territorio. Y da una prueba: el aumento de la actividad insurgente a este lado de la frontera, en especial el lim¨ªtrofe departamento de Norte de Santander. All¨ª, en tres meses de 2011, ha habido m¨¢s operaciones guerrilleras que en ocho meses del a?o pasado. Esta percepci¨®n la tiene tambi¨¦n el Gobierno. Santos espera que Ch¨¢vez cumpla con una de las promesas hechas en las tres cumbres presidenciales binacionales desde agosto pasado, la primera apenas d¨ªas despu¨¦s de la toma de posesi¨®n de Santos. Sin embargo, no todos en Colombia ven con buenos ojos esta nueva ¨¦poca en la que Santos ha llamado "mi nuevo mejor amigo" a Ch¨¢vez. Hace poco, una afirmaci¨®n de Santos en su reciente visita a Espa?a provoc¨® una reacci¨®n airada del expresidente ?lvaro Uribe . "En Venezuela no hay campamentos de la guerrilla", dijo el primero. Y el segundo respondi¨® en su cuenta Twitter cuestionando la afirmaci¨®n. Para Uribe, Venezuela es "escondite terrorista" donde se refugian varios jefes de las FARC. Santos suaviz¨® despu¨¦s su frase: "Los campamentos que estaban ya no est¨¢n donde estaban", dijo en una entrevista al diario El Tiempo.

El l¨ªder colombiano pidi¨® al venezolano que actuara, y este "no titube¨®"