Francia pide "medidas fuertes" de la ONU y la UE contra el r¨¦gimen sirio

La brutalidad de la represi¨®n del r¨¦gimen sirio ha suscitado duras condenas en la comunidad internacional. El Gobierno franc¨¦s ha pedido hoy la aplicaci¨®n de "medidas fuertes" por parte de las Naciones Unidas y de la Uni¨®n Europea contra el r¨¦gimen de Siria por su actuaci¨®n contra las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas. Mientras tanto, las organizaciones de derechos humanos han aumentado a 400 los muertos civiles a manos de las fuerzas sirias y han informado de la detenci¨®n de Qassem Ghazzawi, un prominente defensor de los derechos civiles.

La portavoz, Christine Fage, ha declarado que Francia "condena con la mayor firmeza la escalada de represi¨®n contra la poblaci¨®n civil por parte de las autoridades sirias, marcada estos ¨²ltimos d¨ªas por el uso de carros de combate". Fage ha dicho que los responsables de los cr¨ªmenes cometidos en Libia "tendr¨¢n que responder de sus actos". "Lo importante por ahora es que deje de utilizarse la fuerza contra la poblaci¨®n civil", ha precisado Fage, preguntada por el tipo de medidas que solicita Francia contra el r¨¦gimen de Damasco.

La portavoz ha declarado que "no se contempla por ahora" la retirada de personal diplom¨¢tico franc¨¦s de la capital siria y ha recordado que desde hace diez d¨ªas el Ministerio recomienda tomar precauciones especiales a los ciudadanos franceses en ese pa¨ªs.

Los cuatro pa¨ªses de la UE en el Consejo de Seguridad, Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal, hicieron circular ayer una declaraci¨®n entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en la que se pide una resoluci¨®n de condena para incrementar la presi¨®n sobre el presidente El Asad. El texto, que previsiblemente ser¨¢ abordado en la cumbre de hoy en Nueva York, apoya la postura del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que ha defendido la apertura de una investigaci¨®n independiente para esclarecer las circusntancias que llevaron a la muerte a decenas de manifestantes el pasado fin de semana.

Avisos desde EE UU y Reino Unido

La Casa Blanca, por su parte, anunci¨® ayer que estudia imponer sanciones sobre las principales figuras del r¨¦gimen. Eso, sin embargo, no pod¨ªa causar demasiada inquietud en Damasco. La diplomacia estadounidense no dispone por el momento de alternativa a El Asad: acaba de restablecer relaciones diplom¨¢ticas plenas con Siria y cuenta con el presunto ¨¢nimo reformista del joven presidente, m¨¢s que dudoso tras los ¨²ltimos acontecimientos, como uno de sus ejes pol¨ªticos en Oriente Pr¨®ximo.

Respecto a una hipot¨¦tica intervenci¨®n extranjera, el ministro de Defensa de Reino Unido, Liam Fox, ha advertido de que ve "limitaciones". "No podemos hacer todo en todo momento y tenemos que reconocer que hay limitaciones pr¨¢cticas a lo que nuestros pa¨ªses pueden hacer", ha indicado. El Gobierno brit¨¢nico ha emplazado a Damasco a detener las agresiones contra la poblaci¨®n. "El Reino Unido est¨¢ trabajando intensivamente con nuestros socios internacionales para persuadir a las autoridades sirias de que detengan la violencia y respeten los derechos humanos b¨¢sicos y universales a la libertad de expresi¨®n y de reuni¨®n", ha comunicado el ministro de exteriores brit¨¢nico, William Hague. Este trabajo "incluye colaborar con nuestros socios en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para enviar una se?al firme a las autoridades sirias de que los ojos de la comunidad internacional est¨¢n fijos en Siria, y con nuestros socios en la Uni¨®n Europea y en la regi¨®n para posibles medidas mayores".

Los activistas que organizaban las protestas y difund¨ªan informaci¨®n sobre las mismas al resto del mundo consideraban que Bachar el Asad se hab¨ªa "quitado la m¨¢scara" y que el horror ante su brutalidad iba a acelerar la descomposici¨®n del r¨¦gimen. Otros analistas, sin embargo, se mostraban cautos. Solo dos diputados y un muft¨ª de Daraa hab¨ªan dimitido en protesta por la represi¨®n y las dos principales ciudades, Damasco y Alepo, permanec¨ªan bastante ajenas a las intensas protestas registradas en lugares como Daraa, Homs, Douma, Hama, Banias o Lataquia.

El uso de tanques y el cierre de la frontera indicaron ayer que El Asad hab¨ªa optado por una estrategia de m¨¢xima dureza. El presidente parec¨ªa dispuesto a repetir lo que su padre, Hafez el Asad, hizo en 1982 con la destrucci¨®n de Hama y la matanza de al menos 10.000 personas: no solo aplast¨® una revuelta islamista, sino que infundi¨® un miedo profundo a los descontentos con su r¨¦gimen y disip¨® durante a?os, en realidad hasta ahora, cualquier intento de organizar una oposici¨®n interna y desafiar al poder.