La fiesta ya ha empezado

Londres se ha despertado temprano pero se ha desperezado poco a poco. Varios cientos de personas han pasado la noche al raso o en peque?as tiendas de campa?a para asegurarse las mejores vistas de la entrada de la abad¨ªa de Westminster o las primeras filas a lo largo del recorrido que har¨¢n los novios desde la abad¨ªa hasta el palacio de Westminster, pero las calles de la capital estaban casi desiertas a primera hora del d¨ªa.

Para un madrugador, llegar al centro ha sido coser y cantar. El tren de las 7.45 desde South Hampstead hasta Euston ha llegado desde Watford con puntualidad y casi vac¨ªo. Poco m¨¢s de cinco minutos despu¨¦s, este cronista estaba ya en Euston: la estaci¨®n, animada pero sin aprietos, con muchos polic¨ªas a la vista -adem¨¢s de aquellos que no se ven...- y algunas entradas del metro, cerradas.

?Por qu¨¦? Porque si algo saben en este pa¨ªs es manejar muchedumbres: al concentrar los accesos al metro en determinados puntos se puede pausar el acceso de los viajeros a los andenes y evitar agobios. El paseo hasta el centro ha sido una delicia. Las calles, casi vac¨ªas. El cielo tapado pero sin amenaza de lluvia. La temperatura, fresquita pero agradable.

Tottenham Court Road, el Soho, Chinatown: calles vac¨ªas, como corresponde a un d¨ªa festivo de buena ma?ana. En Tottenham Court Road, muchas camionetas policiales aparcadas con relativa discreci¨®n, con los agentes descansando por si han de intervenir m¨¢s tarde. Esta zona, cerca de Oxford Street y no lejos de Regent Street, es una de las preferidas por los grupos de j¨®venes no tan j¨®venes- anarquistas para mostrar su desprecio al capitalismo reventando escaparates comerciales.

En Soho Square, una pareja de polic¨ªas se interesan por un joven que est¨¢ sentado en un banco; dif¨ªcilmente habr¨¢ cumplido ya los 15 a?os y su solitaria presencia all¨ª le sorprende. Demasiado joven para haber pasado la noche de juerga... A partir de Piccadilly, las cosas ya han cambiado. Manadas de gente sal¨ªan a las nueve de la ma?ana desde el metro de Piccadilly hacia la cercana plaza de Trafalgar y el Pall Mall, aunque desde ah¨ª ya no se pod¨ªa alcanzar el Mall, por donde pasar¨¢ el cortejo nupcial tras el enlace.

A esas horas, la plaza de Trafalgar estaba ya abarrotada, con la gente tomando posiciones para contemplar la ceremonia desde varias pantallas gigantes. Locales y forasteros van engalanados con todo tipo de parafernalia inspirada en la Union Jack, la bandera de Reino Unido, en lo que promete acabar siendo un gran d¨ªa no solo para la pareja, sino para la monarqu¨ªa que representan. No hay ninguna duda: la fiesta ya ha empezado.