Ger¨®nimo, un nombre en clave lleno de pol¨¦mica
La elecci¨®n del caudillo apache como c¨®digo para Osama Bin Laden ha desatado la irritaci¨®n de los indios nativos estadounidenses
El fot¨®grafo estadounidense Edward S. Curtis (1858-1952), el mejor historiador de los indios norteamericanos cuyo trabajo forma una obra monumental de 20 vol¨²menes (y que Espa?a ha publicado JJ Ola?eta), describi¨® as¨ª a los apaches: "Eran n¨®madas aut¨¦nticos, con un anhelo de guerra innato y un valor y resistencia no superados por ning¨²n pueblo. No hay ninguno tan apto para llevar a cabo una guerra predatoria continua. Toda forma de vida le paga tributo". Ger¨®nimo (1823-1909), el nombre en clave que EEUU eligi¨® para denominar la operaci¨®n que ten¨ªa como objetivo liquidar a Osama Bin Laden, fue un caudillo apache que, en la segunda mitad del siglo XIX, llevo a cabo una guerra contra los rostros p¨¢lidos, un conflicto cruel, sin prisioneros, que le convirti¨® en un h¨¦roe para los suyos y un maldito para los blancos.
Su imagen m¨¢s famosa, tomada en 1887, en la que aparece desafiante, con un rifle en las manos, es uno de los iconos del viejo Oeste. Y, curiosamente, su nombre -que significa 'el que bosteza' en la lengua de los apaches chiricahuas- ha dado nombre a unidades paracaidistas del Ej¨¦rcito de EEUU por la indomabilidad que encarnaba. La guerra de la frontera entre M¨¦xico, Arizona y Nuevo M¨¦xico fue cruel por los dos lados: es verdad que Ger¨®nimo y su banda de fugitivos cometieron todo tipo de cr¨ªmenes, pero aquel conflicto formaba parte de una batalla final y perdida por la supervivencia de los indios, que fueron v¨ªctimas de un genocidio. Y que los m¨¦todos del Ej¨¦rcito de Estados Unidos tambi¨¦n fueron brutales.
Despu¨¦s del asesinato de su familia, en 1859, Ger¨®nimo se convirti¨® en un pr¨®scrito y llev¨® a cabo diversas rafias en el territorio de la frontera. En 1876 fue recluido en la reserva de Arroyo del Pavo, de la que se fug¨®. Fue entonces cuando se convirti¨® en un mito hasta que, rodeado, se rindi¨®, el 5 de septiembre de 1886. Pas¨® 27 a?os en cautividad, transformado en un personaje enormemente famoso (hasta Edgar Rice Burroughs, el creador de Tarz¨¢n, escribi¨® una novela sobre ¨¦l y lleg¨® a publicar su autobiograf¨ªa, dictada).
"Respeto la resistencia rom¨¢ntica de Ger¨®nimo, pero la lucha en el desierto no era rom¨¢ntica. No hay gloria en la guerra, es siempre un asunto cruel y sucio. De todos modos, los apaches han sufrido muchos estereotipos, la propia palabra apache suscita pasiones, siempre se crey¨® que eran los indios m¨¢s sangrientos", se?al¨® en una entrevista con este diario el actor Wes Studi, un indio americano que interpret¨® a Ger¨®nimo en el filme que llevaba el nombre del caudillo, dirigido por Walter Hill en 1994.
Seguramente el nombre ha sido elegido por lo escurridizos que resultaban el jefe indio y su banda de apaches, luchadores del desierto que se escabull¨ªan en la inmensidad y atacaban desde la nada, pero nos retrotrae a un lenguaje que deb¨ªa haber sido olvidado. Hasta John Ford, que mat¨® a decenas de indios en sus pel¨ªculas, volvi¨® a la frontera en uno de sus ¨²ltimos filmes, El gran combate, para describir el sufrimiento de los nativos americanos (en este caso de los cheyennes) y, en cierta medida, para pedir perd¨®n por la imagen que hab¨ªa trazado de ellos en algunas de sus obras maestras.
"No hay ninguna duda de que elegir el nombre de Ger¨®nimo para referirse a Osama Bin Laden es un error", ha dicho a The Washington Post Keith Harper, miembro de la naci¨®n Cherokee. "Nadie hubiese aceptado utilizar como nombre en clave para un terrorista Mandela, Revere o Ben Gurion. Un extraordinario h¨¦roe nativo y un h¨¦roe americano merece el mismo tratamiento", prosigui¨® Harper. "Demuestra hasta que punto la idea de indio / enemigo est¨¢ incrustada en la mentalidad de este pa¨ªs", ha declarado por su parte al mismo peri¨®dico Suzan Harjo, de un grupo de abogados indios. Pero establecer la conexi¨®n entre Osama Bin Laden y los terroristas de Al Qaeda con Ger¨®nimo no s¨®lo ha irritado a los llamados nativos americanos sino que ennoblece algo que no merece ser ennoblecido.
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