"?ste es el primer Gobierno de Colombia que puede acabar con las FARC"

El final del conflicto armado que ha asolado a Colombia durante m¨¢s de medio siglo est¨¢ m¨¢s cerca que nunca. El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos es el primero que se puede plantear "de manera realista" conseguir esta meta, seg¨²n opina el ministro de Defensa del pa¨ªs sudamericano, Rodrigo Rivera (Pereira, 1963). Los logros en materia de seguridad en Colombia, asegura, han conseguido bajar los ¨ªndices de violencia y reducir la producci¨®n de coca¨ªna en su pa¨ªs, el primer productor mundial. Los c¨¢lculos del Gobierno colombiano apuntan a que dejar¨¢ de serlo en 2012. El pol¨ªtico colombiano, de profesi¨®n abogado, visit¨® Madrid antes de dirigirse a Par¨ªs, donde pidi¨® a los pa¨ªses miembros del G-8 "mayor corresponsabilidad" en la lucha contra el narcotr¨¢fico.

Pregunta. El presidente Juan Manuel Santos dijo en abril que Colombia se encuentra al final del conflicto armado y que su Gobierno se encuentra en las ¨²ltimas etapas para acabar con la guerrilla. ?Cu¨¢nto falta para acabar con las FARC?

Respuesta. Este es el primer Gobierno que de manera realista se puede plantear la meta de acabar con esta violencia. En los Gobiernos anteriores se pod¨ªa aspirar a reducirla, pero gracias a los avances en los ¨²ltimos a?os en la pol¨ªtica de seguridad en Colombia, que han sido dram¨¢ticamente positivos, el Gobierno del presidente Santos se puede plantear esa meta y estamos trabajando para eso. Lo que creemos es que si logramos convertir esto en un prop¨®sito nacional y articular todas las fuerzas del Estado alrededor de este prop¨®sito lo vamos a conseguir. Se sabe que las guerras no las ganan los Ej¨¦rcitos sino los pueblos. Queremos que sea un prop¨®sito p¨²blico y que perseverando en la b¨²squeda de los mismos objetivos podamos mejorar nuestra inteligencia e integrar mucho m¨¢s el esfuerzo de fuerzas militares y de polic¨ªa.

P. ?Hay una colaboraci¨®n con los Gobiernos vecinos en esta materia?

R. El gran articulador de violencia, no solamente en Colombia sino en toda la regi¨®n, es el narcotr¨¢fico. Es la bisagra, el cimiento a trav¨¦s del cual toda la criminalidad, dom¨¦stica e internacional, se alimenta en la regi¨®n. Con Venezuela acabamos de firmar el 9 de abril un acuerdo de cooperaci¨®n contra el problema mundial de las drogas que afecta a ambos pa¨ªses. Tenemos acuerdos con Panam¨¢ y se planea suscribir convenios similares con Ecuador y Per¨². Y esto corresponde a una pol¨ªtica de diplomacia para la seguridad que est¨¢ liderando el presidente Santos. No basta que arreciemos nuestra ofensiva militar contra estos grupos narcoterroristas en Colombia si tenemos unas fronteras fr¨¢giles. Es necesario fortalecerlas y eso solamente se puede hacer con un entendimiento muy proactivo con los pa¨ªses de la regi¨®n y lo estamos logrando.

P. ?Es mejor la cooperaci¨®n ahora que hace unos a?os entonces?

R. Yo miro hacia adelante. La cooperaci¨®n que tenemos hoy es buena y debemos trabajar para mejorarla.

P. ?Qu¨¦ avances han tenido en materia de seguridad?

R. Se ha avanzado ostensiblemente. En el pasado llegaron a morir violentamente 30.000 personas por a?o en Colombia. El a?o anterior la cifra fue de 15.000. Y siguen bajando. Los datos de los primeros meses de este a?o reflejan una reducci¨®n de homicidios de m¨¢s del 8% con respecto al mismo periodo del a?o pasado.

P. El Departamento de Estado advirti¨® el a?o pasado que las llamadas Bandas criminales (Bacrim) eran la principal amenaza para el Estado colombiano, ?qu¨¦ medidas han tomado al respecto?

R. La buena noticia es que ya no hay grandes carteles de narcotr¨¢fico. Colombia ha sido tan resuelta en la lucha contra estas mafias que han perdido mucho poder. Hemos detectado siete grupos, dos o tres son las m¨¢s fuertes. Son fundamentalmente grupos narcotraficantes anclados en sectores rurales del pa¨ªs que cumplen un papel de enlace con los mercados internacionales de drogas il¨ªcitas. Los estamos combatiendo con decisi¨®n. Hab¨ªa 33 y quedan solamente siete.

P. En una comparecencia en el Congreso que las Bacrim podr¨ªan estar vinculadas con las FARC. ?Es as¨ª?

R. Hoy en d¨ªa las FARC son el principal grupo narcotraficante en Colombia. Sus relaciones con el mercado internacional de las drogas est¨¢n intermediadas por estas bandas criminales. No representan ya una posici¨®n pol¨ªtica o ideol¨®gica, son delincuentes por codicia, atra¨ªdos por el lucro con la venta de drogas. En el caso particular de las FARC ya est¨¢n comenzando a migrar de la financiaci¨®n ilegal del narcotr¨¢fico a la financiaci¨®n mediante la explotaci¨®n ilegal de minas, depredando recursos naturales, provocando en algunos casos un ecocidio. Lo que est¨¢n haciendo en algunas cuencas de r¨ªos en Colombia es terrible. El Gobierno comenz¨® en octubre operaciones para frenar estas actividades.

P. Ocupa la misma cartera que el presidente Santos en el Gobierno anterior. ?Defensa contin¨²a siendo una prioridad para Colombia?

R. Definitivamente. Lo dijo el propio presidente Santos en su primera visita al Ministerio. En Colombia, a diferencia de lo que ocurre en otros pa¨ªses del mundo, el ministerio de Defensa no solamente agrupa las fuerzas militares sino tambi¨¦n a la polic¨ªa, y eso da una idea de la fortaleza que tiene el Ministerio de Defensa, como cimiento del resto del Estado.

P. En M¨¦xico hay un debate para concentrar los cuerpos de seguridad en un cuerpo ¨²nico, ?qu¨¦ ense?anzas pueden compartir a partir de su experiencia?

R. No se puede tener la misma pol¨ªtica de seguridad cuando se combate a un delincuente individual que cuando un Estado enfrenta el crimen organizado. Solamente fuerzas de seguridad nacionales muy poderosas pueden enfrentarlo, y no solas. Requieren el apoyo de otros pa¨ªses. El narcotr¨¢fico es un gran desestabilizador de la democracia.

P. ?Existe la victoria en la guerra contra el narcotr¨¢fico?

R. Colombia est¨¢ demostrando que se puede ganar. Pero tiene que ser un esfuerzo de todos los pa¨ªses, no de algunos. Todos los eslabones de la cadena deben estar involucrados. No solamente la producci¨®n y la distribuci¨®n, sino el consumo y lavado de activos. No es solamente un problema de salud p¨²blica. Colombia es un buen testimonio de lo que sufre un pa¨ªs por el tr¨¢fico y consumo de la droga.