Brasil moviliza a su Ej¨¦rcito ante la destrucci¨®n del 27% de la Amazonia

El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ha sido tomado por sorpresa tras la constataci¨®n, a trav¨¦s de sat¨¦lites, de que, en los ¨²ltimos meses, la selva amaz¨®nica ha sufrido un aumento de la deforestaci¨®n de un 27%, en relaci¨®n con el mismo periodo del a?o pasado, sobretodo porque en los dos ¨²ltimos a?os se hab¨ªa quebrado la l¨ªnea ascendente de destrucci¨®n que se hab¨ªa venido observando durante muchos a?os.

La deforestaci¨®n de la selva en los ¨²ltimos nueve meses ha sido de 1.848 kil¨®metros cuadrados. Tanto los ambientalistas como miembros del Gobierno piensan que ese aumento sorprendente pueda deberse a la posible aprobaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas del nuevo C¨®digo Forestal, que lleva a?os dando tumbos por la pol¨¦mica entre ecologistas y terratenientes. El nuevo c¨®digo prev¨¦, en efecto, una amplia amnist¨ªa para los que, a?os atr¨¢s, hab¨ªan destruido parte de ese santuario mundial y reserva natural del planeta, para comercializar su madera preciosa, abrir caminos para la siembra de la soja o para pastos para el ganado.

Lo cierto es que el Gobierno ha reaccionado inmediatamente, preocupado no solo por el hecho del aumento considerable e inesperado de la destrucci¨®n de la selva, si no tambi¨¦n por la mala imagen internacional que podr¨ªa suponer para Rousseff. La presidenta fue acusada en el pasado de ser poco sensible a los temas ambientales en detrimento de las grandes obras de infraestructuras, hab¨ªa hecho promesas, incluso osadas, para defender las riquezas naturales del pa¨ªs, presentando a Brasil como modelo de defensa de la naturaleza.

Rousseff ha convocado un gabinete de crisis y ha dado una orden tajante: sofocar inmediatamente la destrucci¨®n ilegal de la selva, para lo que ha convocado incluso al Ej¨¦rcito. "La determinaci¨®n de mi Gobierno es atajar con todos los medios a nuestra disposici¨®n la destrucci¨®n de la Amazonia. Pondremos a actuar hasta al Ej¨¦rcito. Todo el Gobierno federal va a estar concentrado en el combate contra el crimen ambiental" ha afirmado Izabella Teoxeira, ministra de Medio Ambiente.

Precisamente, el punto m¨¢s pol¨¦mico del nuevo C¨®digo Forestal es la amnist¨ªa prevista para los que en a?os pasados, tom¨¢ndose la ley a la torera, arrasaron hasta un 20% de toda la Amazonia. Seg¨²n los analistas, la sorpresa provocada por el aumento de la deforestaci¨®n de la selva podr¨ªa pesar a la hora de votar dicho c¨®digo en el Congreso.

El Gobierno ha defendido que no es cierto que se haya desinteresado del medio ambiente durante los mandatos de Lula da Silva y de su sucesora Rousseff, ya que mientras en 2003 el ¨ªndice de destrucci¨®n de la selva hab¨ªa sido de 24.000 kil¨®metros cuadrados, en 2006 hab¨ªa descendido a 6.000 kil¨®metros cuadrados.

Los ambientalistas siguen defendiendo que los gobiernos no deber¨ªan sentirse tranquilos ni satisfechos hasta que el ¨ªndice de deforestaci¨®n de una zona que ofrece, entre otras cosas, el 24% del agua potable del mundo, sea cero, y que no basta con que cada a?o "se destruya menos". Lo que el Gobierno tiene que conseguir es "que se deje por completo de destruir la Amazonia", ha afirmado Greenpeace.