Zelaya podr¨¢ regresar a Honduras
El acuerdo de Cartagena asegura el regreso a la OEA del pa¨ªs centroamericano
Manuel Zelaya, el derrocado expresidente de Honduras, podr¨¢ regresar a su pa¨ªs con la garant¨ªa de que no ser¨¢ detenido ni juzgado, seg¨²n un acuerdo firmado el domingo en Cartagena de Indias entre Zelaya y el actual presidente, Porfirio Lobo. Se trata de un paso que asegura la reintegraci¨®n de Honduras en la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), pero tambi¨¦n el inicio de un largo proceso pol¨ªtico para sanar las heridas abiertas que dej¨® en este pa¨ªs centroamericano el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. La gran inc¨®gnita que se abre ahora es el papel que el exmandatario jugar¨¢ en la inestable pol¨ªtica hondure?a.
La garant¨ªa de este acuerdo podr¨ªa ser la foto de familia en la que Lobo y Zelaya se estrecharon las manos con la mediaci¨®n del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el canciller venezolano, Nicol¨¢s Maduro. "Este es un acuerdo democr¨¢tico", dijo Zelaya, quien guard¨® en esta ocasi¨®n el sombrero de vaquero que lo caracteriz¨® en los d¨ªas en que fue expulsado del poder. Lobo espera aliviar con este acuerdo el peso del aislamiento y la polarizaci¨®n que vive Honduras desde el golpe. De hecho, tras el encuentro en Cartagena, ambos mandatarios se reunieron en Managua con los presidentes de Guatemala, ?lvaro Colom; El Salvador, Mauricio Funes, y Nicaragua, Daniel Ortega, para ratificar la reincorporaci¨®n de Honduras al llamado CA-4: la integraci¨®n aduanera centroamericana compuesta por Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras.
"Esperamos que las acciones que hemos concretado marquen una nueva etapa en la vida social y pol¨ªtica de nuestro pa¨ªs, que los grupos que han estado distanciados den vuelta a la p¨¢gina y que comencemos todos juntos a ver hacia el futuro pensando ¨²nicamente en resolver los problemas que aquejan a nuestra gente", dijo el presidente Lobo en una cadena de televisi¨®n.
El acuerdo de Cartagena establece nueve puntos que comprometen al Gobierno de Lobo. Adem¨¢s de garantizar el retorno a Honduras de Zelaya y los funcionarios del que fuera su Gabinete de Gobierno, el texto exige al Tribunal Supremo Electoral que ofrezca las garant¨ªas necesarias para que el Frente Nacional de Resistencia Popular, surgido tras el golpe, pueda ser inscrito como partido pol¨ªtico y participar abiertamente en los procesos electorales del pa¨ªs. Adem¨¢s, deja abierta la posibilidad de que Zelaya pueda convocar una Asamblea Constituyente, uno de los temas m¨¢s espinosos en la pol¨ªtica hondure?a.
"La convocatoria de una Asamblea Constituyente ser¨¢ el terreno de batalla entre el presidente Lobo y el expresidente Zelaya. Ese ser¨¢ un punto de desencuentro entre ambos", afirma en conversaci¨®n telef¨®nica Wilfredo M¨¦ndez, director ejecutivo del Centro de Investigaci¨®n y Promoci¨®n de los Derechos Humanos en Honduras (Ciprodeh). M¨¦ndez cree que el ¨¦xito de la convocatoria de una constituyente depender¨¢ de la fuerza que demuestren los movimientos sociales que se opusieron al golpe de Estado. De hecho, una de las mayores interrogantes es el papel pol¨ªtico que Zelaya jugar¨¢ en el pa¨ªs a partir del s¨¢bado, cuando est¨¢ previsto su regreso.
"La figura pol¨ªtica de Zelaya se afianza con su llegada al pa¨ªs. Zelaya encabeza un fen¨®meno pol¨ªtico nuevo en Honduras. Si decide fundar un partido pol¨ªtico con la Resistencia, se convertir¨¢ en la nueva fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs", dice M¨¦ndez. Es una opini¨®n que no comparte el analista F¨¦lix Maradiaga, catedr¨¢tico de la Universidad Americana de Managua. Para Maradiaga, Zelaya llega a Honduras como un pol¨ªtico radical que tiene la posibilidad de articular una opci¨®n de izquierdas que hasta ahora no ha prosperado en el pa¨ªs, pero "sin posibilidades electorales fuertes".
En lo que ambos analistas coinciden es en que el acuerdo del domingo abre las posibilidades de un cambio pol¨ªtico en Honduras. "Es un primer paso de un largo proceso de recomposici¨®n institucional para sanar las heridas abiertas de un hecho traum¨¢tico como fue el golpe de Estado", dice Maradiaga. Para M¨¦ndez, sin embargo, queda un tema pendiente: el papel del Gobierno en la lucha contra la impunidad y el castigo a los responsables de violaciones de derechos humanos en los d¨ªas posteriores al golpe de Estado. Desde el golpe de Estado el pa¨ªs sufre altos niveles de impunidad y de violencia contra los periodistas, con 11 reporteros asesinados desde que el presidente Lobo asumiera el poder. "Hemos planteado que si fuera por el respeto a los derechos humanos, Honduras no deber¨ªa ser reintegrado a la OEA. Este Gobierno [de Porfirio Lobo] no ha hecho nada por el respeto a los derechos humanos", afirm¨® el activista.
Satisfacci¨®n en la comunidad internacional
La comunidad internacional est¨¢ satisfecha con el acuerdo sellado entre Lobo y Zelaya. El presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, uno de los art¨ªfices del tratado, asegur¨® que su pa¨ªs seguir¨¢ de cerca que lo establecido en el documento se cumpla, a la vez que felicit¨® a las partes. Estados Unidos, por su parte, calific¨® el pacto de positivo para lograr la reconciliaci¨®n en el pa¨ªs. El acuerdo "le da a Honduras la oportunidad de trabajar hacia la reconciliaci¨®n nacional y poner fin a su aislamiento en la comunidad internacional", dijo la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El secretario general de la OEA, Jos¨¦ Miguel Insulza, ten¨ªa previsto presentar hoy el acuerdo de Cartagena ante el Consejo Permanente de esta organizaci¨®n regional.
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