Los combates entre partidarios del jeque Al Ahmar y fuerzas gubernamentales siembran el caos en San¨¢
Leales al l¨ªder tribal, que tratan de derribar al presidente yemen¨ª, toman varios edificios p¨²blicos en la capital.- Los enfrentamientos causan al menos 62 muertos en dos d¨ªas
El empecinamiento de Ali Abdal¨¢ Saleh en aferrarse al poder est¨¢ sumiendo Yemen en el caos. La fr¨¢gil tregua alcanzada la semana pasada entre la milicia del jefe tribal Sadeq al Ahmar y las fuerzas a¨²n leales a Saleh se rompi¨® en la madrugada de ayer. El enfrentamiento tiene poco que ver con el movimiento popular de oposici¨®n al presidente que se manifestaba de forma pac¨ªfica en las plazas de las principales ciudades del pa¨ªs. Se trata de una guerra entre familias que, incluso si acaba con el control de los Saleh, har¨¢ muy poco por la modernizaci¨®n y cohesi¨®n del pa¨ªs.
Esta madrugada 15 personas, entre ellas una ni?a de siete a?os, han muerto en los combates entre fuerzas gubernamentales y partidarios del jeque Sadeq al Ahmar, con lo que n¨²mero de muertos asciende a al menos 62 en dos d¨ªas de enfrentamientos. Seg¨²n l¨ªderes tribales que han informado a AFP, miles de combatientes tribales se dirigen hacia San¨¢ a prestar apoyo a Al Ahmar.
Como consecuencia de los disturbios, los vuelos en el aeropuerto de la capital han sido suspendidos, algo que ya ocurri¨® la semana pasada, tambi¨¦n por motivo de la situaci¨®n de inestabilidad.
"Est¨¢n luchando por las calles con artiller¨ªa. Desde la plaza de Tahrir hacia el norte de San¨¢ est¨¢ impracticable", relata por tel¨¦fono un residente que, como muchos de los que viven en esa parte de la capital, pas¨® de nuevo la noche en blanco.
La capital yemen¨ª estar¨ªa dividida en dos partes, informa Reuters. La zona sur permanece bajo control gubernamental mientras el norte de la ciudad est¨¢ en manos de las fuerzas tribales y disidentes de las tropas de Saleh. Decenas de personas podr¨ªan haber muerto en los combates por el control de los edificios oficiales, seg¨²n testigos de los enfrentamientos.
Observadores occidentales estiman que 200.000 personas han abandonado la ciudad. "Se trata de una nueva guerra que no tiene que ver con la oposici¨®n, sino con una lucha de intereses entre la familia Al Ahmar y la familia de Saleh", explican fuentes diplom¨¢ticas europeas.
Entretanto, en la ciudad meridional de Taiz, polic¨ªas y soldados han disparado al aire para dispersar a cientos de manifestantes opositores al presidente que se encontraban en la calle principal de la localidad. Tras los disparos, algunos soldados han detenido a asistentes que intentaban huir por la calles adyacentes. Seg¨²n Naciones Unidas, al menos 50 personas han sido asesinadas en Taiz desde el domingo.
Despu¨¦s de cuatro meses de contestaci¨®n popular, que Saleh ha reprimido a sangre y fuego, el conflicto dio un inesperado giro la semana pasada cuando las fuerzas leales al presidente y las del jeque Sadeq se enfrentaron a ca?onazos en el barrio de Al Hasaba. Sadeq es el jefe de la confederaci¨®n tribal Al Hashed, la mayor del pa¨ªs y que desde marzo se puso de lado del movimiento de protesta inspirado por las revueltas de T¨²nez y Egipto. Los Al Ahmar, una poderosa familia pol¨ªtica y de empresarios, vieron una buena ocasi¨®n para minar el poder econ¨®mico de sus rivales, el hijo y los sobrinos de Saleh.
"Pens¨¢bamos que las fuerzas del presidente iban a recuperar las posiciones que perdieron la semana pasada, pero [las milicias de] Al Ahmar son m¨¢s fuertes y han tomado varios ministerios e incluso la sede del partido de Saleh", declara un diplom¨¢tico. La web del Ministerio de Defensa confirma que los insurrectos han capturado el edificio del Congreso General del Pueblo y otro edificio cercano a la presidencia. "Est¨¢n ganando los tribales", resume la misma fuente. Tal es el temor del polit¨®logo Abdul¨¢ al Faqih. "Esta guerra va a reforzar el poder de las fuerzas tradicionales", se?ala en un correo electr¨®nico. "La situaci¨®n es peor de lo que parece desde el exterior", explica. Al Faqih, que vive en el norte de la ciudad, cuenta que en su zona solo hay electricidad dos horas al d¨ªa. Ayer la mayor¨ªa de las tiendas estaban cerradas y se formaron colas ante las gasolineras, donde el precio del combustible se ha triplicado.
"La situaci¨®n se vuelve ca¨®tica por momentos", apunta por su parte Javier Hergueta, el embajador espa?ol en Yemen. "Nuestra mayor preocupaci¨®n es la protecci¨®n de la colonia espa?ola y la defensa de la Embajada", a?ade. Hergueta ha organizado la salida de la mayor¨ªa de los espa?oles y acogido a los tres o cuatro que quedan en su residencia.
A la vista de las circunstancias, Italia ha anunciado el cierre temporal de su Embajada y la repatriaci¨®n de sus ciudadanos. Holanda tambi¨¦n se plantea una medida similar. Tambi¨¦n Kuwait y Qatar han retirado a sus diplom¨¢ticos. Ambos pa¨ªses forman parte del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo, que durante los dos ¨²ltimos meses ha intentado sin ¨¦xito una mediaci¨®n. Saleh ha agotado la paciencia de sus vecinos ¨¢rabes despu¨¦s de que en tres ocasiones aceptara retirarse a cambio de la inmunidad para echarse atr¨¢s en el ¨²ltimo momento.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, reiter¨® ayer que Saleh hab¨ªa recibido "una muy buena oferta" y que la crisis no iba a resolverse si no dejaba el poder. Pero fuentes diplom¨¢ticas occidentales en Yemen consideran que "la opci¨®n pol¨ªtica se ha cerrado".
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