La lucha de Saleh contra opositores e islamistas hunde Yemen en el caos
La ONU condena la brutal represi¨®n en la ciudad de Taiz, donde han muerto 50 personas desde el domingo.- Un portavoz oficial anuncia el fin del alto el fuego con el l¨ªder tribal Al Ahmar en San¨¢.- Las fuerzas del presidente se enfrentan a milicianos de Al Qaeda en Zinjibar.
Yemen est¨¢ cada vez m¨¢s inmerso en una espiral de caos y violencia, con varios frentes abiertos contra el presidente, Ali Abdal¨¢ Saleh, que se aferra al poder pese a sus promesas de transferirlo. Tres personas han muerto hoy en la ciudad de Taiz (sureste) al abrir de nuevo fuego las tropas contra los manifestantes prodemocr¨¢ticos. La ONU ha condenado los actos de represi¨®n en esta localidad, que han causado m¨¢s de 50 muertos desde el domingo, seg¨²n las ¨²ltimas informaciones recibidas por el organismo, en lugar de los 15 de los que se habl¨® inicialmente. En la capital, San¨¢, nuevos enfrentamientos han quebrado la fr¨¢gil tregua que hab¨ªa puesto fin la noche del jueves a varios d¨ªas de combates entre las fuerzas de Saleh y los seguidores del l¨ªder tribal Sadeq al Ahmar, que se ha unido a los opositores que piden la dimisi¨®n del presidente. Y en la ciudad costera de Zinjibar, las tropas gubernamentales tratan de expulsar a los milicianos de Al Qaeda que tomaron la localidad el fin de semana.
La oposici¨®n cree que el presidente apoya las acciones de Al Qaeda
Organizaciones humanitarias y fuentes hospitalarias han aportado nuevos y escalofriantes datos sobre la represi¨®n gubernamental contra los manifestantes en Taiz que piden apertura democr¨¢tica y la dimisi¨®n de Saleh. Seg¨²n los ¨²ltimos informes, las fuerzas de Saleh no solo abrieron fuego en la madrugada del lunes en esta ciudad, sino que quemaron vivos a algunos opositores, mientras que otros resultaron aplastados por excavadoras.
La ONU ha exigido el fin inmediato de estos "actos de violencia reprensibles y ataques indiscriminados contra civiles desarmados por fuerzas de seguridad armadas". Seg¨²n las informaciones de las que dispone la alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, a¨²n sin confirmar totalmente, "m¨¢s de 50 personas han muerto desde el domingo en Taiz a manos del Ej¨¦rcito yemen¨ª, guardias republicanos y otros elementos afiliados al Gobierno que destruyeron por la fuerza el campamento de protesta en la plaza de la Libertad usando ca?ones de agua, excavadoras y munici¨®n real. Seg¨²n los informes, cientos de personas han resultado heridas", afirma en un comunicado.
"M¨¢s de 52 personas han muerto, entre ellas 15 que han sido quemadas vivas mientras estaban durmiendo en sus tiendas de campa?a", ha dicho Bushra Maktati, activista de derechos humanos, citada por el diario Yemen Post. Al parecer, las fuerzas yemen¨ªes trataron de dispersar a los acampados en la c¨¦ntrica plaza de la Libertad, pero al no conseguirlo incendiaron sus tiendas, dispararon munici¨®n real y lanzaron gases lacrim¨®genos. Previamente, hab¨ªan rodeado el lugar, provocando la reacci¨®n de los j¨®venes, que lanzaron piedras a los agentes. Hab¨ªa francotiradores apostados en los edificios que dan a la plaza y las fuerzas gubernamentales asediaron el hospital de campa?a creado por los manifestantes, seg¨²n el diario.
Algunos testigos han indicado que las tropas leales al dictador lanzaron granadas contra los manifestantes, causando la muerte de siete de ellos, mientras que carros de combate se adentraron en la plaza destruyendo sus pertenencias. Seg¨²n Maktati, tras esta actuaci¨®n las miles de personas que permanec¨ªan acampadas en la plaza huyeron, mientras que la propia rotonda, s¨ªmbolo de las revueltas democr¨¢ticas en Taiz, ha quedado reducida a escombros.
La alta comisionada de la ONU tambi¨¦n da cuenta de las informaciones seg¨²n las cuales las fuerzas de seguridad han ocupado el hospital de Al-Safa en Taiz, y que han destruido la cl¨ªnica de campa?a instalada en la plaza de la Libertad. Pillay ha recordado que "el Gobierno est¨¢ obligado a garantizar el acceso adecuado" a atenci¨®n m¨¦dica, y que el personal y las instalaciones sanitarias "nunca han de ser el blanco para las fuerzas de seguridad".
Por su parte, Abdu Ganadi, un portavoz gubernamental, ha rechazado la versi¨®n sobre la violenta represi¨®n contra los manifestantes, indicando que los j¨®venes golpearon a los agentes e incluso secuestraron a algunos. "Nosotros no atacamos a los manifestantes. Solo han muerto dos. Todas las informaciones son exageradas", ha dicho.
Fin de la tregua en San¨¢
Mientras, en la capital, San¨¢, han vuelto los combates durante la noche. Se han escuchado explosiones y disparos en Hasaba, el distrito donde se desarrollaron los enfrentamientos de la semana pasada entre leales al presidente y seguidores del jeque Al Ahmar. "El acuerdo de alto el fuego ha acabado", ha declarado esta madrugada un portavoz del Gobierno yemen¨ª a la agencia Reuters. Ambos bandos se culpan de ser los responsables de haber quebrantado el acuerdo y de llevar al pa¨ªs al borde de una guerra civil. La pasada semana, m¨¢s de 115 personas murieron en los combates, en los que se emplearon ametralladoras, fuego de mortero y lanzagranadas.
"Los combates de la pasada noche han sido los peores hasta ahora, mis hijos y yo no pudimos dormir en toda la noche por los fuertes disparos", ha contado un vecino del barrio, Mohammed al-Quriti, a Reuters. La televisi¨®n estatal ha informado de que se hab¨ªan producido nuevos choques y ha acusado a los milicianos tribales de atacar a las fuerzas gubernamentales, aunque la informaci¨®n no se ha podido confirmar de forma independiente.
Combates contra los islamistas
Despu¨¦s de cinco meses de protestas, m¨¢s de 300 manifestantes muertos y tres promesas de transferir el poder tres veces incumplidas, Saleh asiste a los nuevos pasos de su pa¨ªs hacia el caos. Al frente pol¨ªtico se le une el militar, con la toma de la ciudad costera de Zinjibar, cerca del estrat¨¦gico puerto de Ad¨¦n, por islamistas y milicianos de Al Qaeda. Ayer murieron 21 soldados en combates, seg¨²n la agencia Saba, seis de ellos en una emboscada a la entrada de la ciudad. Otros dos murieron por enfrentamientos en un puesto militar de la ciudad que estaba rodeado por insurgentes desde el pasado viernes.
Los opositores a Saleh denuncian que la toma de Zinjibar obedece a una maniobra calculada del presidente para enviar el mensaje de que sin su presencia al frente del pa¨ªs los islamistas sembrar¨¢n el caos. No obstante, seg¨²n The New York Times, no existen pruebas de que Saleh haya dejado caer la ciudad, situada en una regi¨®n con fuerte presencia del Al Qaeda, en manos de los islamistas.
Varios residentes de esta ciudad, de unos 20.000 habitantes, indicaron por tel¨¦fono que el agua y la electricidad estaban cortados y que muchos vecinos estaban huyendo de la localidad, que ayer fue bombardeada por la aviaci¨®n yemen¨ª. Seg¨²n testigos citados por Efe, las calles se han convertido en escenario de una lucha violenta entre las tropas, apoyadas por hombres armados de distintas tribus de la provincia, Abyan, y los insurgentes.
Los vecinos cuentan que en las calles hay cad¨¢veres abandonados, y que se ha incendiado el edificio del banco nacional. "Las explosiones iluminan el cielo. Un ob¨²s cay¨® en la calle detr¨¢s de mi casa", afirma uno citado por Reuters.
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