Los indignados turcos se movilizan a cinco d¨ªas de las elecciones generales
El 15-M de Madrid inspir¨® a los j¨®venes, que con un 20% de desempleo son los grandes olvidados del milagro econ¨®mico turco
?Basta! Esta palabra tambi¨¦n est¨¢ en la boca de los j¨®venes turcos que desde hoy se encuentran acampados en la plaza de Taksim, en el centro de Estambul. Armados con sombrillas para cubrirse del sol del medio d¨ªa, botellines de agua y mantas para pasar la noche, los indignados turcos planean tres d¨ªas de protesta contra la precariedad laboral, el paro y el control de las universidades. Por ahora tan solo unas decenas acampan en la plaza. Sami Bayram, estudiante de cine e indignado, cuenta que no esperan la intervenci¨®n de la polic¨ªa, conocida en Turqu¨ªa por sus modos violentos, ya que la manifestaci¨®n es legal y que se retirar¨¢n el s¨¢bado, jornada de reflexi¨®n antes de la cita electoral de este domingo.
Los indignados de Estambul deben su movimiento a las manifestaciones del mes pasado en Espa?a. Miguel Le¨®n, estudiante de Erasmus en Estambul, explica que los j¨®venes turcos les contactaron durante las jornadas de protestas que el movimiento 15-M Turqu¨ªa organiz¨® en esta ciudad hace unas semanas. "Nos preguntaron por el movimiento, la organizaci¨®n y las reivindicaciones, luego se pusieron ellos manos a la obra". Ahora Miguel desaf¨ªa el sol del mediod¨ªa con una pancarta en espa?ol en la que se lee "Espa?a, mira, Estambul tambi¨¦n se anima". El resto de las pancartas recuerdan que despu¨¦s de T¨²nez, Tahrir y la Puerta del Sol ahora es el momento de Estambul. "Representamos a los 350.000 nuevos graduados en paro, a los que no pueden costearse una educaci¨®n por las tasas universitarias, al 20% de paro juvenil", explica uno de los organizadores.
Turqu¨ªa tiene una de las poblaciones m¨¢s j¨®venes del mundo. Cerca del 60% de sus habitantes tiene menos de 30 a?os, lo que significa que casi la mitad de los 50 millones de electores llamados a votar este domingo est¨¢n en esta franja de edad. Sin embargo, los j¨®venes turcos no se sienten representados por sus pol¨ªticos. Seg¨²n la columnista Ayse Karabat, el porcentaje de la juventud implicada en la pol¨ªtica activa es m¨ªnima, y "sin embargo la juventud turca est¨¢ lejos de ser apol¨ªtica". Muestra de ello son las constantes manifestaciones en Estambul y Ankara contra las ¨²ltimas medidas del Gobierno, como la censura en internet o las restricciones en el consumo de alcohol.
"Los partidos nos ofrecen soluciones a un problema determinado que concuerda con su ideario pol¨ªtico, pero no tienen un programa consistente para la juventud", explica Fatih Durukan, graduado de la universidad de Estambul y actualmente en paro. Y es que como explica Durukan, los tres grandes partidos turcos exponen en sus programas propuestas muy concretas, aunque limitadas, para los menores de 30 a?os. La promesa de los socialdem¨®cratas del Partido Republicano del Pueblo (CHP) es la abolici¨®n del servicio militar obligatorio y su transformaci¨®n en un Ej¨¦rcito profesional. El partido nacionalista MHP, por su parte, planea convertir el Ej¨¦rcito turco en el tercer mayor del mundo, pero a cambio promete a los j¨®venes suprimir los ex¨¢menes de acceso a la universidad. Esto har¨ªa que una mayor cantidad de sus votantes, por lo general gente de clase media baja, tuvieran acceso a estudios superiores, con lo que conseguir¨ªan reducir su servicio militar de 15 a seis meses. Finalmente el partido en el Gobierno, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), promete mejores programas para el estudio de lenguas extranjeras y un aumento en el n¨²mero de titulados universitarios.
Reivindicaci¨®n por la autonom¨ªa universitaria
Pero ninguno se atreve con el gran enemigo de los j¨®venes: el paro. A pesar del crecimiento sostenido que ha experimentado Turqu¨ªa en los ¨²ltimos nueve a?os, el desempleo juvenil es del 20 %, casi el doble de la tasa nacional. Seg¨²n el economista Emre Deliveli, la rigidez del mercado de trabajo turco y una ense?anza universitaria escasamente orientada al mercado laboral estar¨ªan en el origen de este problema. "Adem¨¢s, el coste de contratar a un trabajador es muy alto en Turqu¨ªa, m¨¢s que su sueldo, lo que hace que muchos j¨®venes acepten trabajar sin contrato", explica.
Las desigualdades educativas entre las escuelas p¨²blicas, sobresaturadas de alumnos y con pocos medios, y las privadas son otra de las preocupaciones de los indignados de Taksim, que tambi¨¦n cargan contra la falta de autonom¨ªa de las universidades. Y es que en Turqu¨ªa la educaci¨®n superior est¨¢ en manos del Consejo Superior de Educaci¨®n (Y?K), que desde el golpe de estado de 1980 se encarga de supervisar los planes de estudios y velar por la aplicaci¨®n de la prohibici¨®n del velo en sus establecimientos, entre otras competencias.
Naciones Unidas, en su informe de 2008 sobre la juventud turca, instaba al pa¨ªs a "aprovechar con eficacia su oportunidad demogr¨¢fica". El informe enfatizaba la importancia de la educaci¨®n igualitaria y la puesta en valor de los j¨®venes turcos bajo el peligro de que "el desempleo, la pobreza y el descontento social se instalen en la sociedad". Los indignados de Estambul representaran esta juventud a la que se le est¨¢n privando de oportunidades y que durante tres d¨ªas pedir¨¢ a sus gobernantes que no den la espalda a los problemas de casi 40 millones de j¨®venes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.