"Las esposas est¨¢n muy apretadas"
Dominique Strauss-Kahn se quej¨® del trato policial durante su detenci¨®n y aleg¨® que ten¨ªa inmunidad diplom¨¢tica
En el momento de su detenci¨®n, Dominique Strauss-Kahn reclam¨® inmunidad diplom¨¢tica, pidi¨® hablar con el consulado franc¨¦s y se quej¨® de que las esposas con las que inmediatamente le inmovilizaron las manos estaban demasiado apretadas, seg¨²n la transcripci¨®n de las conversaciones que el ex director del Fondo Monetario Internacional sostuvo con los polic¨ªas que ha sido hecha p¨²blica por la fiscal¨ªa de Nueva York.
La reconstrucci¨®n de esas primeras horas muestra a un Strauss-Khan sorprendido por su detenci¨®n, confuso sobre su estatus diplom¨¢tico y fr¨ªo en el manejo de la situaci¨®n, con serenidad suficiente como para solicitar permiso para cancelar la cita que ten¨ªa al d¨ªa siguiente con la canciller alemana, Angela Merkel. Estos nuevos datos parecen probar tambi¨¦n que no colabor¨® con la polic¨ªa tras su arresto por la supuesta agresi¨®n sexual a una camarera del hotel en el que se hab¨ªa alojado.
Strauss-Khan llam¨® sobre las 15.30 del 14 de mayo desde el aeropuerto Kennedy a su hotel, el Sofitel, en Midtown Manhattan, para comunicar que hab¨ªa olvidado su tel¨¦fono m¨®vil en la habitaci¨®n. Los responsables del hotel prometieron entreg¨¢rselo r¨¢pidamente en la terminal de Air France, donde ¨¦l esperaba para trasladarse a Par¨ªs. Pero, en lugar de los empleados del Sofitel, quienes aparecieron fueron los detectives Dewan Maharaj y Terry Ng, de la polic¨ªa de puertos y aeropuertos de Nueva York, quienes le solicitaron abandonar el asiento en la cabina de primera clase a la que ya hab¨ªa accedido y acompa?arles.
"?Tienen ustedes mi tel¨¦fono?", les pregunt¨® previamente el famoso pol¨ªtico franc¨¦s. Una vez aclarado que no era esa, precisamente, la raz¨®n de su presencia, Strauss-Kahn pregunt¨®: "?De qu¨¦ se trata esto?". "Est¨¢ relacionado con algo ocurrido en un hotel en Nueva York", contest¨® Maharaj. Al verse esposado, indag¨® con sorpresa: "?Es necesario?". "S¨ª, lo es", le aclar¨® el agente. El director del FMI no manifest¨® ninguna otra reacci¨®n en ese instante. Unos 15 minutos m¨¢s tarde insisti¨® en preguntar por qu¨¦ estaba detenido. Esta vez, tras la misma respuesta de los polic¨ªas, adujo que dispon¨ªa de inmunidad diplom¨¢tica y exigi¨® hablar con el consulado franc¨¦s.
La fiscal¨ªa de Nueva York ha aclarado que la responsabilidad de Strauss-Khan en el FMI no lo protege con plena inmunidad, como ser¨ªa el caso de un embajador extranjero, sino con una inmunidad parcial en aquellas misiones en las que act¨²e en nombre de la organizaci¨®n a la que representa. Ese fin de semana estaba en Nueva York por asuntos privados.
"?Necesito un abogado?"
Una vez que Strauss-Khan asumi¨® el 14 de mayo que no viajar¨ªa a Par¨ªs como ten¨ªa previsto, empez¨® a interesarse por asuntos m¨¢s inmediatos y pr¨¢cticos: propuso que le esposasen con las manos por delante, una posici¨®n menos molesta que atado en la espalda, requiri¨® ir al ba?o y pidi¨® un vaso de agua. Los agentes le ofrecieron tambi¨¦n comida, pero la rehus¨®. Fue entonces cuando solicit¨® autorizaci¨®n para suspender una reuni¨®n importante que ten¨ªa al d¨ªa siguiente.
A las 20,45 estaba ya en la sede de la unidad de V¨ªctimas Especiales de la polic¨ªa de Nueva York en Manhattan. All¨ª, consciente de la gravedad de su situaci¨®n, pidi¨® comunicarse con su abogado. "Quiero hablar con mi abogado, Bill Taylor, y necesito mi m¨®vil", le dijo al detective Miguel Rivera, quien le contest¨® que tendr¨ªa que esperar para lo del tel¨¦fono. "?Necesito un abogado?", le insisti¨® Strauss-Khan. "Ese es su derecho en este pa¨ªs si usted quiere. No se si tiene usted alguna clase de estatus diplom¨¢tico", explic¨® el detective. "No, no, no estoy tratando de usar eso; solo quiero saber si necesito un abogado", repiti¨® el detenido. "Eso es decisi¨®n suya", le aclar¨® Rivera.
Las conversaciones transcritas no dejan claro en qu¨¦ momento entr¨® Strauss-Khan en contacto con su abogados, pero s¨ª parece que debi¨® de ocurrir antes de las 22,55, la primera ocasi¨®n en la que se registra un intento de la polic¨ªa de obtener informaci¨®n sobre lo ocurrido en el Sofitel. El detective Steven Lane le pregunt¨® a esa hora si estaba dispuesto a hablar sobre lo que ¨¦l llam¨® "el incidente" del hotel. "Yo estaba dispuesto a hablar, pero mi abogado me ha dicho que no hable", contest¨® el pol¨ªtico. Todo lo que convers¨® desde entonces con la polic¨ªa fue para pedir unos huevos para el desayuno del d¨ªa siguiente.
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