Islandia reforma la Constituci¨®n v¨ªa Facebook

Bob Tackett, v¨ªa Facebook: "Podr¨ªais poner en la nueva Constituci¨®n islandesa algo sobre los extraterrestres. Ser¨ªais probablemente los primeros". Este es uno de esos comentarios a los que se dice gracias y suerte. Siguiente, Patrick Donnelly: "Todo ciudadano tendr¨¢ de forma autom¨¢tica una cuenta de ahorros en un banco nacional relacionada a su documento de identidad". Puede ser. Una asamblea de 25 personas, elegidas entre 522 islandeses mayores de 18 a?os, est¨¢ trabajando contra el reloj para tener a finales de julio un proyecto de reforma de la Constituci¨®n de Islandia, un calco de la danesa hecho en 1944 -lo ¨²nico que se sustituy¨® fue "rey" por "presidente"- y que el varapalo financiero vivido en 2008 puso en el centro de la diana de las protestas. Y lo est¨¢ haciendo con ayuda de la Red (Facebook, Twitter, YouTube y Flickr) y la aportaci¨®n de los ciudadanos. Los que quieran.

"Si no hacemos que la gente participe ahora", explica en conversaci¨®n telef¨®nica Katrin Oddsd¨®ttir, una de las 25 personas que componen el consejo constituyente, "no va a existir un sentimiento de propiedad hacia el nuevo documento". El batacazo bancario de 2008 puso contra las cuerdas a Islandia. El rechazo social, escenografiado cada s¨¢bado de aquel oto?o con manifestaciones junto al Parlamento de Reikiavik, tir¨® un Gobierno, empuj¨® al adelanto electoral y abri¨® la puerta a la reforma de la Carta Magna. Un Foro Nacional de 950 electos cerr¨® un documento de 700 p¨¢ginas con el que ahora trabaja la asamblea. Y tambi¨¦n los ciudadanos a trav¨¦s de las redes sociales.

Debates retransmitidos en directo

"Tem¨ªamos que la gente participara diciendo groser¨ªas", relata Oddsd¨®ttir, "pero no ha sido as¨ª, hay mucho respeto, a la gente le preocupa el proceso". Y ¨¦ste se dispone de la siguiente manera: La asamblea ha abierto una web oficial (en island¨¦s e ingl¨¦s) sobre el proyecto de reforma en la que los ciudadanos pueden leer su contenido y enviar propuestas o comentar las que ya est¨¢n colgadas a trav¨¦s de una l¨ªnea de Facebook empotrada en el site (es el canal que concentra la discusi¨®n; los perfiles externos de esta red y de Twitter concentran el entusiasmo extranjero por la iniciativa). Un inform¨¢tico vela por el flujo de la informaci¨®n y una editora, por los contenidos. Cada jueves, la asamblea se re¨²ne y debate, con una emisi¨®n en directo en la web, lo que los internautas islandeses han aportado a esta suerte de democracia 2.0.

Seg¨²n las cifras que maneja Oddsd¨®ttir, el proyecto de reforma constitucional ha recibido ya alrededor de 2.000 comentarios, una cifra nada desde?able en un pa¨ªs de tan solo 320.000 habitantes (dos tercios, con perfil en Facebook) que, no obstante, se ha erigido en modelo de contestaci¨®n social ante la crisis. Cuatro temas, entre muchos otros, destacan en el di¨¢logo pol¨ªtico abierto en la Red entre asamblea y ciudadanos: el papel de la religi¨®n, la separaci¨®n entre poder legislativo y Gobierno, la protecci¨®n animal y el cuidado del medioambiente.

A seis semanas de que se agote el plazo dado a la asamblea constitucional para que saque adelante un proyecto de reforma definitivo, el sistema de aprobaci¨®n no est¨¢ muy claro. No existe un proceso formal. La asamblea, sin embargo, apuesta por presentar un documento en el que se vean las novedades introducidas por los ciudadanos y los cambios que ha sufrido el texto original. De ah¨ª, al refer¨¦ndum nacional y, si sale adelante, al Parlamento island¨¦s. El canal, hasta el momento, sigue abierto y acumula mensajes llegados de dentro y fuera de Islandia. "Si puedo decir algo tras la experiencia vivida en estos dos meses", se?ala Oddsd¨®ttir, "es que se puede confiar en la gente".