"Lo peor para una sociedad es encerrar a la gente y olvidarnos de que existe"
Hizo falta que Chile viviera la peor tragedia carcelaria de su historia en diciembre del a?o pasado -un mot¨ªn que se cobr¨® la vida de 81 personas- para que el Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era planteara una reforma profunda del sistema penitenciario del pa¨ªs. Chile tiene una tasa de hacinamiento del 60% en sus c¨¢rceles, la m¨¢s alta de Am¨¦rica Latina, al tiempo que entre sus paredes alberga a presos de bajo compromiso delictivo con los condenados por delitos violentos. "La situaci¨®n de hacinamiento se viene arrastrando desde hace much¨ªsimo tiempo y, efectivamente, la situaci¨®n con la que nos encontramos es de gran sobrepoblaci¨®n, que no genera condiciones adecuadas para la reinserci¨®n y tampoco para la vida segura y digna dentro de las c¨¢rceles", afirma Patricia P¨¦rez, subsecretaria de Justicia de Chile.
P¨¦rez estuvo en Madrid la semana pasada para reunirse con las autoridades espa?olas e intercambiar experiencias que puedan ayudar a la implementaci¨®n de la reforma. "Lo que nos interesa es aprender de los aciertos y tambi¨¦n de las dificultades, absorber aquellas buenas pr¨¢cticas y no incurrir en los errores", sostiene la subsecretaria. Explica que la reforma penitenciaria se basa en cinco ejes fundamentales: perfeccionamiento de la Gendarmer¨ªa; fortalecimiento de las medidas alternativas a la c¨¢rcel; fomento de la rehabilitaci¨®n y la utilizaci¨®n racional de las prisiones; y un plan de construcci¨®n de nuevos centros penitenciarios.
"El objetivo principal es la paz social y el reforzamiento de la seguridad p¨²blica", asegura P¨¦rez. "Por eso estamos empe?ados en llevar adelante esta reforma".
Hoy d¨ªa hay en Chile 55.000 personas privadas de libertad en 88 c¨¢rceles [330 por cada 100.000 habitantes, mientras que en Espa?a la cifra es de 158 por cada 100.000 habitantes]. De ese total, un 20% son presos preventivos y el resto personas condenadas. "Nuestras c¨¢rceles son verdaderas escuelas del delito", afirma la subsecretaria, que critica que en la actualidad se lleva a prisi¨®n a una persona por vender CD falsificados en la calle, o por no pagar una multa, en vez de otorg¨¢rseles otro tipo de penas controladas, como trabajos comunitarios. En este sentido, P¨¦rez coment¨® la modificaci¨®n de una ley -actualmente en discusi¨®n en el Congreso- para la creaci¨®n de medidas alternativas para quienes incurren en delitos. Esta modificaci¨®n supone una inversi¨®n cercana a los 50 millones de d¨®lares, informa, ya que implica la incorporaci¨®n de m¨¢s personal policial y nuevas tecnolog¨ªas, como mecanismos de monitoreo telem¨¢tico, que tambi¨¦n proteger¨¢n a v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica o de agresiones sexuales. La ley tambi¨¦n contempla el tratamiento de los delincuentes para evitar que vuelvan a cometer cr¨ªmenes con la creaci¨®n de espacios que combatan el hacinamiento y den oportunidades de empleo y escolarizaci¨®n a los reos.
"Lo fundamental de esta reforma penitenciaria es tratar de abordar una realidad que ha estado invisible durante muchos a?os. Es un tema que debe ser asumido con fuerza y convicci¨®n de parte de todo el Estado y eso es lo que hemos estado haciendo", afirma. "Lo peor que nos puede pasar como sociedad es encerrar a la gente y olvidarnos de que existe".
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