La milicia islamista Al Shabab veta la llegada de ayuda humanitaria al sur de Somalia
El grupo que la CIA vincula con Al Qaeda manifiesta que las organizaciones internacionales no son "bienvenidas" en la zona bajo su control.- Niegan el estado de hambruna decretado por Naciones Unidas en las regiones de Bakool y Lower Shabelle
O con ellos o nada. La milicia islamista radical Al Shabab, grupo que la CIA vincula a Al Qaeda y que controla la pr¨¢ctica totalidad del sur de Somalia, ha actualizado su prohibici¨®n al acceso de las organizaciones internacionales a la zona que controla para proveer de alimentos a los afectados por la sequ¨ªa y la hambruna. Al Shabab hab¨ªa levantado el veto a las agencias de ayuda humanitaria el pasado 6 de julio y tras dos a?os de duraci¨®n. "Los grupos que estaban prohibidos previamente no son bienvenidos", ha manifestado el portavoz de la milicia radical Sheik Ali Mohamud Rage, seg¨²n informa la agencia France Presse. "Son esp¨ªas y trabajan con agendas pol¨ªticas".
Dos d¨ªas despu¨¦s de que Naciones Unidas decretase el estado de hambruna en las regiones de Bakool y Lower Shabelle, una alerta que ha movilizado a la comunidad internacional para incrementar la provisi¨®n de alimentos al pa¨ªs del noreste africano, Al Shabab niega la mayor y afirma que es "100% falso" y que lo ¨²nico que hay es "sequ¨ªa". El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Josette Sheeran, anunci¨® ayer un puente humanitario a¨¦reo con Mogadiscio, la capital somal¨ª, y la apertura de nuevas rutas hacia el sur. Estas, seg¨²n manifest¨® Sheeran, tendr¨ªan que garantizar la seguridad del personal humanitario, una labor que la declaraci¨®n de Al Shabab pone dif¨ªcil.
Con o sin el veto de los herederos de los antiguos Tribunales Isl¨¢micos, la presencia de las ONG en la zona es exigua. Y si est¨¢n es a trav¨¦s de contrapartes locales. "Desde hace dos a?os", relata en conversaci¨®n telef¨®nica Lucile Grosjean, de Acci¨®n contra el Hambre, "no mandamos expatriados a la zona". Seg¨²n explica la organizaci¨®n, el secuestro de varios cooperantes les ha hecho extremar las precauciones. "Trabajamos en el sur con contrapartes con mucha experiencia". Estos cooperantes locales, contin¨²a Grosjean desde Nairobi (Kenia), tienen que "tratar" con Al Shabab para desarrollar su trabajo. ?Es la ¨²nica manera? "Por supuesto", sentencia la trabajadora de ACH.
Discutir con Al Shabab
Esta ONG, junto a M¨¦dicos sin Fronteras, es de las pocas que trabajan en las regiones enlas quela ONU ha declarado el estado de hambruna. El resto aguardan a saber si las condiciones de seguridad son suficientes para volver a la zona. Es el caso de la brit¨¢nica Oxfam. "Somalia vive una situaci¨®n de desgobierno", cuenta desde Nairobi el director regional de esta organizaci¨®n para ?frica Oriental, Fran Equiza. "Si no es Al Shabab, las amenazas pueden venir de cualquiera". Equiza reconoce, de igual modo, que sin "discutir y hablar" con los islamistas radicales no podr¨ªan desarrollar su misi¨®n. "No nos permitir¨ªan hacer nuestro trabajo", apostilla.
"Los agentes locales -que emplea Oxfam- tienen las conexiones y la legitimidad" para desarrollar los programas de nutrici¨®n y saneamiento. Equiza admite que la ONG solo trabaja directamente en Somaliland. Incluso el PMA, organismo de Naciones Unidas, est¨¢ evaluando la situaci¨®n antes de viajar a las regiones m¨¢s azotadas por la sequ¨ªa. "Estamos preparados para ir al sur de Somalia", declar¨® ayer a CNN uno de los portavoces del PMA, David Orr. "Esperamos garant¨ªas de seguridad". El PMA ha reconocido que dialogar¨¢n con Al Shabab para asegurarse de que no interfieren en la ayuda.
UNICEF retom¨® la semana pasada, no obstante, el env¨ªo de alimentos a Baidoa, localidad controlada por los milicianos. "Al Shabab no es una organizaci¨®n monol¨ªtica", ha afirmado hoy Emilia Casella, del PMA. Casella, tras conocer el nuevo veto de los radicales, ha aclarado que la ONU mantiene su "intenci¨®n de trabajar all¨ª donde sea posible". El PMA asiste ya a 1,5 millones de somal¨ªes, pero prev¨¦ llegar a otros 2,2 millones de afectados por la fuerte sequ¨ªa y el hambre.
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