La parálisis política de Haití agrava la crisis humanitaria
El presidente lleva dos meses sin lograr formar Gobierno
A su paso por el Caribe, la tormenta tropical Emily ha encontrado a unos 700.000 haitianos en los mismos campamentos de desplazados en los que viven desde el 12 de enero de 2010, cuando un terremoto destruyó sus casas y mató a más 300.000 personas. Mientras la crisis humanitaria se agrava, el país sigue sumergido en la parálisis política. El pasado martes, el Senado rechazó al candidato postulado por el presidente, Michel Martelly, para ocupar el cargo de primer ministro. Es la segunda vez que el Legislativo boicotea el nombramiento del jefe de Gobierno, con lo que Martelly, que asumió el poder el pasado 14 de mayo, se ve maniatado e incapaz de atender los acuciantes problemas del país.
El pasado martes, la mayoría parlamentaria del partido Inité (Unidad), del expresidente René Preval, votó en contra de la designación de Bernard Gousse, ministro de Justicia entre 2004 y 2006, durante el Gobierno interino que se instaló tras la caída del presidente Jean-Bertrand Aristide. Hace un mes, el 21 de junio, fue la Cámara de Diputados -también controlada por Préval- la que votó en contra del primer candidato propuesto por Martelly, Daniel-Gerard Rouzier, empresario y economista formado en los Estados Unidos.
Según la Constitución haitiana, si una de las dos Cámaras del Parlamento rechaza al primer ministro propuesto, el presidente debe elegir a otro.
Michel Martelly -cantante de música popular, 50 a?os, ninguna experiencia política- fue elegido presidente en la segunda vuelta electoral del 20 de marzo pasado, con el 67,57% de los votos. Pero su partido, ReponsPeziyan (Respuesta Campesina) solo obtuvo dos esca?os en las elecciones legislativas que se realizaron el mismo día, para renovar una tercera parte del Parlamento. Tanto la Cámara de Diputados como la del Senado, quedaron bajo el dominio del Grupo de Parlamentarios por una Renovación (GPR), liderado por el partido Inite, del expresidente René Préval.
Sin embargo, Martelly ha recibido una buena noticia: poco antes de la votación en el Senado, un grupo de 58 diputados ha conformado una mayoría de apoyo al presidente y a sus iniciativas de "desarrollo económico, social y cultural" de Haití. Martelly ha lamentado el obstruccionismo del Parlamento y que le hagan "perder el tiempo" en una situación de emergencia. Por lo pronto, no ha podido cumplir el compromiso de realojar a un número significativo de damnificados del terremoto durante los primeros 100 días de gestión, ni avanzar en los planes de reconstrucción.
Cerca de 700.000 haitianos viven aún en bajo tiendas de campa?a, que a 18 meses del terremoto ya lucen como chabolas de madera y zinc. La epidemia de cólera, que comenzó en octubre de 2010 y que ya ha matado a más de 6.000 personas, sigue afectando a las poblaciones del norte de Haití. El país tampoco está preparado para afrontar la temporada de huracanes del Atlántico que, se prevé, golpeará la isla hasta noviembre.
El Gobierno declaró ayer la alerta roja ante la llegada de Emily, la quinta tormenta tropical de la temporada, que ayer tocó la isla de La Espa?ola, que comprende los territorios de Haití y la República Dominicana. El Centro Meteorológico Nacional haitiano (CNM, por sus siglas en francés) pronosticó "muy fuertes precipitaciones en los próximos dos días", con riesgo de deslizamientos de tierra e inundaciones en los departamentos del sur y del oeste donde, entre otras ciudades, se encuentra Puerto Príncipe, la capital. Las autoridades hicieron un llamamiento a la población para que se abasteciera de alimentos y se preparara para evacuar las zonas de riesgo.
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