5.000 refugiados palestinos a la deriva
La campa?a de represi¨®n lanzada sobre Latakia, ya en su cuarto d¨ªa, amenaza con arruinar la relaci¨®n de la familia El Asad con sectores de la sociedad palestina
El r¨¦gimen sirio no deja de perder amigos. La campa?a de represi¨®n lanzada sobre Latakia, ya en su cuarto d¨ªa, amenaza ahora con arruinar la antigua relaci¨®n de la familia El Asad con importantes sectores de la sociedad palestina. Entre los barrios asaltados por las tropas presidenciales figura el campo de refugiados palestinos de Al Ramel, la mitad de cuya poblaci¨®n, unas 5.000 personas, se han visto obligadas a huir. El hecho de que la furia del Gobierno de Damasco haya alcanzado tambi¨¦n a los palestinos coloca en situaci¨®n inc¨®moda a Hamas, organizaci¨®n patrocinada por El Asad, y hace que la OLP engrose el bando de los enemigos de la dictadura siria.
Yaser Abed Rabbo, dirigente hist¨®rico del Frente Democr¨¢tico para la Liberaci¨®n de Palestina y miembro de la comisi¨®n ejecutiva de la OLP, ha acusado al presidente Bachar el Asad de estar cometiendo en Latakia "un crimen contra la humanidad". "En este bombardeo se utilizan buques de guerra y tanques contra casas hechas de hojalata y contra gente que no puede escapar ni esconderse", ha dicho.
Unos 475.000 palestinos viven en campos de refugiados en Siria
Las tropas de Bachar el Asad entraron el lunes en Al Ramel, tras un par de jornadas de bombardeos intensos, y obligaron a la poblaci¨®n a evacuar el campo. Los soldados quer¨ªan concentrarse, seg¨²n la televisi¨®n oficial siria, en "eliminar bandas armadas". Un portavoz de UNRWA, la agencia de Naciones Unidas encargada de la di¨¢spora palestina, declar¨® que la situaci¨®n humanitaria era "grav¨ªsima" y que exist¨ªan informes no confirmados sobre la muerte de al menos dos habitantes de Al Ramel.
El campo bajo ataque fue establecido a finales de los a?os 40, para acoger a la primera oleada de refugiados palestinos generada por la creaci¨®n de Israel. La mayor parte de los habitantes de Al Ramel nacieron en territorio sirio, al igual que sus padres, pero permanecen en un gueto a la espera de un improbable retorno a las casas que dejaron sus abuelos y bisabuelos.
El r¨¦gimen de los El Asad se ha fabricado una imagen de solidaridad pan¨¢rabe y de antisionismo acogiendo a palestinos y patrocinando a una organizaci¨®n radical como Hamas. Los palestinos financiados por Damasco se han ocupado de hostigar a Israel, asumiendo una tarea de alto riesgo que el Ej¨¦rcito sirio prefiere no asumir.
Ahora, incluso Hamas toma distancias de sus jefes en Damasco. Latakia, que ya en abril sufri¨® un asalto militar y que se ha convertido en una de las capitales del movimiento contra la dictadura, no s¨®lo aloja un campo palestino: fue tambi¨¦n la provincia natal del jeque Izzedin al Qassam, fundador en 1930 del primer grupo guerrillero palestino contra el sionismo y m¨¢ximo s¨ªmbolo pol¨ªtico de Hamas. Un portavoz del grupo en Gaza ha admitido que el Gobierno sirio parec¨ªa estar cometiendo "algunos errores graves", aunque eso no deb¨ªa "empa?ar sus d¨¦cadas de trabajo por la causa palestina".
Activistas de la oposici¨®n denunciaron que en los cuatro d¨ªas de bombardeos y ataques callejeros hab¨ªan muerto al menos 34 personas. Tambi¨¦n aseguraron que las tropas estaban realizando una "limpieza ¨¦tnica" con la expulsi¨®n de Latakia, poblada por unas 600.000 personas, a miles de musulmanes sun¨ªes con el fin de reforzar la posici¨®n de la minor¨ªa alau¨ª, a la que pertenecen los El Asad y la c¨²pula del r¨¦gimen.
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