Los argentinos m¨¢s pobres mueren por un pedazo de tierra
Los desalojos forzosos han causado siete muertes desde diciembre pasado
La muerte de cuatro personas en un desalojo forzoso el 28 de julio pasado en Argentina ha sido el m¨¢s violento de una serie de conflictos por la ocupaci¨®n de los m¨¢s pobres de solares para construir sus casas. En diciembre pasado, dos inmigrantes bolivianos y uno paraguayo fallecieron en un incidente similar en un parque en Buenos Aires. Un mes antes, dos personas murieron en un desalojo en la provincia de Formosa (noreste de Argentina).
En Argentina, el octavo pa¨ªs m¨¢s extenso del mundo, cerca de un 25% de su poblaci¨®n -unos 40 millones de personas- subsiste en viviendas precarias, seg¨²n la Universidad Cat¨®lica Argentina. "En este pa¨ªs se muere por el suelo", advierte el arquitecto Ra¨²l Fern¨¢ndez Wagner, investigador de la Universidad de General Sarmiento y miembro de la iniciativa Habitar Argentina. "La poblaci¨®n se ha acostumbrado a que la soluci¨®n es la protesta social", a?ade.
A finales de julio, en la provincia de Jujuy (noroeste de Argentina), la polic¨ªa local desaloj¨® a 700 familias que hab¨ªan ocupado tierras del gigante azucarero Ledesma. Murieron tres ocupantes y un uniformado. La represi¨®n, lejos de atemorizar a los sin techo, ha multiplicado la invasi¨®n de terrenos en Jujuy. A causa de la crisis, el gobernador provincial, el peronista Walter Barrionuevo, perdi¨® a su ministro de Gobierno y a su jefe policial, y ha prometido solares para todos los manifestantes, pero muchos sostienen la protesta.
Cr¨¦ditos escasos
En diciembre, unas 1.600 familias ocuparon un parque abandonado de Buenos Aires. En una operaci¨®n conjunta de la polic¨ªa federal, que responde al Gobierno de la peronista Cristina Fern¨¢ndez, y de la metropolitana, que obedece al alcalde porte?o, el conservador Mauricio Macri, murieron tres extranjeros. En noviembre, la polic¨ªa de Formosa, una provincia gobernada por el peronista Gildo Insfr¨¢n, desaloj¨® a los ind¨ªgenas qom, que bloqueaban una carretera para reclamar unas 1.300 hect¨¢reas donde viv¨ªan 4.050 personas, donde se proyecta la edificaci¨®n de una universidad. Murieron un manifestante y un polic¨ªa. En el barrio bonaerense de El Triunfo, unas 400 familias temen que la justicia las eche del terreno privado que ocupan desde hace a?os. Algo similar sucede con 29 familias en el barrio porte?o de Chacarita.
Antes de la represi¨®n en Jujuy, la relatora especial de la ONU para el derecho a la vivienda, la urbanista brasile?a Raquel Rolnik, visit¨® Argentina y afirm¨® que hab¨ªa recibido "incontables testimonios sobre desalojos violentos, con frecuencia impulsados por el Estado, sin que una alternativa adecuada fuera propuesta a las familias afectadas".
"Es parad¨®jico que en una econom¨ªa que crece al 9% anual desde hace varios a?os, en la que mejoran la distribuci¨®n del ingreso, se produzca esta situaci¨®n, pero la raz¨®n est¨¢ en que el valor del suelo ha subido mucho", observa Fern¨¢ndez Wagner. En las periferias de las ciudades, terrenos antes bald¨ªos ahora son barrios para ricos, y su valor se ha incrementado entre seis y ocho veces, seg¨²n el investigador. En el campo, en los ¨²ltimos 10 a?os las tierras m¨¢s ricas de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe se han encarecido de los 977 euros por hect¨¢rea a 9.777. La bonanza de las materias primas en un pa¨ªs que congel¨® los dep¨®sitos bancarios hace 10 a?os explica el aumento. El cr¨¦dito hipotecario escasea.
"La ocupaci¨®n informal del suelo ha sido la forma predominante de acceso a la vivienda", expuso Rolnik. En el caso de los campesinos y los ind¨ªgenas, est¨¢n siendo desplazados de tierras que ocupaban sin t¨ªtulo de propiedad y que fueron compradas por terratenientes para plantar soja o para montar sus fincas de veraneo.
"Los casos terminan en la justicia", explica Fern¨¢ndez Wagner. "El sistema jur¨ªdico argentino es conservador y privilegia el derecho de propiedad antes que el derecho a la vivienda, y por eso hay represi¨®n".
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