Las debilidades de la Junta egipcia
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, con un poder absoluto desde la ca¨ªda de Mubarak en febrero, est¨¢ desbordado por los acontecimientos.
Los acontecimientos de la pasada noche, cuandos miles de personas asaltaron la Embajada de Israel en El Cairo, demuestran algo ya sabido: los sentimientos antiisrael¨ªes est¨¢n muy extendidos entre la poblaci¨®n egipcia, que en cierta forma identifica al ex presidente Hosni Mubarak, actualmente juzgado por asesinato en masa, con la sumisi¨®n de Egipto a los intereses estrat¨¦gicos de Israel y Estados Unidos.
Pero demuestran tambi¨¦n que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, con un poder absoluto desde la ca¨ªda de Hosni Mubarak el pasado mes de febrero, est¨¢ desbordado por los acontecimientos. Los gritos contra el mariscal Mohamed Husein Tantaui, dictador factual hasta la elecci¨®n de un presidente democr¨¢tico, son cada vez m¨¢s numerosos.
Tantaui sigue sin convocar las elecciones que deber¨ªan dar al pa¨ªs un presidente y un Parlamento constituyente, y su esfuerzo por evitar el uso de violencia excesiva contra las marchas de protesta (explicable dado que se juzga a Mubarak precisamente por disparar contra manifestantes) empieza a ser interpretado como debilidad.
Egipto no puede mantener la pol¨ªtica de aquiescencia sistem¨¢tica frente a Israel, por su alta impopularidad. Pero tampoco puede romper el tratado de paz firmado en 1979, porque eso supondr¨ªa con casi total seguridad perder las subvenciones financieras y la ayuda militar de Estados Unidos.
La gente presiona al Gobierno provisional para que acabe con el bloqueo sobre Gaza, que Egipto impone de forma conjunta con Israel, pero hacerlo supondr¨ªa una irrupci¨®n en territorio egipcio de grupos islamistas radicales procedentes de la Franja. La posici¨®n de Tantaui es muy compleja.
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