La huida de Saadi Gadafi reduce la esperanza de la rendici¨®n de los leales
El hijo del coronel era partidario de negociar el fin de la guerra con los rebeldes
Muamar el Gadafi dej¨® escrito en los a?os setenta lo que pensaba del f¨²tbol en su famoso Libro Verde, el singular c¨®digo social y jur¨ªdico que implant¨® en Libia: "Los aficionados al f¨²tbol y a los deportes son completamente idiotas, hasta el punto de que llevan al campo de juego todas sus frustraciones e incapacidades. Son gente fracasada, desperdiciada". Sin embargo, a su hijo Saadi, de 38 a?os, quien huy¨® el domingo a trav¨¦s del desierto hacia N¨ªger, le consinti¨® muchos fracasos.
Al ni?o empez¨® a gustarle el f¨²tbol desde muy pronto y no hubo m¨¢s remedio que meterlo de centrocampista en dos de los mejores equipos del pa¨ªs y convertirlo en capit¨¢n de la selecci¨®n nacional. Saadi lleg¨® a ser al mismo tiempo presidente y jugador del Al Itthad de Tr¨ªpoli. Si se cansaba durante un encuentro, se sal¨ªa del campo y el entrenador acataba sin rechistar. M¨¢s tarde fue preciso invertir en las arcas del f¨²tbol italiano para que al menos dejasen a Saadi vestir la camiseta de tres equipos de primera divisi¨®n entre 2003 y 2006. Tras colgar las botas de f¨²tbol le dio por meterse en el mundo del cine. Intentaba producir en Hollywood un documental sobre su padre cuando estall¨® la revuelta hace seis meses.
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La importancia de Saadi en la familia nunca fue relevante. Pero en los ¨²ltimos meses, mientras su hermano Saif el Islam aparec¨ªa en televisi¨®n con el dedo ¨ªndice amenazante advirtiendo a los libios de lo mal que lo pasar¨ªan si no volv¨ªan a sus casas, Saadi apelaba al di¨¢logo con los rebeldes. Incluso cuando su madre y tres de sus hermanos huyeron a Argelia, ¨¦l se mantuvo al lado del padre, pero apelaba a la reconciliaci¨®n. Tras su huida se reducen las posibilidades de que Gadafi tire la toalla en Bani Walid y evite una carnicer¨ªa.
Ahora, el Consejo Nacional de Transici¨®n enviar¨¢ una delegaci¨®n a N¨ªger para intentar tra¨¦rselo a Libia. Por su parte, el Gobierno de N¨ªger aleg¨® lo mismo que el de Argelia en su d¨ªa cuando acept¨® la entrada de dos hijos, la hija y la esposa de Gadafi: razones humanitarias. Saadi no estaba en la lista de los afectos al r¨¦gimen a los que pretende juzgar el Tribunal Penal Internacional. Ahora, solo quedan junto a Gadafi sus tres hijos m¨¢s beligerantes: Saif al Islam, Mutasim y Jamis.
En cuanto al paradero del dictador, ayer se produjo lo que viene siendo habitual despu¨¦s de las deserciones de sus generales o familiares: el canal sirio Arrai ley¨® un comunicado, supuestamente enviado por Gadafi, en el que afirmaba encontrarse en Libia y llamaba a la lucha hasta la victoria final.
A pesar de que cuatro de sus hijos y la esposa han abandonado a Gadafi, en el frente de Bani Walid, a solo dos horas y media en coche de la capital, permanecen unos 600 hombres dispuestos, de momento, a dar su vida por ¨¦l. Despu¨¦s de la toma de Tr¨ªpoli parec¨ªa que la ca¨ªda de este municipio de 70.000 habitantes ser¨ªa inminente por parte de los rebeldes. Pero, tras cinco d¨ªas de combate, los gadafistas siguen plantando cara. Algunos oficiales rebeldes aseguran estar siendo v¨ªctimas de traiciones en sus filas. Unos se?alan que el enemigo conoce por anticipado sus planes de ataque y otros se quejan de que los rebeldes de la tribu Warfala no luchan en Bani Walid con la convicci¨®n necesaria porque los habitantes de ese municipio pertenecen a su misma tribu.
En medio de esos contratiempos, el Consejo Nacional de Transici¨®n intenta transmitir mensajes tranquilizadores. El primer ministro, Mahmud Yibril, inform¨® el domingo de que ya se ha retomado la producci¨®n de petr¨®leo pero no quiso dar detalles sobre d¨®nde y cu¨¢nta cantidad por temor a posibles ataques. De hecho, pocas horas despu¨¦s de su conferencia de prensa, las tropas gadafistas mataron a 17 guardias rebeldes en una refiner¨ªa pr¨®xima a Ras Lanuf, ciudad costera situada a 200 kil¨®metros de Sirte.
A pesar de esos contratiempos, el nuevo Gobierno sigue ganando batallas en el terreno de las relaciones internacionales. China, que compr¨® el a?o pasado el 3% de sus importaciones petrol¨ªferas a Libia, reconoci¨® oficialmente ayer al Consejo Nacional de Transici¨®n como "autoridad gobernante".
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