El l¨ªder del Gobierno rebelde promete un islam moderado y mayor cuota para las mujeres

En la plaza Verde de Tr¨ªpoli, debajo de la ventana en la que apareci¨® hace unos meses Muamar el Gadafi para llamar ratas a los rebeldes y amenazarlos con todo tipo de represiones si no depon¨ªan su actitud, apareci¨® anoche de forma sorpresiva el presidente del Gobierno provisional de Libia, Mustaf¨¢ Abdel Yalil, para emitir dos mensajes important¨ªsimos a la poblaci¨®n: Libia se regir¨ªa bajo los designios de la ley isl¨¢mica o shar¨ªa y las mujeres se incorporar¨¢n a las tareas de Gobierno.

Ante unas diez mil personas, la mayor¨ªa j¨®venes, Yalil dijo: "Buscamos un Estado de Derecho, y de prosperidad donde la shar¨ªa sea la ¨²nica fuente de legislaci¨®n y eso requiere unas condiciones previas". Yalil, que era ministro de Justicia con Muamar el Gadafi antes de unirse a la revuelta, lleg¨® el domingo a Tr¨ªpoli por vez primera desde que empezaron las protestas y solo tard¨® un d¨ªa en aparecer en p¨²blico. Por la ma?ana se estaba levantando un escenario en la plaza, pero nadie sab¨ªa qui¨¦n iba a hablar o a actuar all¨ª. Temeroso ante un posible atentado de los leales a Gadafi, Yalil apareci¨® casi por sorpresa en la plaza y advirti¨® que no se tolerar¨¢n las ideolog¨ªas extremistas.

Tal vez consciente del informe que iba a publicar hoy Amnist¨ªa Internacional sobre los abusos y torturas por parte de los rebeldes a los hombres leales a Gadafi, Yalil se mostr¨® en contra de las represalias y de tomarse la justicia por su mano. "Necesitamos que funcionen pronto los tribunales y que ellos decidan", declar¨®.

Una naci¨®n con un islam moderado

La inmensa mayor¨ªa de las j¨®venes que asistieron al acto llevaban el cabello cubierto con velo. Para ellas tuvo el nuevo presidente un mensaje muy prometedor: "Somos una naci¨®n musulmana, con un islam moderado, y vamos a mantener eso. Est¨¢is con nosotros y nos hab¨¦is apoyado, sois el arma contra cualquiera que trate de secuestrar esta revoluci¨®n". Les prometi¨® m¨¢s cuota de poder en la nueva Libia.

Alaa Murabirt, de 22 a?os, estudiante de medicina. Junto a una amiga cient¨ªfica, dirige la ONG La Voz De Las Mujeres Libias. Ambas con sus respectivos velos, acudieron a la plaza Verde y quedaron encantadas con las palabras del presidente: "S¨¦ que vamos a desempe?ar un papel determinante en este pa¨ªs, este es nuestro momento. En esta revoluci¨®n hemos visto hasta qu¨¦ punto las mujeres estamos preparadas para asumir m¨¢s poderes de los que hemos visto hasta ahora. Nuestros hermanos y nuestros padres nos han visto salir a las calles al lado de ellos y saben c¨®mo nos hemos implicado en la revoluci¨®n".

Sin embargo, el camino que queda por recorrer en Libia a¨²n es largo y tortuoso. Entre los 45 miembros del Consejo Nacional de Transici¨®n, el organismo que dirige el pa¨ªs, solo hay una mujer. El primer ministro, Mahmud Yibril, compareci¨® el s¨¢bado en una conferencia, habl¨® de aumentar los miembros del Consejo, de admitir tambi¨¦n a representantes de las cuatro ciudades sitiadas, pero en ning¨²n momento mencion¨® a las mujeres.

Mientras hablaba, explotaban los juegos artificiales al lado de la plaza y jugaban los ni?os en dos camas el¨¢sticas que hab¨ªa frente al escenario. Cuando termin¨® su discurso, comenzaron las r¨¢fagas de tiros de celebraci¨®n con la que cada noche descargan la adrenalina los milicianos rebeldes.