La figura de N¨¦stor Kirchner marca las elecciones presidenciales argentinas

Las elecciones presidenciales argentinas tendr¨¢n lugar el pr¨®ximo 23 de octubre, cuatro d¨ªas antes de que se celebre el primer aniversario de la muerte del expresidente N¨¦stor Kirchner, el pol¨ªtico que puso en marcha, en 2003, y dentro del peronismo, un movimiento que lleva su nombre y que ahora representa su mujer, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Su muerte, que caus¨® una aut¨¦ntica conmoci¨®n en la sociedad argentina, no debilit¨® su corriente pol¨ªtica sino que, bien al contrario, fortaleci¨® a su sucesora, que ahora opta a la reelecci¨®n con unos sondeos que le conceden una ventaja formidable sobre su inmediato seguidor.

N¨¦stor Kirchner, cada d¨ªa m¨¢s, se est¨¢ convirtiendo en un mito entre los peronistas

Muy probablemente sea una presidenta reelecta y triunfante la que inaugure el 27 de octubre en R¨ªo Gallegos, la ciudad natal de su esposo, el mausoleo en m¨¢rmol que recordar¨¢ a N¨¦stor Kirchner, convertido, cada d¨ªa m¨¢s, por sus seguidores en un nuevo mito peronista. Y muy probablemente tambi¨¦n la campa?a electoral sea el escenario de exaltaci¨®n del kirchnerismo y de la figura del expresidente, continuamente recordado en el discurso de Cristina Fern¨¢ndez y muy presente en la iconografia juvenil peronista, que le ha convertido en ¡°N¨¦stornauta¡±, a imitaci¨®n del ¡°Eternauta¡±, el c¨®mic m¨¢s famoso de la historia de Argentina. Ayer, en algunas calles de Buenos Aires era posible ver un cartel con la imagen del expresidente y la leyenda: ¡°Alg¨²n d¨ªa los hijos de tus hijos preguntar¨¢n por ¨¦l¡±.

A falta de poco m¨¢s de tres semanas para la cita presidencial, el clima pol¨ªtico argentino parece casi excesivamente ap¨¢tico, marcado por una especie de fatalidad y abulia, que rodea a la dividida oposici¨®n. Es cierto que los resultados de las elecciones primarias de agosto (en las que Cristina Fern¨¢ndez obtuvo 52% de los votos frente al 12% del radical Ricardo Alfons¨ªn) no ser¨¢n los mismos que los de las elecciones reales, pero aun as¨ª han sido capaces de desanimar a los m¨¢s optimistas y de enfriar cualquier posible campa?a.

¡°Alg¨²n d¨ªa los hijos de tus hijos preguntar¨¢n por ¨¦l¡±, reza un cartel en Buenos Aires

El hecho es que, a punto de que arranque el periodo electoral, los grandes protagonistas de la vida pol¨ªtica argentina son la presidenta y el kirchnerismo, un grupo pol¨ªtico que ha logrado desde 2003 una formidable concentraci¨®n de poder y el apoyo de amplios sectores sociales, incluido buena parte del mundo intelectual y del espect¨¢culo. ¡°Es la econom¨ªa, est¨²pido¡±, invocan muchos comentaristas, para quienes la recuperaci¨®n del pa¨ªs tras la terrible crisis del corralito en 2001, apoyada en un boom del precio de las exportaciones agr¨ªcolas y materias primas y una pol¨ªtica con ribetes claramente proteccionistas, ha permitido un crecimiento continuado y alentado un fuerte consumo. Ese crecimiento, unido a un mayor reparto social y a una renovada pol¨ªtica de persecuci¨®n de los responsables de los peores cr¨ªmenes de la dictadura militar de los ochenta, son las se?as de identidad kirchnerista y las banderas que sigue enarbolando Cristina Fern¨¢ndez. Los sondeos demuestran que tienen ¨¦xito, pese a los esc¨¢ndalos que han rodeado tambi¨¦n su presidencia como el lavado de dinero de la Asociaci¨®n Madres de Plaza de Mayo, el aumento de la fortuna familiar o el procesamiento por corrupci¨®n de significados funcionarios, como el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime.

N¨¦stor Kirchner, que muri¨® de un infarto a los 61 a?os, fue un pol¨ªtico pol¨¦mico, al que se le reconoce generalmente una gran virtud, reconstruir el Estado, extraordinariamente debilitado tras el periodo ultraliberal del tambi¨¦n peronista Carlos Menem y de la feroz crisis econ¨®mica de 2001, pero al que se le reprochan un car¨¢cter nada dialogante, la devaluaci¨®n de las instituciones, el manejo descaradamente partidista de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos y una concentraci¨®n desmedida de poder. Su esposa, que lleg¨® a la jefatura del Estado con un mensaje m¨¢s integrador, ha desarrollado un mandato caracterizado, sin embargo, por los mismos rasgos, positivos y negativos. Solo en los ¨²ltimos meses, de cara a la nueva cita electoral y cuando ya est¨¢ clara su victoria, Cristina Fern¨¢ndez ha vuelto a apelar al di¨¢logo y a la concertaci¨®n. La mayor¨ªa de la oposici¨®n no cree, sin embargo, que salvo algunas correcciones obligadas en el campo de la econom¨ªa (dependiente de Brasil y de China), su nuevo mandato signifique cambios sustanciales en el kirchnerismo ni mejore la calidad institucional de la democracia argentina. M¨¢s bien, lo que la oposici¨®n pol¨ªtica deja traslucir es miedo a sus cien primeros d¨ªas.