EE UU anuncia medidas para protegerse de filtraciones de Wikileaks
La Casa Blanca crea un grupo dirigido por el fiscal general para reducir la vulnerabilidad de los secretos de Estado y reducir¨¢ el n¨²mero de personas con acceso a documentos
Barack Obama anunci¨® este viernes una serie de medidas para proteger los secretos de Estados Unidos de Wikileaks y de otras organizaciones o individuos interesados en sacarlos a la luz con diferentes prop¨®sitos. Estas medidas son fruto de varios meses de una investigaci¨®n abierta despu¨¦s de que varios medios de comunicaci¨®n, entre ellos EL PA?S, hicieran p¨²blicos cientos de cables clasificados del Departamento de Estado.
Con esta iniciativa, la Casa Blanca pretende, seg¨²n la declaraci¨®n oficial emitida esta noche, ¡°reducir el riesgo de futuras filtraciones¡± y ¡°mejorar la seguridad nacional mediante un intercambio responsable y controlado de informaci¨®n confidencial¡±.
Entre las medidas anunciadas, se incluye la creaci¨®n de un grupo de trabajo dirigido por el fiscal general que se ocupar¨¢ de ¡°mejorar la protecci¨®n y reducir la vulnerabilidad¡± de los secretos de Estado ante lo que la presidencia norteamericana califica de ¡°amenazas internas¡±. Ese grupo, que ser¨¢ denominado Comit¨¦ para el Gobierno del Intercambio y la Protecci¨®n de Informaci¨®n, trabajar¨¢ de forma permanente y estar¨¢ integrado por altos funcionarios de la Administraci¨®n.
Igualmente, se aplicar¨¢n nuevas directrices sobre el n¨²mero de personas con acceso a datos confidenciales, normas sobre el intercambio de informaci¨®n entre las diferentes agencias del Gobierno y sobre la identificaci¨®n para el acceso en Internet a archivos y comunicaciones confidenciales.
La Administraci¨®n norteamericana considera que los datos obtenidos en los ¨²ltimos a?os por Wikileaks sobre las guerras de Irak y Afganist¨¢n, as¨ª como los papeles del Departamento de Estado, han puesto en peligro a personas que trabajan para el Gobierno de Estados Unidos, han abortado importantes proyectos en marcha y han creado tensiones pol¨ªticas entre Washington y algunos de sus aliados en el exterior.
La justicia estadounidense ha atribuido la responsabilidad de una gran parte de esas filtraciones al soldado Bradley Manning, quien se encuentra actualmente en prisi¨®n acusado del delito de haberse apoderado ilegalmente de informaci¨®n secreta y haberla traspasado a Wikileaks.
Desde que la organizaci¨®n que dirige el australiano Julian Assange hizo p¨²blicos algunos de los documentos obtenidos, tanto el Pent¨¢gono como la CIA y el Departamento de Estado empezaron a adoptar precauciones adicionales para evitar nuevas filtraciones. El Departamento de Estado dej¨® de utilizar el canal del Departamento de Defensa que usaba antes para el env¨ªo de los cables entre Washington y sus embajadas en distintos pa¨ªses. El Pent¨¢gono, por su parte, incorpor¨® nuevos programas de control sobre el acceso a Internet.
El plan sistematiza algunas de esas medidas e incorpora otras para poner al d¨ªa un sistema de protecci¨®n que, seg¨²n los expertos, hab¨ªa quedado anticuado. En los ¨²ltimos a?os, con el crecimiento del aparato administrativo y la espectacular mejora de los medios de comunicaci¨®n, la elaboraci¨®n de datos e informes relativos a la seguridad nacional o a la presencia de EE UU en el exterior se hab¨ªan multiplicado de forma exponencial, sin que al mismo tiempo hubieran aumentado las medidas de control. M¨¢s de medio mill¨®n de funcionarios de distintos organismos de la Administraci¨®n, ten¨ªan acceso, por ejemplo, a los miles de cables que cada d¨ªa produce el Departamento de Estado.
Wikileaks sac¨® provecho de esa situaci¨®n y fue capaz de poner en conocimiento del p¨²blico acontecimientos relevantes con la ayuda tan solo, seg¨²n la informaci¨®n oficial, de un militar de escasa relevancia movido, por razones personales, a suministrar los datos de los que dispon¨ªa.
Si el episodio preciso del ataque con helic¨®ptero en Irak o los papeles del Departamento de Estado, algunos de los m¨¢s famosos trabajos de Wikileaks, fueron ¨²tiles para que el p¨²blico conociera hechos relevantes que han contribuido a que los ciudadanos est¨¦n mejor informados, podr¨ªan darse otros casos en los que la fragilidad de los sistemas de protecci¨®n de secretos ayuden a enemigos de EE UU. El espionaje no desapareci¨® con la Guerra Fr¨ªa y sigue habiendo pa¨ªses y grupos muy interesado en conocer lo que EE UU intenta ocultar, como demostr¨® el intento de China de acceder al helic¨®ptero averiado que dej¨® abandonado el comando que mat¨® a Osama Bin Laden en Pakist¨¢n.
Obama pretende ahora involucrarse personalmente en la tarea de proteger los secretos nacional y, entre las directrices anunciadas, est¨¢ la de que el comit¨¦ creado a tal efecto presente un informe dentro de 90 d¨ªas sobre la situaci¨®n existente actualmente, y despu¨¦s, uno cada a?o sobre la evoluci¨®n de las nuevas medidas adoptadas.
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