EE UU sopesa las represalias contra Ir¨¢n
La Admistraci¨®n de Obama estudia las medidas que tomar¨¢ contra el r¨¦gimen de los Ayatolas a trav¨¦s de la ONU tras desactivar el plan para atentar en Washington
EE UU est¨¢ considerando una serie de medidas contra Ir¨¢n, empezando por sanciones econ¨®micas y diplom¨¢ticas, como represalia por la presunta participaci¨®n de ese pa¨ªs en el complot terrorista abortado por los servicios de seguridad norteamericanos. Varios altos funcionarios de la Administraci¨®n y miembros del Congreso se refirieron ayer a la necesidad de que el r¨¦gimen iran¨ª pague por su implicaci¨®n en un atentado en suelo estadounidense que Washington interpreta como una prueba del peligro que representa ese pa¨ªs y algunos han llegado a calificar de ¡°acto de guerra¡±.
Las represalias que se est¨¢n estudiando en este momento se limitan a medidas para acrecentar el aislamiento de Ir¨¢n y ser¨¢n conducidas, inicialmente, a trav¨¦s del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Pero el vicepresidente Joe Biden advirti¨® que ¡°nada est¨¢ descartado¡±. ¡°Es un acto indignante por el que los iran¨ªes van a tener que responder¡±, manifest¨®.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, a?adi¨® que la diplomacia norteamericana se mover¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas para ¡°convencer a nuestros amigos de que las quejas contra Ir¨¢n est¨¢n bien fundamentadas¡±, lo que anticipa un esfuerzo por parte de Estados Unidos para conseguir una resoluci¨®n con nuevas sanciones econ¨®micas contra el r¨¦gimen iran¨ª. La actuaci¨®n de Ir¨¢n representa, seg¨²n Clinton, ¡°una violaci¨®n de las normas internacionales y del sistema internacional¡±.
La Administraci¨®n norteamericana considera el compl¨® descubierto para asesinar al embajador de Arabia Saud¨ª en Washington y cometer otros actos terroristas, entre ellos un atentado contra objetivos israel¨ªes, como una escalada intolerable en el desaf¨ªo que Ir¨¢n presenta desde hace a?os. El Gobierno iran¨ª ha sido acusado de estimular o participar en actividades terroristas, incluido contra ciudadanos norteamericanos en Irak. Pero nunca se hab¨ªa descubierto un plan para actuar dentro de EE UU contra el embajador de un pa¨ªs aliado y amigo.
De ah¨ª la sensaci¨®n de urgencia que al instante se ha creado en Washington. El Gobierno se cree obligado a actuar y siente, adem¨¢s, la presi¨®n del Congreso para hacerlo. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, evit¨® ayer precisar cu¨¢les son las medidas que deb¨ªan adoptarse contra Ir¨¢n, pero anim¨® a la Administraci¨®n a ¡°hacer sentir la presi¨®n¡± al r¨¦gimen isl¨¢mico. Varios destacados senadores dem¨®cratas y republicanos coincidieron en que el r¨¦gimen iran¨ª ha ido demasiado lejos esta vez y es preciso responder.
Estados Unidos ya tiene en vigor una serie de sanciones econ¨®micas contra Ir¨¢n, algunas de las cuales cuentan con el respaldo de la ONU. Ayer mismo, el Departamento del Tesoro impuso otras sanciones contra personas directamente vinculadas a los Guardianes de la Revoluci¨®n y la Fuerza Al Qods, a los que se considera directamente responsables del complot descubierto. El objetivo ahora ser¨ªa a?adir otras medidas para aislar diplom¨¢ticamente por completo a Ir¨¢n y estrangular econ¨®micamente al r¨¦gimen. ¡°Es necesario enviar un fuerte mensaje a Ir¨¢n y aislarlo de la comunidad internacional¡±, dijo Clinton. Estados Unidos conf¨ªa en que, dada la naturaleza de este caso, contar¨¢ con respaldo suficiente en el Consejo de Seguridad para hacerlo. Aunque Rusia y China son habitualmente reticentes a que la ONU se involucre en la asuntos de los pa¨ªses miembros, ambos comparten la preocupaci¨®n internacional por el comportamiento de Ir¨¢n y podr¨ªan encontrar ahora razones suplementarias para respaldar nuevas sanciones.
Una de las razones para que eso ocurra es la implicaci¨®n de Arabia Saud¨ª, un pa¨ªs rico y petrolero con el que Rusia y China est¨¢n interesados en mantener buenas relaciones comerciales. Un intento de atacar directamente a un embajador saud¨ª puede ser interpretado por la mayor¨ªa de los miembros del Consejo de Seguridad como una provocaci¨®n excesiva.
Una de las dificultades con las que se puede encontrar la Administraci¨®n norteamericana es la de demostrar la veracidad de las acusaciones que se han hecho contra el r¨¦gimen iran¨ª. Hasta ahora, toda la causa est¨¢ sostenida sobre las declaraciones del ¨²nico detenido, Mansur Arbabsiar, un ciudadano estadounidense de origen iran¨ª que confiesa haber recibido ¨®rdenes de un primo suyo con alta responsabilidad en los Guardianes de la Revoluci¨®n. Todas las pruebas han sido recogidas por el FBI y han sido obtenidas gracias a que Arbabsiar acept¨® cooperar con los investigadores y renunci¨® a su derecho de comparecer inmediatamente ante un juez.
Algunas de esas pruebas podr¨ªan no ser suficientemente contundentes como para convencer a la comunidad internacional de actuar de forma unitaria. En ese caso, EE UU podr¨ªa verse obligado a buscar otras alternativas, como la de sanciones exclusivamente de parte de sus principales aliados. El peso pol¨ªtico y diplom¨¢tico de Arabia Saud¨ª puede, no obstante, facilitar bastante la labor de Estados Unidos.
Aunque no est¨¢n fuera de la mesa, la opci¨®n de represalias militares parece a¨²n bastante lejana. Comprometido todav¨ªa en la guerra de Afganist¨¢n, EE UU no parece en condiciones de abrir otro frente mucho m¨¢s complicado. Podr¨ªan existir otras acciones militares diferentes a un ataque directo sobre objetivos en Ir¨¢n, pero no parece que se haya entrado a¨²n en esa fase.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.