Berlusconi intenta resistir agitando el fantasma de la inestabilidad en Italia
El primer ministro trata de superar una nueva moci¨®n de confianza present¨¢ndose como ¨²nico baluarte ante la crisis. "No dar¨¦ un paso atr¨¢s", afirma
Silvio Berlusconi es consciente de que ya hace mucho tiempo que no puede vender ilusi¨®n, buen gobierno, seriedad o eficacia. Con el pa¨ªs levantado en su contra, acosado por seis procesos judiciales y una crisis econ¨®mica especialmente profunda en Italia, su ¨²nico argumento para solicitar otra vez ¨Cy ya van 56 desde 2008¨C la confianza del Congreso fue el descr¨¦dito de la oposici¨®n. ¡°A quien me pide que d¨¦ un paso atr¨¢s¡±, avis¨® el primer ministro italiano, ¡°le digo que ahora como nunca siento la responsabilidad de no hacerlo. Mi gobierno es el ¨²nico democr¨¢ticamente habilitado para defender el inter¨¦s nacional con la urgencia impuesta por la crisis. No hay otra alternativa cre¨ªble¡±. Berlusconi habl¨® este jueves ante un parlamento demediado. La oposici¨®n en bloque decidi¨® ausentarse en un gesto inexplicable por cuanto permiti¨® que Il Cavaliere solventara el tr¨¢mite sin el rasgu?o de un abucheo o una opini¨®n en contra.
Las ¨²ltimas horas son un buen ejemplo de la pol¨ªtica en Italia. El martes por la tarde, parec¨ªa que el reinado de Berlusconi hab¨ªa llegado a su fin, apu?alado por los suyos y a la vista de todos, como Julio C¨¦sar. Dos ministros de su propio Gobierno ¨Cel de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, y el de Federalismo, Umberto Bossi¡ª se quedaron en los pasillos a la hora de votar la rendici¨®n de cuentas del a?o pasado. Esto, unido a que 19 de sus diputados ni siquiera se acercaron al Congreso en un d¨ªa en el que adem¨¢s se iba a votar la pol¨¦mica ley mordaza, provoc¨® un sorprendente ¨Cpor inesperado¡ª empate a 290 votos. A Berlusconi, que necesitaba 291 votos, se le hel¨® la sonrisa. Sali¨® del Congreso a toda prisa y, aunque para hacerlo tuvo que pasar junto a Tremonti ¨Cen el papel de Bruto¡ª, ni siquiera lo salud¨®. ?Iba herido de muerte el primer ministro?, se preguntaban unos a otros en noticieros y tertulias. Enseguida se supo que no.
A las pocas horas, Il Cavaliere dio a conocer que solicitar¨ªa ¨Cotra vez¡ª la confianza del Congreso. El jueves por la ma?ana se dirigir¨ªa a los diputados y el viernes se someter¨ªa a votaci¨®n. En el caso de perderla, no tendr¨ªa m¨¢s remedio que convocar elecciones anticipadas. Los analistas empezaron a hacer sus c¨¢balas, pero ni el m¨¢s osado se atrevi¨® a apostar un denario en contra de Berlusconi. Recuperada la sonrisa y jaleado por los suyos, se dirigi¨® al Congreso y a la naci¨®n para dejar un par de mensajes muy n¨ªtidos. El primero: ¡°El Gobierno pide que le sea confirmada la confianza porque es perfectamente consciente de los riesgos que corre el pa¨ªs y lo pide porque est¨¢ convencido de que los tiempos impuestos por los mercados no son m¨ªnimamente compatibles con aquellos de ciertas liturgias pol¨ªticas¡±. El segundo: ¡°No hay otra mayor¨ªa posible. La oposici¨®n est¨¢ dividida. Mejor, est¨¢ desaparecida [sonri¨® al hacer referencia al plante]. No tiene programa ¨²nico. Solo insulta¡±.
"No hay alternativas cre¨ªbles de gobierno y las elecciones adelantadas no son la soluci¨®n", ha dicho el dirigente
Durante la intervenci¨®n ante el Congreso, Il Cavaliere pidi¨® disculpas por el ¡°accidente muy grave¡± de la votaci¨®n perdida el martes que dej¨® las cuentas sin aprobar y a su Gobierno tambale¨¢ndose: ¡°No escondo la gravedad de lo que pas¨®, pero eso no puede tener consecuencias institucionales. Si no tengo la confianza [del Congreso], hay que someterse a la voluntad de las ciudadanos y eso ser¨ªa la victoria de los catastrofistas, de los especuladores que llevan meses actuando en Italia. ?Alguien piensa que un gobierno t¨¦cnico tendr¨ªa m¨¢s credibilidad para hacer aquellas reformas dif¨ªciles que exige el momento de crisis que un gobierno avalado por la voluntad popular? Estoy aqu¨ª para testificar con mi presencia que Italia puede, podr¨¢ y volver¨¢ a salir adelante barriendo la estrategia del pesimismo¡±. El primer ministro incluso tuvo una respetuosa referencia al papel ¡°impecable¡± del presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, quien a trav¨¦s de un escrito le pidi¨® ¡°una soluci¨®n cre¨ªble¡± al embrollo generado por la no aprobaci¨®n de las cuentas.
Seg¨²n algunas estimaciones, Berlusconi no solo puede salir airoso de la cuesti¨®n de confianza y salvar el pellejo una vez m¨¢s, sino que incluso puede lograr el apoyo de 315 o 320 diputados y salir incluso reforzado del envite. Diputados como el ex juez Antonio Di Pietro, l¨ªder de Italia de los Valores, est¨¢n convencidos de que Berlusconi sigue logrando el apoyo de los suyos haci¨¦ndolos part¨ªcipes de su inmensa fortuna, valorada por la revista Forbes en 9.000 millones de d¨®lares, y record¨¢ndoles luego que siempre estar¨¢n en el deuda con ¨¦l.
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