El intercambio entre Israel y Ham¨¢s deja una jornada de alegr¨ªa y amenazas
Ham¨¢s libera al militar israel¨ª, cansado y nervioso, despu¨¦s de m¨¢s de cinco a?os en cautiverio Decenas de presos palestinos liberados en Gaza y Cisjordania


Fue una jornada de alegr¨ªa, reencuentros y emociones intensas para palestinos e israel¨ªes. El canje acordado entre la organizaci¨®n islamista Ham¨¢s y el Gobierno de Israel devolvi¨® a casa al sargento Gilad Shalit, tras m¨¢s de cinco a?os de encierro en alg¨²n lugar de Gaza, y liber¨® de la c¨¢rcel a 477 palestinos, a los que deber¨ªan seguir otros 550 en unas semanas. Tambi¨¦n fue una jornada de amenazas. Ham¨¢s prometi¨® seguir capturando soldados israel¨ªes para canjearlos. Benjam¨ªn Netanyahu prometi¨® seguir ¡°luchando contra el terrorismo¡±. La paz pareci¨® tan lejana como cualquier otro d¨ªa.
El complejo intercambio comenz¨® poco despu¨¦s del alba. Hacia las seis de la ma?ana un todoterreno escoltado por centenares de milicianos fuertemente armados se aproxim¨® al paso fronterizo de Rafah, que separa Gaza de Egipto. A bordo viajaba el sargento Shalit. El reh¨¦n fue entregado en Rafah a una delegaci¨®n egipcia. Casi al mismo tiempo, comitivas de autobuses con los presos palestinos salieron de varias c¨¢rceles israel¨ªes en direcci¨®n a Gaza y Cisjordania. La Cruz Roja se encarg¨® de verificar la identidad de cada uno de los excarcelados.

Ya en presencia de agentes israel¨ªes, la delegaci¨®n egipcia permiti¨® que la televisi¨®n Nile TV entrevistara a Gilad Shalit. Esa entrevista, en la que el sargento, con ropa civil, se mostr¨® fatigado y desorientado, irrit¨® profundamente a muchos israel¨ªes que la consideraron un abuso. Shalit dijo que le hab¨ªan tratado bien durante el cautiverio, expres¨® su confianza en que el acuerdo ayudara a alcanzar la paz y dese¨® que todos los presos palestinos fueran liberados ¡°si dejan de atacarnos¡±. Shalit apareci¨® muy delgado y p¨¢lido, pero sin graves problemas de salud.
Despu¨¦s de la entrevista, el sargento fue trasladado al paso fronterizo de Kerem Shalom y entregado formalmente al Ej¨¦rcito israel¨ª. Un primer examen m¨¦dico confirm¨® que Shalit estaba en condiciones de volar y, ya de uniforme, fue embarcado en un helic¨®ptero con destino a la base militar de Tel Hof, cerca de Tel Aviv. En el helic¨®ptero sufri¨® un mareo. Los m¨¦dicos que le examinaron en Tel Nof detectaron problemas de avitaminosis por privaci¨®n de luz solar y algunas consecuencias de las heridas sufridas durante su captura, pero le dieron el alta.
En Tel Nof, Gilad Shalit fue recibido a pie de helic¨®ptero por el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, con un ¡°bienvenido a casa¡±. Luego fue conducido al esperado reencuentro con su padre y, ya de forma completamente privada, con el resto de su familia. ¡°Os lo he devuelto¡±, proclam¨® Netanyahu.
El primer ministro israel¨ª hizo una declaraci¨®n ante la prensa para consolar a ¡°las familias de v¨ªctimas del terrorismo¡±, varias de las cuales interpusieron un fallido recurso contra el canje ante el Tribunal Supremo, y prometi¨® ¡°sangre¡± si alguno de los palestinos liberados retomaba la violencia. ¡°Hoy estamos todos unidos en la alegr¨ªa y en el dolor¡±, afirm¨®.
Celebraciones en Gaza
En esos momentos, hacia mediod¨ªa, el Parque de las Brigadas, una de las pocas zonas despejadas en la dens¨ªsima ciudad de Gaza, estaba ya abarrotado por decenas de miles de personas, quiz¨¢ hasta 200.000. Desde los minaretes se hab¨ªa despertado a la poblaci¨®n con c¨¢nticos de ¡°Dios es grande¡± y referencias a la fiesta de bienvenida a los presos. Cientos de milicianos escoltaban la ruta por la que los autocares con los excarcelados enviados a Gaza, m¨¢s de 350, se dirig¨ªan al parque. Ismail Haniya, primer ministro de Gaza y dirigente de Ham¨¢s, los recibi¨® y salud¨® uno a uno con gran efusividad. ¡°Hoy no hay presos de Ham¨¢s y presos de Fatah, hoy somos palestinos sin diferencias¡±, proclam¨®.
En los autocares faltaban dos mujeres, dos presas que se negaron a ir a Gaza e insistieron en que se las enviara a Egipto. Los exreclusos que fueron deportados a Gaza pese a proceder de Cisjordania y tener all¨ª su casa y su familia fueron instalados provisionalmente en hoteles.
¡°Queremos otro Shalit¡±, gritaba la multitud en Gaza. Numerosos excarcelados y dirigentes de Ham¨¢s abundaron en ese mensaje: anunciaron su prop¨®sito de seguir capturando soldados israel¨ªes hasta lograr la liberaci¨®n de todos los presos. Las promesas de continuar con la lucha armada hasta la destrucci¨®n de Israel se mezclaron con las risas y los abrazos en un ambiente ruidoso y celebratorio.
En cuanto a Shalit y los suyos, tras el reencuentro en Tel Nof fueron trasladados en helic¨®ptero a la residencia familiar de Mitzpe Hilla, al norte del pa¨ªs. La casa tuvo que ser acordonada por la polic¨ªa para evitar que miles de personas con pancartas de bienvenida se aproximaran demasiado. Tras un par de horas, el padre sali¨® para explicar a la prensa que su hijo acababa de comer, que se encontraba exhausto pero feliz, que apenas hab¨ªan hecho otra cosa que abrazarse y que hab¨ªa terminado ¡°una larga y agotadora batalla¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.