La marcha multitudinaria en Santiago acaba con m¨¢s de 300 detenidos

Los dos d¨ªas de paros convocados por el movimiento estudiantil para pedir educaci¨®n gratuita y de calidad, que incluyeron marchas masivas en las principales ciudades, caceroladas nocturnas en barrios de clases medias y numerosas barricadas en suburbios de bajos ingresos y tambi¨¦n en las cercan¨ªas de facultades y liceos, culminaron con al menos 300 detenidos en enfrentamientos con la polic¨ªa militarizada. El Gobierno invoc¨® la ley de seguridad del Estado por la quema de un bus del transporte p¨²blico en Santiago, en una se?al de endurecimiento contra las protestas estudiantiles, la mayor convulsi¨®n social que ha vivido Chile desde el retorno a la democracia en 1990.

Pr¨®ximo a cumplir seis meses estrell¨¢ndose como una ola contra una rompiente frente a la negativa del Gobierno de derecha del presidente Sebasti¨¢n Pi?era a ceder a sus demandas, a pesar que estas tienen el respaldo de sobre 80% de la poblaci¨®n, seg¨²n reflejan los sondeos, el movimiento estudiantil se est¨¢ deslizando por un tobog¨¢n en que no tiene m¨¢s opci¨®n que extenderse en el tiempo y buscar alianzas sociales y pol¨ªticas. Dos d¨ªas de movilizaciones sin avanzar en la concreci¨®n de sus demandas sit¨²an al movimiento en este callej¨®n con s¨®lo una salida.

Ante miles de manifestantes y despu¨¦s de regresar de un viaje a Francia, una de las l¨ªderes del movimiento, Camila Vallejo, acus¨® de ¡°ciego¡± al Gobierno por no ceder y advirti¨®: ¡°Lo m¨¢s probable es que no consigamos mucho este a?o, sino en los pr¨®ximos a?os¡±, respecto de los cambios estructurales en la educaci¨®n.

Esta estrategia de los estudiantes los expone al riesgo que m¨¢s se advirti¨® en las calles de Santiago el martes y mi¨¦rcoles: la creciente presencia de grupos radicalizados que buscan extremar el conflicto, y tambi¨¦n de lumpen, que s¨®lo aspira a saquear y aprovecharse de la confusi¨®n. La polic¨ªa militarizada, muy eficaz para disolver con gases, ca?ones de agua y cargas a caballo a multitudes pac¨ªficas de estudiantes, no lo ha sido para detener estos peque?os grupos, provistos de piedras, c¨®cteles molotov e ira. Durante las marchas del mi¨¦rcoles en Santiago, los propios manifestantes se enfrentaron a algunos de estos v¨¢ndalos para intentar neutralizarlos.

Tambi¨¦n en las filas de la derecha se advierten las primeras fisuras. No todos coinciden con la estrategia de endurecimiento, porque fuerza al adversario a hacer algo similar. Un grupo de influyentes parlamentarios de la coalici¨®n gobernante est¨¢ presionando a La Moneda para que aumente los recursos estatales del presupuesto 2012 a la educaci¨®n, que el parlamento discute en estos momentos.

El Gobierno propone asegurar gratuidad en la educaci¨®n al 40%, mientras que este grupo aspira a que se llegue al 60%. El mi¨¦rcoles el ministro portavoz de Gobierno, Andr¨¦s Chadwick, entreabri¨® una rendija respecto de que se intentar¨¢ avanzar hacia el 60%.

El problema central es c¨®mo se financia la gratuidad educacional. Los estudiantes han propuesto una reforma tributaria o nacionalizar la miner¨ªa del cobre privada. Si la primera idea no le agrada por definici¨®n a un Gobierno de derecha, la segunda est¨¢ en las ant¨ªpodas. Pero ya hay voces que piden ceder a la primera opci¨®n.

El expresidente de la Sociedad de Fomento Fabril, que agrupa a los industriales chilenos y actual presidente de los grandes almacenes Ripley, Felipe Lamarca, propuso subir impuestos a las empresas y a los m¨¢s ricos. Coincide con esta opini¨®n el presidente de la Asociaci¨®n de Exportadores de Manufacturas, Roberto Fantuzzi, para quien en Chile est¨¢ ocurriendo ¡°un revent¨®n social que tenemos que enfrentar los empresarios, porque lo m¨¢s nos conviene a nosotros es la estabilidad social¡± y esta, ¡°de alguna manera, hay que pagarla¡±.

De distintas formas, en ambos d¨ªas de protestas hubo violencia en Santiago. El mi¨¦rcoles comenz¨® cuando todav¨ªa no terminaban dos marchas masivas y alegres, que atravesaron la capital y convergieron junto a la facultad de ingenier¨ªa de la Universidad de Chile. Grupos de ¡°encapuchados¡±, como les llaman en Chile porque ocultan sus rostros, se enfrentaron durante dos horas con la polic¨ªa militarizada.

El martes piquetes de manifestantes instalaron desde la madrugada barricadas en las cercan¨ªas de facultades universitarias y liceos en Santiago. Como ese d¨ªa no hubo marchas que congregaran a los estudiantes, el movimiento se fragment¨® en peque?as protestas en torno a numerosos establecimientos educacionales. Durante la noche hubo masivas caceroladas y marchas nocturnas en diferentes barrios, que fueron reprimidas por carabineros y barricadas en las zonas populares.