Rasmussen pone punto final en Tr¨ªpoli a la misi¨®n de la OTAN
La Alianza concluye su campa?a en una guerra que dej¨® 40.000 muertos
M¨¢s prolongada de lo previsto, en tiempos de profunda crisis econ¨®mica, y no exenta de disputas internas entre los socios de la coalici¨®n, la campa?a militar de la OTAN en Libia, una de las ¡°m¨¢s exitosas en los 62 a?os de historia¡± de la alianza, en palabras de Anders Fogh Rasmussen, concluy¨® la pasada medianoche.
El secretario general de la organizaci¨®n viaj¨® ayer a Tr¨ªpoli ¡ªexactamente siete meses despu¨¦s de que la OTAN asumiera el liderazgo de las operaciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a mediados de marzo¡ª para estampar la r¨²brica final a una aventura militar que culmin¨® el 20 de octubre cuando Muamar el Gadafi cay¨® en manos rebeldes. Fue capturado en Sirte, su ciudad natal, tras el ¨²ltimo bombardeo de una coalici¨®n en cuyas misiones a¨¦reas y navales han participado 18 pa¨ªses, alguno de ellos ¨¢rabe, especialmente Catar.
Aunque el ¡°nunca olvidaremos esta ayuda¡± es una de las frases que se escuchan con m¨¢s frecuencia de labios de libios de toda condici¨®n, hubo sus m¨¢s y sus menos. Tras aplaudir a rabiar la intervenci¨®n militar extranjera, que salv¨® el 19 de marzo a Bengasi de una masacre segura ¡ªGadafi hab¨ªa advertido en una c¨¦lebre arenga a sus fieles que aniquilar¨ªa ¡°callej¨®n a callej¨®n¡± a los sublevados, a los que tach¨® de ¡°ratas¡±¡ª, los libios lamentaban que la OTAN no fuera m¨¢s contundente en marzo y abril, cuando los cad¨¢veres de insurgentes llenaban las morgues de los hospitales. ¡°OTAN, no os comprendemos¡±, rezaban algunas pancartas en la primavera de Bengasi, durante los m¨¢s aciagos d¨ªas de la contienda. La alianza, no obstante, aleg¨® que se limitaba a cumplir el mandato de la ONU, que orden¨® adoptar ¡°todas las medidas necesarias para la protecci¨®n de los civiles¡±.
Sin embargo, Rusia y China, que se abstuvieron en la votaci¨®n del Consejo de Seguridad, airearon reiteradamente su malestar por lo que juzgaron una violaci¨®n de las resoluciones aprobadas en Nueva York. A juicio de Mosc¨² y Pek¨ªn, los dirigentes de los pa¨ªses occidentales, que hasta hac¨ªa muy poco hab¨ªan agasajado a Gadafi, cambiaron el objetivo de la campa?a para lograr el derribo del r¨¦gimen. As¨ª sucedi¨®.
¡°Es fant¨¢stico estar en la Libia libre¡ Actuamos para protegeros. Juntos tuvimos ¨¦xito y Libia es finalmente libre, desde Bengasi hasta Brega; desde Misrata hasta las monta?as de occidente y Tr¨ªpoli¡±, declar¨® ayer un satisfecho Rasmussen. ¡°Hab¨¦is iniciado un nuevo cap¨ªtulo de la historia de Libia. Nuestros comandantes fueron muy cuidadosos para asegurarse de que no os da?aban a vosotros y a vuestras familias¡±, dijo dirigi¨¦ndose a los seis millones de ciudadanos del ¨²nico pa¨ªs ¨¢rabe en el que el alzamiento se transform¨® en una guerra abierta que ha concluido con la muerte de unos 40.000 combatientes y civiles abatidos en matanzas indiscriminadas.
Aunque algunos ataques de los cazabombarderos franceses y brit¨¢nicos ¡ªlos aviones no tripulados de Estados Unidos entraron en acci¨®n en contadas ocasiones¡ª mataron a algunos civiles inocentes, las operaciones se ejecutaron con enorme precisi¨®n. Junto a las carreteras libias que bordean el Mediterr¨¢neo son visibles los grandes destrozos causados por los bombardeos aliados en las bases militares que dirig¨ªan Mutasim y Jam¨ªs, hijos del tirano. Unas ruinas que no pueden ser causadas por los cohetes que ambos bandos emplearon a destajo.
El embargo de armas al r¨¦gimen y la imposici¨®n de la zona de exclusi¨®n a¨¦rea despojaron a las tropas de Gadafi de gran parte de su capacidad en los campos de batalla, en una guerra que arroja cifras mareantes: 9.600 misiones de ataque de los pilotos aliados arrasaron casi 6.000 bases militares, puestos de mando, centros de comunicaciones, defensas antia¨¦reas, m¨¢s de 1.000 tanques y veh¨ªculos, y algunos complejos residenciales en los que perecieron varios familiares del coronel que se aup¨® al poder tras un golpe de Estado el 1 de septiembre de 1969. La OTAN repliega. Y Gadafi reposa en un lugar secreto del desierto.
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