Portugal vive al borde del abismo
Los ciudadanos ven c¨®mo desciende d¨ªa a d¨ªa su nivel de vida con una espiral de recortes.- Aguardan con pesimismo tiempos peores y miran de reojo a Grecia
En junio, una encuesta europea aseguraba que solo tres de cada 100 portugueses confesaba sentirse a gusto con la econom¨ªa portuguesa. Hoy ser¨ªa dif¨ªcil encontrar a esos tres. El pa¨ªs ha entrado en una espiral de recortes, anuncios de recortes y perspectivas cada vez m¨¢s negras. Y el anuncio del refer¨¦ndum en Grecia sobre el plan de rescate de la UE parece acelerarlo todo. ¡°Europa entera se aproxima al abismo. Y Portugal, evidentemente, es el siguiente¡±, escribe hoy Pedro Santos Guerreiro, director de Jornal de Neg¨®cios.
La vida al borde de ese abismo no es f¨¢cil: hace unas semanas, el primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, anunciaba mediante una solemne alocuci¨®n retransmitida en directo una de las medidas m¨¢s duras del presupuesto m¨¢s duro ¡ªel del a?o que viene¡ª jam¨¢s afrontado nunca por Portugal: los funcionarios y los pensionistas que ganen m¨¢s de 1.000 euros al mes se quedar¨¢n sin paga extra en 2012 y 2013.
Maria Leticia Barriada, empleada del Ministerio de Defensa, con una n¨®mina de 1.500 euros, oy¨® la noticia por la radio. Se esperaba algo as¨ª (el anterior Gobierno, del socialista Jos¨¦ S¨®crates, ya les congel¨® el sueldo), pero no de tal calibre: ¡°Los funcionarios en Portugal no cobramos mucho. Y utilizamos estas pagas extras para tapar agujeros: un tratamiento, un seguro, cosas as¨ª¡¡±, explica. Maria Leticia ¡ªy muchos de sus compatriotas¡ª se describe completamente desmoralizada, desanimada, como si el pa¨ªs que habita marchara hacia atr¨¢s y no hacia el futuro. ¡°Tengo la impresi¨®n, adem¨¢s, de que solo unos pocos ¡ªlos funcionarios, los pensionistas¡ª vamos a pagar por esto¡±.
Abocado a una merma de su econom¨ªa para el a?o que viene prevista en un 2,8%, tutelado a distancia por la troika (Uni¨®n Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) que acord¨® en mayo el rescate con un pr¨¦stamo de 78.000 millones de euros, envuelto en una situaci¨®n que el mismo Gobierno ha descrito como de ¡°emergencia nacional¡±, el ciudadano portugu¨¦s se levanta cada d¨ªa con noticias que van desde lo truculento a lo, simplemente, descorazonador. Hace unos d¨ªas, Carlos Almeida, de la Asociaci¨®n Nacional de Empresas Funerarias (ANEL) aseguraba en la publicaci¨®n Informa?ao que del 20% al 30% de los portugueses adeudan los gastos de los funerales de sus parientes y que el panorama del sector va a peor, ya que el Estado suprimir¨¢ ciertos subsidios en los seguros de vida de los funcionarios.
Un d¨ªa, el Ministerio de Cultura anuncia que se reducir¨¢n los d¨ªas en que se podr¨¢ entrar gratis a los museos; otro, se hace p¨²blico que las ONG que se dedican a solucionar temas relacionados con la salud dejar¨¢n de recibir subvenciones, o que no habr¨¢ puentes para nadie, que se eliminar¨¢n d¨ªas de fiesta; otro, que los empresarios del sector privado podr¨¢n obligar a los trabajadores a que se queden media hora m¨¢s cada d¨ªa para mejorar la productividad. Otro, que se suprime el premio estatal al mejor profesor del a?o, dotado con 25.000 euros¡ Es un goteo diario y desmoralizante que va a continuar, ya que la UE ha advertido a Portugal de que debe prepararse para una probable nueva tanda de recortes y, por otra parte, los portugueses ven de reojo el nubarr¨®n ominoso que se abate sobre Grecia.
Hacia una huelga general
A finales de septiembre, 100 d¨ªas despu¨¦s de que Passos Coelho ocupara el poder, su popularidad se manten¨ªa intacta. Era el l¨ªder pol¨ªtico portugu¨¦s m¨¢s valorado. Ahora, despu¨¦s de la ristra de medidas impopulares que, seg¨²n ¨¦l, se ha visto obligado a aplicar, ha perdido algunos puntos, seg¨²n un sondeo reciente publicado por el semanario Expresso, pero no los suficientes como para que su Partido Social Dem¨®crata (centro-derecha) abandone el puesto de formaci¨®n m¨¢s potencialmente votada en Portugal. Desde el otro lado, el socialista Ant¨®nio Jos¨¦ Seguro, hace meses elegido secretario general del Partido Socialista Portugu¨¦s (PSP) en sustituci¨®n de Jos¨¦ S¨®crates, tampoco lo tiene mejor. Passos Coelho ya se encarg¨®, en el discurso en el que adelant¨® los recortes, de recordar que el PSP gobern¨® hasta junio de 2011: ¡°Las medidas que anuncio son m¨ªas; pero la deuda que las impulsan no¡±.
Los principales sindicatos portugueses han anunciado una huelga general para el 24 de noviembre. Ser¨¢ la segunda en un a?o, y por el mismo motivo ¡ªlos recortes y la austeridad presupuestaria¡ª contra Gobiernos de color pol¨ªtico diferente. Manuel Carvalho Da Silva, secretario general de la central CGPT, cree que al portugu¨¦s le sobran razones para salir a la calle: ¡°Esto que llaman crisis yo lo denominar¨ªa el mayor robo de la historia de la humanidad¡±. Es consciente de que el Gobierno tiene las manos atadas por Bruselas. Pero mantiene sus diferencias: ¡°El memor¨¢ndum de la troika [el conjunto de instrucciones elaborado por las tres instituciones que acordaron el pr¨¦stamo en mayo] no es la Biblia¡±. Pero no habr¨¢ disturbios a la griega. En Portugal pocas veces los hay.
?El presidente de la asociaci¨®n empresarial AIP-CCI, Jos¨¦ Eduardo Marcelino Carvalho, en una entrevista concedida hace unos d¨ªas a este peri¨®dico, a la pregunta de si cambiar¨¢ algo con una huelga general, respond¨ªa que no, encogi¨¦ndose de hombros. Un profesor de econom¨ªa, que tambi¨¦n ha perdido sus pagas, opinaba, encogi¨¦ndose de hombros, que no hay otro remedio que aguantar los recortes, apretarse un poco m¨¢s el cintur¨®n aunque duela, y esperar que el vendaval griego no se lleve por delante a Portugal. La funcionaria Maria Leticia Barriada, casi resignada, a?ade: ¡°Da la impresi¨®n de que no hay nada que hacer¡±.
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